La huelga de prensa

Los directores de los diarios madrile?os de informaci¨®n general, con excepci¨®n de El Alc¨¢zar, han elaborado un comunicado conjunto en el que, a t¨ªtulo personal, enjuician la huelga de prensa que impidi¨® ayer la salida de sus respectivos medios informativos. El comunicado, le¨ªdo por el decano de los mismos en el Telediario de las tres de la tarde de ayer, es el siguiente:

?Los diarios de Madrid no han salido hoy a la calle, como consecuencia de un paro de veinticuatro horas en protesta por el criminal atentado a la revista El Papus. Los directores de peri¨®dicos, que ya en otros casos, como la matanza de abogados laboralistas y miembros de fuerzas de orden p¨²blico, la legalizaci¨®n del Partido Comunista, hicimos p¨²blicas opiniones conjuntas, creemos que es nuestro deber comparecer hoy, a t¨ªtulo personal, ante nuestros lectores para explicarles nuestro punto de vista sobre lo sucedido.Hemos solicitado, para ello, al Gobierno un tiempo en Televisi¨®n Espa?ola.

La salvaje agresi¨®n de elementos incontrolados a la sede de la revista El Papus, en Barcelona, origin¨® una serie de protestas que provocaron el paro en la prensa de aquella ciudad. En Madrid, una manifestaci¨®n convocada por centrales sindicales recorri¨® ayer las calles en se?al de protesta por la impunidad con que los llamados incontrolados act¨²an en la vida espa?ola. Los directores de peri¨®dicos nos sumamos a dicha manifestaci¨®n y nos ratificamos hoy en nuestra postura, porque pensamos que es intolerable la ineficacia de los poderes p¨²blicos en la represi¨®n del crimen pol¨ªtico de cualquier signo y la connivencia ocasional de algunos servicios paralelos con los terroristas.

Una asamblea posterior a la manifestaci¨®n decidi¨® la huelga que, no. sin tensiones, ha afectado a la totalidad de los peri¨®dicos. Los directores de diarios nos hemos pronunciado, sin excepci¨®n, contra la oportunidad de esta huelga, que consideramos puede ser tomada como un elemento de provocaci¨®n pol¨ªtica por parte de los enemigos de la democracia. El derecho de huelga nos parece algo irrenunciable en toda sociedad democr¨¢tica, pero ese derecho, a nuestro juicio, debe ser ejercido siempre en ¨²ltima instancia y a trav¨¦s de los cauces representativos y de di¨¢logos precisos. La huelga de hoy ha afectado al menos a dos millones de lectores, violando los derechos de los mismos y la libertad de expresi¨®n, sin ning¨²n tipo de preaviso ni negociaci¨®n. Una oferta de di¨¢logo hecha corporativamente por los directores de peri¨®dicos al comit¨¦ de huelga, fue rechazada de plano. No fue posible entablar conversaciones, y las alternativas posibles al paro no se pusieron a discusi¨®n. Un procedimiento semejante desdice del papel eminente que los peri¨®dicos y los periodistas han jugado en el restablecimiento de la democracia en Espa?a y que nos otorga -creemos- la base moral necesaria para decir estas cosas.

Nos encontramos ante una huelga pol¨ªtica y no laboral, que puede ser utilizada en un proceso desestabilizador que fuerzas antidemocr¨¢ticas pretenden desencadenar en nuestro pa¨ªs. Creemos que es necesario el fortalecimiento de los partidos pol¨ªticos y las centrales sindicales para garantizar el funcionamiento de la democracia, e insistimos, en que la soberan¨ªa popular debe expresarse, en todo caso, a trav¨¦s del sufragio libre, y secreto y no de asambleas tumultuarias de ning¨²n g¨¦nero. En este sentido nos preocupa la falta de cauces representativos que la profesi¨®n period¨ªstica padece. Una legislaci¨®n represiva y obsoleta, propia de los tiempos de la dictadura, permanece obstruyendo los derechos de la libre expresi¨®n.

Por ¨²ltimo, hemos de decir que nos parecen absolutamente respetables las posiciones de aquellos compa?eros de talleres y redacci¨®n que han defendido y logrado la huelga. Pero la, democracia no es monopolio de nadie. Nosotros creemos que con esta huelga la libertad de expresi¨®n ha sido da?ada. y amenazada la democracia. Nos gustar¨ªa equivocarnos.?