Fiesta popular en apoyo de la ense?anza en euskera
La Federaci¨®n de Ikastolas (centros escolares de ense?anza biling¨¹e) de Guip¨²zcoa, la m¨¢s fuertemente estructurada de las cinco que existen en el Pa¨ªs Vasco, ha organizado para hoy domingo una fiesta denominada Kilometroak 77. El objetivo no es otro que sensibilizar al pueblo en torno al movimiento de la ense?anza en euskera. Kilometroak 77 es en realidad una andadura sobre un circuito preestablecido entre las localidades guipuzcoanas de Beasa¨ªn y Lazcano, para que, participen cuantos quieran demostrar de esta forma su apoyo a las ikastolas. Cuantos acudan a caminar al circuito deben encontrar antes unos patrocinadores que se comprometan a pagar una determinada cantidad de dinero por kil¨®metro recorrido. A t¨ªtulo de ejemplo, ah¨ª est¨¢n las 150.000 pesetas que una entidad bancaria se compromete a pagar por cada kil¨®metro que recorra el arque¨®logo octogenario Jos¨¦ Miguel Barandiar¨¢n. Cada corredor tratar¨¢ de cubrir la mayor distancia posible. Se espera la asistencia de personalidades de la cultura, la pol¨ªtica y el deporte. Esta iniciativa, importada de Estados Unidos, no es sino una m¨¢s de las piruetas imaginativas a que se han visto forzadas las ikastolas en estos a?os, para resolver su siempre dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica. La ausencia total, hasta hace pocos a?os, de cualquier apoyo financiero por parte de la Administraci¨®n ha obligado a encontrar este tipo de f¨®rmulas.
La Federaci¨®n de Ikastolas de Guip¨²zcoa es plenamente consciente del sobreesfuerzo que se le exige al pueblo para, despu¨¦s de todo, acceder a un derecho individual y social, como es el de la ense?anza y educaci¨®n de cada uno en su propia lengua y desde las bases de su propia cultura. Con esa finalidad se reinici¨® el a?o 1960, tras el obligado par¨¦ntesis de la guerra y la posguerra, el movimiento de las ikastolas.Personas que hab¨ªan sufrido en su propia carne la persecuci¨®n del euskera en las escuelas nacionales y que segu¨ªan sufri¨¦ndola en los dem¨¢s campos de la vida social, decidieron, casi clandestinamente, abrir locales en los lugares m¨¢s inveros¨ªmiles, para que sus hijos no olvidaran su idioma, el euskera. Tres fueron las ikastolas que surgieron aquel a?o de 1960. Diecisiete a?os despu¨¦s escolarizan ya al 30% de la poblaci¨®n preescolar de Guip¨²zcoa y al 14% de la EGB. Se han levantado ya ochenta centros que acogen en sus aulas a 27.900 alumnos. En toda Euskadi son m¨¢s de 45.000 los alumnos que acuden a este tipo de centros. Si espectacular ha sido el crecimiento, no menores han sido los problemas.
El econ¨®mico ha sido quiz¨¢ el principal. Las ikastolas han respondido a una iniciativa privada y ¨¦sta ha debido hacerse carg¨® de los costos supletorios derivados de querer educar a los hijos en la lengua y cultura de su pueblo. ?Los vascos estamos pagando doblemente la educaci¨®n de nuestros hijos -se ha afirmado con tal motivo-. Pagamos los impuestos como los dem¨¢s y luego nos toca levantar toda una estructura educativa paralela de nuestros propios bolsillos.?
La soluci¨®n parece evidente: la ense?anza en Euskadi debe ser, cuando menos, biling¨¹e en todos los centros, como ocurre hoy en las ikastolas. Y ha de ser una administraci¨®n vasca, derivada del Estatuto de Autonom¨ªa, la que debe costear y hacerse responsable de la misma.
Esos 27.900 ni?os que se escolarizan este a?o en las ikastolas guip¨²zcoanas, no permiten soluciones a largo plazo. De ah¨ª la larga lista de reivindicaciones para el curso presente, manifestadas una y otra vez ante la Administraci¨®n: desaparici¨®n inmediata de todos los obst¨¢culos legales existentes para que se institucionalicen, y ayudas econ¨®micas de diverso g¨¦nero.
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