Doscientas guarder¨ªas, para m¨¢s de medio mill¨®n de ni?os
El n¨²mero de mujeres que se incorporan a la vida activa del pais se ve aumentado d¨ªa a d¨ªa. En Madrid concretamente, el n¨²mero de mujeres que trabajan fuera de casa es superior a las 750.000. El problema se presenta cuando muchas de estas mujeres no tienen con qui¨¦n dejar a los ni?os peque?os, caso en el que se encuentra la inmensa mayor¨ªa. Para albergar a largo medio mill¨®n de ni?os menores de seis a?os s¨®lo existen en Madrid un n¨²mero aproximado de doscientas guarder¨ªas con una capacidad media de 150 plazas y cuyos precios por ni?o oscilan entre las 2.000 pesetas (en las laborales) y las 7.000 (las privadas). Las asociaciones feministas y de amas de casa se muestran partidarias de solucionar el tema por medio de un plan en el, que el Ministerio de Educaci¨®n o el Ayuntamiento de Madrid se encargaran de construir un n¨²mero suficiente de guarder¨ªas en la ciudad y que ¨¦stas fueran administradas por las entidades ciudadanas, como ocurre en otras ciudades europeas, a la vez que exigen que todas las grandes empresas est¨¦n dotadas de guarder¨ªas.La ¨²nica oferta oficial hasta el momento hecha el pasado julio para paliar el d¨¦ficit de guarder¨ªas infantiles ha consistido en cuarenta solares municipales, en los que el Ministerio de Trabajo construir¨ªa los centros. Estos terrenos se encuentran situados en barrios, perif¨¦ricos de la ciudad y, seg¨²n el Ayuntamiento, cada uno cuenta con una extensi¨®n media de 1.500 metros cuadrados. La oferta, aunque insuficiente, fue aceptada por las agrupaciones de amas de casa, pero cuando la Coordinadora se ha dirigido al Ayuntamiento y al Ministerio de Trabajo para conocer detalles concretos, s¨®lo ha obtenido respuestas ambiguas.
Aumento de enfermedades infantiles
Las organizaciones feministas y la Coordinadora Provincial de Amas de Casa coinciden en se?alar que la falta de guarder¨ªas es uno de los frenos m¨¢s importan tes para las mujeres que desean introducirse en el mundo laboral. El olvido- y desamparo en que el Estado deja a los ni?os de la mujer trabajadora -trae como consecuencia el que muchos de estos ni?os sufran una total desatenci¨®n. La desnutrici¨®n y deshidrataci¨®n suelen ser frecuentes en los ni?os mal atendidos. Isabel Garc¨ªa, miembro de la Coordinadora Provincial, de Amas de Casa, explic¨® a EL PAIS la forma en que ellas consideran que podr¨ªa solucionarse este problema. ? El primer paso ser¨ªa que todas las guarder¨ªas pasaran a. depender del Ministerio de Educaci¨®n, ya que deben ser centros educativos. No basta con acumu lar ni?os, sino que hay que ini ciarles en los primeros niveles de educaci¨®n. Los centros tienen que ser gestionados despu¨¦s por los padreg, profesores, y asociaciones de vecinos conjuntamente. En resumen, nosotras consideramos que las guarder¨ªas deben ser esta . tales, gratuitas, cient¨ªficas y democr¨¢ticas.' Esto lerm i . tir¨ªa, la plena incorporaci¨®n de la mujer al trabajo productivo, a la vez que se permitir¨ªa una formaci¨®n m¨¢s rica: para el ni?o. El planteamiento de los grupos feministas no difiere 'sustancial mente del de las amas de casa. Las mujeres del Colectivo Feminista se?alaron que el Ayunta miento madrile?o debiera to marse en serio el tema y, ya que este organismo es el que cuenta con los solares, que sea ¨¦l el en cargado de correr con la construcci¨®n de los centros. El gobierno de los centros ser¨ªa el mismo que plantean las amas de casa.. Junto a las guarder¨ªas, que debieran distribuirse por todos los barrios madrile?os en n¨²mero Suficiente como . para albergar a los menores.de seis i?os, las fe ministas, proponen que tanto en empresas en las que trabajan mujeres como hombres se insta len guarder¨ªas infantiles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.