Juan Antonio de Ybarra: "La pacificaci¨®n no se consigue con altercados callejeros"

?En ning¨²n momento fui el causante de los hechos que sucedieron en San Sebasti¨¢n, despu¨¦s del funeral por el alma de Araluce, y lo ¨²nico que hicimos los polic¨ªas de mi escolta y yo fue intentar evitar que se produjesen enfrentamientos callejeros?, declar¨® ayer a EL PAIS Juan Antonio de Ybarra, hijo mayor del industrial secuestrado y asesinado por ETA el pasado mes de junio.

El se?or De Ybarra, que desde hace unas semanas, a ra¨ªz de varias amenazas de muerte, tiene una escolta policial de tres personas, asisti¨® el pasado martes en San Sebasti¨¢n a un funeral por el presidente de la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa, Juan Mar¨ªa de Araluce, tambi¨¦n asesinado por ETA hace ahora justamente un a?o. A la salida del mismo -seg¨²n la versi¨®n del se?or De Ybarra-, y mientras De Ybarra hac¨ªa tiempo para asistir a una comida en el restaurante Juanito Cojua, que ten¨ªa concertada con varios diputados vascos (cuyos nombres prefiere guardar en el anonimato), ¨¦l y su escolta se vieron enfrentados a un grupo de piquetes de autodefensa de la zona vieja de San Sebasti¨¢n, que pretend¨ªa hacerles fotografias.Ante la negativa del se?or De Ybarra y la insistencia del grupo se prod¨²jeron algunos enfrentamientos al disparar miembros de ¨¦ste tuercas y otros objetos contundentes, con un tiragomas, contra el se?or De Ybarra y su escolta, a consecuencia de lo cual result¨® herido uno de los polic¨ªas.

Para evitar mayores males, prosigue Juan Antonio de Ybarra, ¨¦l se meti¨® en el restaurante, aunque posteriormente se vio obligado a salir por los piquetes de autodefensa de la zona vieja de San Sebasti¨¢n, que tras hacerles numerosas fotograf¨ªas le obligaron a ¨¦l y a su escolta a abandonar el lugar.

El se?or De Ybarra admite que los polic¨ªas de su escolta, al grito de alto, polic¨ªas, sacaron sus armas de fuego, aunque en ning¨²n momento hicieron uso de ellas, y lamenta los hechos, porque, en su opini¨®n, ?el Pa¨ªs Vasco lucha por su pacificaci¨®n, y hechos como ¨¦ste no ayudan a conseguirla. Yo creo que he dado pruebas suficientes de que estoy a favor de esa pacificaci¨®n, y creo que esta s¨®lo se consigue en una mesa de negociaciones y no en altercados callejeros?.

Juan Antonio de Ybarra, que una vez que hubo abandonado el lugar de los hechos se entrevist¨® con el gobernador civil de Guip¨²zcoa, present¨® la correspondiente denuncia.

Horas de tensi¨®n

Seg¨²n informa desde las expectativas de tensi¨®n existe ntes en San Sebasti¨¢n para el martes pasado, d¨ªa 4, primer aniversario de la muerte de Juan Mar¨ªa de Araluce, y de cuatro personas m¨¢s de su escolta, no resultaron fallidas. Los comit¨¦s de autodefensa, creados la v¨ªspera en la parte vieja donostiarra, estuvieron ocupados d¨ªa y noche.

Tras el incidente del se?or De Ybarra hubo relativa calma hasta que, tras otro funeral por el alma de Araluce volvieron a reproducirse los incidentes que duraron intermitentemente toda la noche.

Se iniciaron con una guerra dial¨¦ctica: cuando un grupo de asistentes al funeral, tras ¨¦l enton¨® el Cara al sol, otro grupo respondi¨® con el Eusko Gudariak y diversos gritos, tales como Eta erriak zurekin. Gritos que se repitieron en el curso de una contrarnanifestaci¨®n improvisada por estos ¨²ltimos.

Si todo esto ocurr¨ªa en las proximidades de la catedral del Buen Pastor, al poco los incidentes volv¨ªan a su escenario habitual en San Sebasti¨¢n: la parte vieja.

Hacia las ocho de la noche, dos individuos fueron requeridos para su identificaci¨®n, a lo que se negaron, emprendiendo la huida y refugi¨¢ndose en un portal del Bulevar.

Hacia las diez y media de la noche, los comit¨¦s, organiz¨¢ndose en ese momento para la noche, suspend¨ªan con prisas la asamblea para perseguir a un grupo que, se dijo, iba armado con porras y cadenas.. En su persecuci¨®n llegaron a la cafeter¨ªa California, donde uno de ellos se refugi¨® en la cocina y sali¨® esgrimiendo un gran cuchillo. La intervenci¨®n de la Polic¨ªa Armada, disolviendo al grupo de perseguidores y deteniendo a uno de ellos, cuyo nombre no se ha hecho p¨²blico, resolvi¨® el incidente.

Ya entrada la noche, varios han sido los veh¨ªculos que, haciendo frente a los comit¨¦s, han circulado a gran velocidad por la parte vieja y proximidades. Varias veces, asimismo, pasaron por ella veh¨ªculos jeeps de la Polic¨ªa Armada, disparando en ocasiones.

Ser¨ªan las seis y media de la ma?ana cuando, tras una noche realmente movida, se han retirado los comit¨¦s de autodefensa de la parte vieja donostiarra.