El futuro del Gobierno Soares puede decidirse este fin de semana
El futuro inmediato de la experiencia de Gobierno socialista minoritario podr¨¢ decidirse este fin de semana.Los miembros del Gobierno y los dirigentes del Partido Socialista observan una reserva absoluta sobre los temas a tratar en la reuni¨®n, hoy, del secretariado nacional del partido.
Pero los rumores, parcialmente confirmados por el responsable de la organizaci¨®n, el diputado Jaime Gama, convergen sobre un punto: los tres partidos de oposici¨®n han definido sus posiciones, para los tres, la actual f¨®rmula ha llegado al l¨ªmite de sus posibilidades, y el PS debe, a su vez, anunciar p¨²blicamente su resoluci¨®n.En su edici¨®n del jueves el semanario conservador O Tempo anticipa las opciones: dimisi¨®n del Gobierno Soares o remodelaci¨®n con la entrada de los socialdem¨®cratas. El mismo semanario publica declaraciones del diputado Rui Machete, del PSD y del vicepresidente de CDS, Amaro da Costa, que resumen las posiciones de sus respectivas formaciones.
El PSD reitera su rechazo del ?pacto de legislatura? propuesto por Mario Soares, el no poder ?responsabilizar por la acci¨®n a un Gobierno que no puede influenciar de manera decisiva?. La coalici¨®n no es imprescindible, basta que ?el Gobierno sea confiado a personalidades competentes?. Pero los socialdem¨®cratas rechazan con igual intransigencia un primer ministro militar.
El CDS va m¨¢s lejos, en el sentido que le parece igualmente descartable una nueva f¨®rmula minoritaria y una coalici¨®n PS-PSD. Amaro da Costa recuerda la posici¨®n elaborada antes de? verano entre CDS y PSD. ?Convergencia democr¨¢tica?. es decir, alianza a tres. Cualquier otra f¨®rmula tendr¨¢ la oposici¨®n firme de los centristas.
Queda una ¨²ltima alternativa, que ser¨ªa, en opini¨®n del Tempo, deseada por los comunistas, pero que ya encontr¨®, hace meses, cierto eco en la propia direcci¨®n del PS: el paso de este partido a la oposici¨®n. De hecho, ¨¦sta fue la promesa electoral de Mario Soares: los socialistas llevar¨¢n, solos, su programa de Gobierno, o abandonar¨¢n la direcci¨®n del pa¨ªs. Si los cornunistas alimentan la lejana esperanza de reconstituir, en la oposici¨®n, el frente de izquierda, algunos socialistas piensan que es un aut¨¦ntico suicidio para el partido continuar dirigiendo una econom¨ªa en crisis.
La crisis pol¨ªtica est¨¢, entretanto, asumiendo cada vez m¨¢s el car¨¢cter de una crisis de autoridad. El primer ministro, en Coimbra, ha hablado con un vigor poco usual del ?deber de autoridad? del poder leg¨ªtimo. El vicejefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas exige de las autoridades civiles el ejercicio de esta autoridad, por la fuerza si es preciso, asegur¨¢ndoles los medios precisos represivos o antirrepresivos. Para el general Loureiro dos Santos, el recurso a la fuerza es represi¨®n ¨²nicamente en los reg¨ªmenes dictatoriales.
En contraste con estas firmes declaraciones, est¨¢ el desaf¨ªo lanzado al Gobierno por los trescientos pilotos de TAP: a pesar de la orden de requisici¨®n civil lanzada por el Consejo de Ministros, las tripulaciones de la compa?¨ªa de aviaci¨®n han iniciado ayer una huelga general ilimitada.
Los trabajadores de la industria hotelera tuvieron el jueves y viernes cuatro horas de paro por d¨ªa, para forzar a los patronos a respetar las tablas salariales del convenio colectivo, ya que el Ministerio de Trabajo, responsable de la promulgaci¨®n del convenio, no ha sido capaz de vencer la resistencia patronal.
Mario Soares en Oporto, el ministro de Agricultura en Tras os Montes, han soportado algunas manifestaciones de hostilidad. Se trata a¨²n de incidentes aislados, pero ampliados por algunos sectores de la prensa debe sonar al o¨ªdo de Mario Soares como avisos del desgaste r¨¢pido de su prestigio en estas tierras del Norte donde estaba acostumbrado a recoger los aplausos que los fortalec¨ªan contra la hostilidad de los comunistas del cintur¨®n industrial de Lisboa o del Alentejo.
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