Como una f¨¢bula histri¨®nica
Joaqu¨ªn Pedro de Andrade se dio a conocer hace ya bastantes a?os con un corto: Couro da gato, que ya dejaba. ver, en su doble vertiente pol¨ªtica y po¨¦tica, las caracter¨ªsticas fundamenta les de sus obras posteriores. Incluida en la pel¨ªcula de relatos breves titulada Cuatro veces favela sirvi¨®, junto a las de sus j¨®venes compa?eros, para dar a conocer a una serie de nuevos realizadores brasile?os procedentes, en su mayor parte, de la Uni¨®n Nacional de Estudiantes.Su modo de enfrentarse, a la problem¨¢tica de su pa¨ªs les distingue, oponi¨¦ndoles radicalmente, del tradicional pintoresquismo en que se desenvuelven los viejos maestros y, a pesar de ciertas torpezas e influencias demasiado evidentes de los m¨¢s famosos autores europeos y de cierta oscuridad en lo que se refiere a simbolismos y claves, se alejan decididamente del cine comercial, lo que no les impide cosechar, de cuando en cuando, decisivos ¨¦xitos populares.
Macunaima
Gui¨®n y direcci¨®n de Joaqu¨ªn Pedro de Andrade. Seg¨²n la historia de Mario de Andrade. Fotograf¨ªa, Guido Cosulich. Int¨¦rpretes: Grande Otelo, Paula Jos¨¦, Jardiel Filho, Milton Goncalves, Adolfo Arena. Color. Brasil. Humor. 1969.Local de estreno, Rosales
Frustraciones y problemas
Tal es el caso de Garrincha alegr¨ªa do povo, en donde Andrade analiza el poder de sugesti¨®n del f¨²tbol como catalizador de empe?os y emociones, poder bien conocido, por otra parte, en Espa?a, capaz de hacer olvidar frustraciones y problemas en las clases humildes a las que, sin embargo, sabe cantar en sus supersticiones y alegr¨ªas, en sus grandezas y en sus miserias.Macunaima, basada en la historia de Mario de Andrade, alcanz¨® en su tiempo tambi¨¦n un gran ¨¦xito. Caso curioso si se tiene en cuenta que entre nosotros se viene ofreciendo para un tipo de espectador no popular precisamente. Quiz¨¢ su argumento, m¨¢s all¨¢ de la par¨¢bola grotesca, del m¨¢s puro esperpento, despojado aqu¨ª de sus claves principales que le relacionan con los conflictos pol¨ªticos y sociales del pa¨ªs donde ha sido producido, no llegue hasta nosotros en la misma medida que a sus conacionales, con su historia delirante dentro de ese tropicalismo cinematogr¨¢fico en el que parecen acabar inevitablemente la mayor¨ªa de los realizadores del ?cinema novo?. Pues este Macunaima protagonista del filme que nace en plena selva ya maduro, convertido en blanco por artes m¨¢gicas y aventurero en R¨ªo, entre m¨ªtines, amor y guerrilleras, viene a simbolizar con su humor agresivo y disparatado al brasile?o de hoy, devorado por su sociedad particular de consumo, cuando no por la pol¨ªtica, sus multinacionales o sus l¨ªderes.
Entre la poes¨ªa y la met¨¢fora, esta f¨¢bula histri¨®nica que s¨®lo as¨ª seguramente podr¨ªa haber sido realizada, acabar¨¢ por devorarse a s¨ª misma, al igual que sus personajes o, por mejor decirlo: devorada por los espectadores, que no se sabe bien si, por fin, esta vez ser¨¢n capaces de digerirla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.