Primer Encuentro de M¨²sica Antigua Espa?ola, en Zaragoza
Con participaci¨®n tan numerosa que desbord¨® las previsiones de los organizadores, se ha celebrado el Primer Encuentro sobre m¨²sica antigua instrumental espa?ola. Convocado por la Instituci¨®n Fernando el Cat¨®lico de la Excelent¨ªsima Diputaci¨®n Provincial de Zaragoza, debemos considerar este encuentro de int¨¦rpretes, music¨®logos y constructores de instrumentos, como el resultado de una inquietud latente, al fin aplacada que con toda probabilidad, dar¨¢ buenos frutos en el futuro.Tres han sido las ponencias desarrolladas en Zaragoza y Daroca. La primera, a cargo del music¨®logo canario Lothar Siemens, tuvo como punto.de arranque un problema t¨¦cnico, como es el exceso de ligaduras en las modernas transcripciones de m¨²sica antigua. Siemens habl¨® de la necesidad de estudiar a los copistas de esa m¨²sica y conocer sus procedimientos y sus fallos, los errores inherentes al trabajo de cifrar un manuscrito en notaci¨®n, o viceversa. Con claros ejemplos lleg¨® a lal conclusi¨®n de que son aconsejables las ediciones cr¨ªticas, en las que, por ejemplo, se advierta al int¨¦rprete las varias soluc¨ªones posibles a un deterrilinado pasaje de la partitura.
Tambi¨¦n hizo referencia Lothar Siemens a la necesidad de llevar a cabo ediciones musicol¨®gicas pr¨¢cticas, y no s¨®lo para music¨®logos. Estos tienen que armonizar sus criterios, deben mantenerse en contacto, ser conscientes de que tienen un compromiso moral de cooperaci¨®n. Al final de su ponencia, Siemens, que parec¨ªa haber querido iniciar el Encuentro con un tema t¨¦cnico con el fin de soslayar cuestiones dolorosas y pol¨¦micas para la musicolog¨ªa espa?ola, apunt¨® hacia la grave y precaria situaci¨®n en que ¨¦sta se halla, resumiendo su intervenci¨®n con la frase La m¨²sica en Espa?a es un maren el que ¨²nicamente nos hemos sumergido hasta los tobillos.
Otros temas surgieron en el sal¨®n de actos de la Diputaci¨®n zaragozana. ?Puede un estudiante de musicolog¨ªa saber qu¨¦ se ha hecho en este terreno en Espa?a desde 1850 hasta nuestros d¨ªas? ?Sabemos acaso, salvo raras excepciones, la m¨²sica existente en nuestros archivos?.
El padre Samuel Rubio afirmo, en breve y certera intervcncion, que la c¨¢tedra de musicolog¨ªa nunca debe ser unipersonal. S¨®lo un pequeno equipo podr¨¢ trabajar e impartir con eficacia las clases de esta disciplina.
El profesor Santiago Kastner, de Lisboa, habl¨® acerca de la interpretaci¨®n de la vieja m¨²sica instrumental ib¨¦rica. Hizo referencia a ta escasez de instrumentos originai.ds hisp¨¢nicos, cuya existencia ser¨ªa fundamental para conocer los recursos, la atinaci¨®n y otros pormenores necesarios para la correcta interpretaci¨®n de, esta m¨²sica. Seg¨²n Kastner, las copiasde instrumentos franceses y flamencos no valen para la m¨²sica ib¨¦rica, pues su sistema de afinaci¨®n era menos progresivos que el nuestro o el napolitano Kastner no tiene fe en las reconstrucciones de instrumentos, entre otras cosas porque la fabricaci¨®n es. hoy m¨¢s cient¨ªfica, la sensibilidad ha cambiado, se toca en ¨¢mbitos mas grandes, no podemos por fiel que sea la copia reconstituir la tensi¨®n ni la medida de la presi¨®n de las cuerdas sobre un fuelle. La ponencia del ilustre profesor tuvo r¨¦plica documentada en una intervenci¨®n de Pere Casulleras, quien puso en tela de juicio el sistema de la afinaci¨®n pitag¨®rica preconizado por el maestro renacentista Bermudo. A su vez, el portugu¨¦s Manuel Mora¨ªs defendi¨® la tesis de Kastner con brillante argumentaci¨®n, asegurando que no hay afinaci¨®n perfecta y que, tal como quer¨ªa Bermudo, se toca muy bien, ya que su sistema est¨¢ bastante cerca del actual.
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