"No exigimos responsabilidades a las fuerzas del orden, sino al Gobierno"

Felipe Gonz¨¢lez, primer secretario del PSOE, fue el primer diputado de este partido en defender la moci¨®n que presentaron, en la que se pide la dimisi¨®n del ministro del Interior, Rodolfo Mart¨ªn Villa, y del gobernador civil de Santander. El se?or Gonz¨¢lez rechaz¨® la argumentaci¨®n desarrollada el d¨ªa anterior por el se?or Mart¨ªn Villa, y afirm¨® concretamente que ?no estamos exigiendo responsabilidades a las fuerzas de orden p¨²blico, y mucho menos a los n¨²meros concretos que las componen, sino al Gobierno y s¨®lo a ¨¦ste, concret¨¢ndolo en las autoridades directamente responsables del funcionamiento y orientaci¨®n de las fuerzas de orden p¨²blico?.

?Debo comenzar por lamentar -empez¨® el se?or Gonz¨¢lez- que siendo tan graves y agudos los problemas econ¨®micos y sociales por los que' pasa nuestro pa¨ªs, sea el ministro del Interior el primer miembro del Gabinete que, tras la fecha hist¨®rica del 15 de junio, comparece ante el Congreso para cuestiones referidas al orden p¨²blico. Pero estas cuestiones de orden p¨²blico simbolizan y expresan m¨¢s que ninguna. otra la verdadera dimensi¨®n del cambio pol¨ªtico producido en nuestro pa¨ªs.?Felipe Gonz¨¢lez mostr¨® su satisfacci¨®n y gratitud por el comportamiento pac¨ªfico del pueblo espa?ol en la dif¨ªcil operaci¨®n de tr¨¢nsito que signific¨® la confrontaci¨®n electoral del 15 de junio, y al mismo tiempo llam¨® la atenci¨®n de que esa voluntad popular pac¨ªficamente demostrada ten¨ªa el significado profundo de querer superar la etapa hist¨®rica dura y amarga que nos ha tocado vivir, y superarla definitivamente.

Esta interpretaci¨®n de la voluntad del pueblo no ha sido, a juicio de Is socialistas, entendida por el actual Gabinete, ?mezcla de un pasado sin liquidar y un presente a¨²n por construir?. Resalt¨® el hecho de que el Gobierno, apoyado por la UCD, se resista permanentemente a que el Parlamento asuma su funci¨®n controladora y fiscalizadora sobre la actuaci¨®n del poder ejecutivo, y puso igualmente de manifiesto su obstinaci¨®n en, no tener en cuena la necesidad inmediata y urgente de una amnist¨ªa total para los delitos de intencionalidad pol¨ªtica.

Tras afirmar que el problema del diputado Jaime Blanco no es m¨¢s que una de las muestras reveladoras de la falta de adecuaci¨®n al actual momento pol¨ªtico de toda una filosof¨ªa del orden p¨²blico, el portavoz del grupo socialista afirm¨® que no era en absoluto necesario que el se?or Mart¨ªn Villa pusiera de manifiesto la necesidad de fuerzas de orden p¨²blico para el desenvolvimiento democr¨¢tico.-

Acus¨® al ministro de haber intentado plantear un enfrentamiento entre parlamentarios y fuerzas del orden p¨²blico -enfrentamiento que calific¨® de ?error de planteamiento?- y se pregunt¨® si es que se pretende que sean fuerzas extraparlamentarias de la extrema derecha las que sigan gritando Viva la polic¨ªa y Ab¨¢jo la democracia para perpetuar la filosof¨ªa que ha inspirado la actuaci¨®n de estas fuerzas durante cuarenta a?os.

?Nosotros concebimos y defendemos la existencia de las fuerzas de orden p¨²blico?, afirm¨® textualmente. ?No pretendemos, como se hizo en los comienzos del r¨¦gimen franquista, ni supresiones ni creaciones de cuerpos generales distintos. Simplemente queremos que las fuerzas de orden p¨²blico se n en e pape que es corresponde, es decir, en el papel de defensores de la legalidad democr¨¢tica, que en definitiva es la voluntad emanada de la mayor¨ªa del pueblo. ?

Estudi¨® despu¨¦s Felipe Gonz¨¢lez la parte del discurso del ministro del Interior donde se refer¨ªa a las nuevas normas emanadas del Gobierno para actualizar el funcionamiento de las fuerzas de orden p¨²blico y destac¨® que sigue plenamente vigente el reglamento de la Polic¨ªa Gubernativa de 1975 en el que se encomienda a la Comisar¨ªa de Orden P¨²blico el control y la vigilancia de las actividades l¨ªcitas que deban ser objeto de ?atenci¨®n permanente?.

Seg¨²n Felipe Gonz¨¢lez, en este reglamento se legaliza la actividad disfrazada, es decir, sin uniforme, de los integrantes de las fuerzas de orden p¨²blico, y se les punt¨²a en funci¨®n del acatamiento a los principios del Movimiento, al mismo tiempo que se sustrae de la competencia y responsabilidades de los tribunales la defensa y restauraci¨®n del orden jur¨ªdico en la investigaci¨®n del delito, y se conculca sin derogarla * la propia ley de Enjuiciamiento Criminal, suprimiendo de hecho la polic¨ªa judicial. Asimismo, se otorga a las autoridades policiales facultades de imponer verdaderas penas, como la expulsi¨®n del territorio.Seguidamente Felipe Gonz¨¢lez dijo que ?en nuestra funci¨®n de parlamentarios no estamos exigiendo responsabilidades a las fuerzas de orden p¨²blico, y mucho menos a los n¨²meros concretos que las componen. Nuestra acci¨®n de exigencia de responsabilidades se dirige al Gobierno y s¨®lo a ¨¦ste, concret¨¢ndolo en las autoridades directamente responsables del funcionamiento y orientaci¨®n de las fuerzas de orden p¨²blico?.

Expres¨® despu¨¦s el reconocimiento, a unas fuerzas de orden que, educadas e instru¨ªdas para la represi¨®n de la libertad y de la democracia, son capaces de adaptarse a una nueva situaci¨®n y obedecer en su mayor¨ªa las instrucciones que en el sentido de la defensa de los valores que antes atacaban pueden recibir hoy. Asimismo se refiri¨® a la necesidad de que estas fuerzas act¨²en con reglamentos claros que en su propio seno eliminen cualquier comportamiento arbitrario, y que se reconozcan sus derechos y sus facultades, que act¨²en en definitiva al servicio del pueblo, para el pueblo.

Rechaz¨® la justificaci¨®n del mininistro del Interior en el sentido de que la agresi¨®n f¨ªsica al diputado hab¨ªa sido hecha por un polic¨ªa armado cuando acababa de llegan al lugar de los hechos, y dijo a continuaci¨®n: ?La autoridad en democracia nada tiene que ver con el autoritarismo ni con instrucciones paralelas y no conocidas. La autoridad nace de la fuerza moral que da el contribuir al desmantelamiento de la dictadura y al fortalecimiento de la democracia. A partir de este principio de autoridad todos nos sentiremos obligados, las fuerzas de orden p¨²blico aliviadas del peso que suponen las grandes contradicciones normativas por las que se rigen y la dudosa actitud democr¨¢tica de algunos de sus responsables; los ciudadanos protegidos y amparados en el ejercicio leg¨ªtimo de sus libertades p¨²blicas; los incontrolados o los violentos aislados del contexto social y el Parlamento empezar¨¢ a ocupar el lugar que le corresponde en un r¨¦gimen democr¨¢tico.?