Debate sobre la coherencia con la Moncloa al fondo
Laureano L¨®pez Rod¨®, con sonrisa tibia, estrech¨® la mano de Adolfo Su¨¢rez y le habl¨® de los prop¨®sitos constructivos de Alianza Popular para la reuni¨®n de hoy en la Moncloa. A su lado, Gonzalo Fern¨¢ndez de la Mora, con cara de circunstancias, felicit¨® al presidente ?por el ¨¦xito de esta ma?ana?. La escena se desarrollaba a la puerta del bar de las Cortes, minutos despu¨¦s de la sesi¨®n matinal del Pleno del Congreso, en la que hab¨ªa sido derrotada la enmienda a la totalidad de Alianza Popular contra el proyecto gubernamental sobre el control parlamentario transitorio del ejecutivo.El debate sobre la enmienda a la totalidad de AP hab¨ªa sido un ensayo general con todo, incluido p¨²blico -escaso en las tribunas- y candilejas, de las posiciones de los diferentes grupos parlamentarios, lo que permite a Su¨¢rez conocer el juego de los dem¨¢s y reservarse en ¨²ltimo momento para arrojar el naipe decisivo sobre la mesa de negociaciones.
Ni siquiera el profesor Jim¨¦nez de Parga, que hizo una p¨¦sima defensa del proyecto gubernamental, reuni¨® m¨¦ritos suficientes para que la Oposici¨®n polarizara sus ataques hacia el Gobierno Su¨¢rez. S¨®lo Fraga, profesor tambi¨¦n de Derecho Pol¨ªtico, acus¨® al Gobierno de enga?oso y sonri¨® burl¨®n cuando se oy¨® llamar enemigo de la democracia y partidario del caos.
Manuel Jim¨¦nez de Parga bas¨® su intervenci¨®n en intentar convencer a los partidos de las bondades del control parlamentario con argumentos de derecho comparado y todo. Y ese no era el tema, porque en controlar, todas las Oposiciones est¨¢n de acuerdo. Pero controlar, ?c¨®mo?
Por eso, ni siquiera los grupos parlamentarios que votaron contra el proyecto contradijeron apenas al representante del Gobierno. Conocido de antemano el resultado de la votaci¨®n, el debate se convirti¨® en una controversia sobre la coherencia pol¨ªtica.
Gregorio Peces-Barba, por el PSOE, denunci¨® la incongruencia de UCD, que manten¨ªa su deseo de dejar para la Constituci¨®n el voto de censura y ahora sorprend¨ªa a la afici¨®n con este proyecto. Aludi¨® a la coherencia hist¨®rica de su partido.
No lo hubiera hecho. Santiago Carrillo -que utiliz¨® un plural mayest¨¢tico casi episcopal y puso a Dios por testigo- rechaz¨® la pretendida coherencia del PSOE, y recurri¨® a la rebeli¨®n, seg¨²n dijo, de Besteiro contra Negr¨ªn, ?otro miembro del Partido Socialista?.
Santiago Carrillo se apresur¨® despu¨¦s de esto a colocar de nuevo la tapadera sobre la historia y a pensar sobre el futuro, para el que -dijo- los comunistas se opondr¨¢n a una Monarqu¨ªa presidencialista. Sin embargo, el verdadero motivo de su intervenci¨®n en favor de la abstenci¨®n fue la negociaci¨®n que hoy se inicia en la Moncloa, ante la que asegur¨®: ?No queremos abusar del debate ni ser agresivos, aunque sabemos serlo.?
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