El fiscal pide dos meses de arresto y 50.000 pesetas de multa para el director de EL PAIS

Dos meses de arresto mayor y 50.000 pesetas de multa es la petici¨®n fiscal contra Juan Luis Cebri¨¢n, director de EL PAIS, que fue procesado el pasado 24 de marzo por la supuesta contravenci¨®n del art¨ªculo 416 del c¨®digo penal.

Seg¨²n las conclusiones provisionales del fiscal -tr¨¢mite necesario para que siga adelante el proceso-, se se?ala que Juan Luis Cebri¨¢n. como director de EL PAIS, public¨®, en el suplemento dominical de este diario, y con fecha 20 de febrero de 1977, un art¨ªculo titulado Los anticonceptivos, ?en el que con todo lujo de detalles se enumeran los distintos modos de evitar la procreaci¨®n?, ?y ello en t¨¦rminos vulgarizados y en base a favorecer el control de natalidad?.Se?ala, adem¨¢s, el fiscal, en sus conclusiones provisionales. que ?el autor material del art¨ªculo, al parecer extranjero y residente fuera del pa¨ªs, no ha sido identificado?.

El art¨ªculo por el que ha sido procesado el director de EL PAIS pertenece a una serie titulada Viva su salud, que fue publicada anteriormente en el Sunday Times Magazine, de Londres, y en las revistas Scope. de Sur¨¢fr¨ªca; Punch, de Nigeria, y Panorarna, de Holanda. La serie, que va a ser completada en libro, cuya aparici¨®n est¨¢ prevista para el pr¨®ximo mes de octubre, fue prologada por David Owen, entonces alto funcionario del Ministerio de Salud y Seguridad Social ingl¨¦s, y actualmente ministro de Asuntos Exteriores de Gran Breta?a, que ayer mismo, en viaje oficial por Espa?a, fue recibido por don Juan Carlos I.

En cuanto al art¨ªculo 416, de cuya infracci¨®n se acusa al director de EL PAIS, y que trata de abortos y, contraceptivos, dice textualmente: ?Ser¨¢n castigados con arresto mayor y multa de 10.000 a 200.000 pesetas los que con relaci¨®n a niedicamentos. sustancias, objetos, instrumeIntos, aparatos, medios o procedimientos capaces de provocar o facilitar el aborto, o de evitar la procreaci¨®n, realicen cualquiera de los actos siguientes.? El apartado cuatro se?ala que: ?La divulgaci¨®n, en cualquier forma que se realizare, de los destinados a evitar la procreaci¨®n, as¨ª como su exposici¨®n p¨²blica y ofrecimiento en venta.? Apartado cinco: ?Cualquier g¨¦nero de propaganda anticonceptiva.?

Hasta ahora no existe jurisprudencia sobre la venta o extensi¨®n de anticonceptivos en cualquiera de sus modos. El ¨²nico precedente es la condena de un vendedor de preservativos del Rastro madrile?o, que fue sentenciado, el 25 de junio de 1966. Uno de los considerandos de dicha sentencia merece ser rele¨ªdo: ?Tutela los intereses demogr¨¢ficos, porque los medios anticonceptivos mantienen el natural crecimiento de la poblaci¨®n, y tambi¨¦n la honestidad social, pues exceptuados los casos de contaminaci¨®n de enfermedades en los d¨¦bitos conyugales, el ofrecimiento en venta, el anuncio en cualquier forma, son modalidades de este suministro al p¨²blico, como vocaci¨®n al vicio, que ofenden la moral colectiva; y si los procesados ofrec¨ªan preservativos en lugares urbanos, voceando su mercanc¨ªa, aunque sin especificarla, de modo que s¨®lo podr¨ªan entenderles quienes estuviesen enterados, o los curiosos interrogantes, si no produjeron esc¨¢ndalo p¨²blico, contribuyeron a facilitar el anticoncepcionismo.?