Se derogar¨¢n las censuras culturales y se potenciar¨¢ la creatividad

En la tarde de ayer, el ministro de Cultura, P¨ªo Cabanillas, mantuvo un di¨¢logo con los informadores para presentar unas notas de enfoque y l¨ªneas generales de actuaci¨®n del Ministerio del que es titular, que se elaboraron tras la consulta con numerosos intelectuales cuyas sugerencias fueron reconocidas y se?aladas espec¨ªficamente por el ministro.

En un plazo de tiempo relativamente breve, el Ministerio de Cultura piensa elaborar toda una nueva normativa, de distinta promulgaci¨®n en funci¨®n del tema y de las competencias: desde una nueva ley del Libro a un inventario del patrimonio cultural art¨ªstico, sin excluir los ¨¢mbitos de la cinematograf¨ªa, la radio o los est¨ªmulos econ¨®micos a la creatividad art¨ªstica. El Ministerio parece dispuesto a valorar -como se puso de manifiesto en la posterior rueda de prensa- todas las iniciativas que se promuevan desde los distintos pueblos, regiones y nacionalidades del Estado espa?ol.Por lo que respecta a la ley del Libro, el ministro se?al¨® la necesidad de renovar la pol¨ªtica fiscal que se sigue con los editores, adem¨¢s de informar de las reuniones que se hab¨ªan mantenido con todos los sectores profesionales involucrados en dicho ¨¢mbito. Habl¨® tambi¨¦n de la propuesta ministerial de una nueva ley de Propiedad Intelectual y de Derechos Conexos, que al velar por los intereses de los autores complementar¨ªa la reesructuraci¨®n legal del sector.

Por lo que respecta a la cinematograf¨ªa, hay que destacar que es precisamente en este campo en el que las modificaciones sustanciales ser¨¢n m¨¢s inminentes. El se?or Cabanillas se manifest¨® decidido enemigo de una pol¨ªtica gubernativa de subvenciones -con los consiguientes ribetes paternalistas de una concepci¨®n pol¨ªtica de esa ¨ªndole-, matizando que en cualquiera de los dos pr¨®ximos Consejos de Ministros se propondr¨ªa la desaparici¨®n definitiva de la actual censura cinematogr¨¢fica. En el aspecto econ¨®mico, el ministro se?al¨® el af¨¢n de imponer en el sector los criterios de control de taquilla que funcionan en los pa¨ªses del Mercado Com¨²n, es decir, se facilitar¨¢n a los locales unos tickets realizados en la F¨¢brica de Moneda o cuando menos elaborados y controlados por el Estado, que permitir¨¢n erradicar definitivamente -de llevarse a la pr¨¢ctica- uno de los obst¨¢culos m¨¢s importantes de los productores: el desconocimiento real de las recaudaciones que consiguen sus filmes. Baste decir que dicho intento de control ha sido reiterado en numerosas ocasiones por los productores cinematogr¨¢ficos sin conseguir implantarlo hasta la fecha, y del que depende, en buena medida, el futuro inustrial de la cinematograf¨ªa nacional.

Patrimonio art¨ªstico

Por lo que ata?e a la protecci¨®n del patrimonio art¨ªstico, el Ministerio enviar¨¢ a las Cortes una ley del Patrimonio Art¨ªstico en la que se d¨¦ diverso tratamiento fiscal a los bienes catalogados, seg¨²n el grado de intensidad con que cumplen los fines de difusi¨®n u orientaci¨®n cultural. Apunt¨® la urgente necesidad de realizar un primer inventario cultural -cuyo plazo se fij¨® para finales de a?o- como punto de partida para poder planificar ulteriores acciones. Insisti¨® en la provisionalidad de dicho inventario, previo a uno de mayor rigor en el que se utilizar¨¢n los medios que aporta la inform¨¢tica. Dentro de este apartado, el Ministerio considera necesario transformar tambi¨¦n nuestros archivos y museos para convertirlos en la memoria diaria del pa¨ªs y la exhibici¨®n permanente de una realidad cultural.En terrenos m¨¢s abstractos, pero con evidentes derivaciones pr¨¢cticas, el nuevo Ministerio de Cultura se muestra absolutamente partidario de la libertad de creaci¨®n cultural y, como consecuencia, patrocinador de la necesar la protecci¨®n a la misi¨®n del artista, al que intentar¨¢ dotar de un status profesional, inexistente en la actualidad. En este sentido, el Ministerio enviar¨¢ a las Cortes un proyecto de ley, denominado del ?uno por ciento cultural? en virtud del cu¨¢l se tendr¨¢ que destinar dicho por centaje a realizaciones art¨ªsticas en cada obra p¨²blica que se promueva. Ello no tiene otra finalidad que potenciar la creatividad y modificar el entorno art¨ªstico de las zonas en donde se construir¨¢n las obras. Esta protecci¨®n y potenciaci¨®n de la labor del artista se complementar¨¢ con la inclusi¨®n del creador en la Seguridad Social, algo tan de derecho como abstracto en la actualidad.

Otro de los apartados en los que el se?or Cabanillas se extendi¨® fue en el de la necesidad de iniciar una pol¨ªtica de investigaci¨®n, cultural que permita pasar de una etapa intuitiva o descriptiva de la realidad sociocultural, a una posible clasificaci¨®n y planificaci¨®n de las necesidades de los grupos sociales, de acuerdo con sus deseos y comportamientos. Para ello se redactar¨¢ un Libro Blanco de la Cultura, como primer balance de la aut¨¦ntica situaci¨®n espa?ola. En el orden de la colaboraci¨®n con entidades u organismos pertenecientes a otras regiones o nacionalidades, el Ministerio propiciar¨¢ una colaboraci¨®n estrecha en la que las planificaciones culturales -desde la regi¨®n y desde el Ministerio- no resulten coincidentes, sino complementarias. Para ello se elaborar¨¢n una serie de estatutos regionales cuya misi¨®n no es otra que la de favorecer el desarrollo de las distintas culturas de los diferentes pueblos que conforman la totalidad del Estado, a los que se les reconoce en todo momento su derecho a sus propias culturas.

El se?or Cabanillas inform¨® tambi¨¦n del prop¨®sito descentralizador de las actividades de su Ministerio, para lo cual se crear¨¢ un Consejo Superior de la Cultura, integrado por intelectuales y artistas, cuya mision esencial ser¨¢ la de buscar y proponer nuevas v¨ªas de orientaci¨®n y de estrategias de la pol¨ªtica cultural.