"EI principal problema de la humanidad es la energ¨ªa nuclear"
?En mi cartera siempre llevo una fotograf¨ªa que hice yo mismo. En ella se ven a unos ni?os en un hospital: todos enfermos de c¨¢ncer y destinados a morir. El origen. de ese c¨¢ncer lo produjo el medio ambiente. Desde entonces jur¨¦ que luchar¨ªa por vengarles?, coment¨® el comandante Cousteau en el transcurso de una rueda de prensa celebrada ayer en Madrid y cuya finalidad esencial era denunciar lo que a juicio del ocean¨®grafo se ha convertido en el principal enemigo de la humanidad: la energ¨ªa nuclear.
En verdad, hoy en d¨ªa no existen grandes problemas de contaminaci¨®n por radiactividad. Los residuos que vierten a los r¨ªos. las centrales nucleares no son graves. En Espa?a hemos detectado algo de contaminaci¨®n por la central de Vandellos, y el R¨®dano tambi¨¦n vierte algo de poluci¨®n radiactiva, que se va concentrando, por efecto de las corrientes, en la zona entre C¨®rcega, Cerde?a y las Baleares. Las cantidades de Estroncio 92 detectadas en esa zona son ya inquietantes. Pese a ello es el principal problema que tiene planteado la humanidad, a nuestro juicio, es el ya mencionado de la energ¨ªa nuclear. Nosotros en M¨®naco pedimos diariamente el grado de contaminaci¨®n radiactiva en la atm¨®sfera y en las aguas de lluvia. Piensen que entre 1962 y 1963, con las explosiones nucleares de USA y la URSS aument¨® notablemente la radiactividad. En el caso de las explosiones sovi¨¦ticas se pudieron medir niveles cincuenta veces superiores a los aceptables. En el caso de Estados Unidos existi¨® un peligro grave para los reci¨¦n nacidos en aquellas fechas. Desde 1965 se fren¨® radicalmente este tipo de experiencias y, consiguientemente, de contaminaci¨®n.??Por lo que respecta a los residuos calientes, a los contenedores que se depositan en las simas marinas, s¨®lo les puedo decir que, ahora mismo, ni la URSS ni USA contin¨²an con esa pr¨¢ctica. Europa, sin embargo, s¨ª. Podemos afirmar, puesto que obran en nuestro poder las fotograf¨ªas que realiz¨® un submarino norteamericano, que al menos la tercera parte de los 45.000 bidones que deposit¨® Estados Unidos en el fondo del mar, en 1956, est¨¢n abiertos. Es decir, como estas fotograf¨ªas se efectuaron el a?o pasado, se demuestra que esos contenedores no resisten veinte a?os. El plutonio tiene una duraci¨®n de 350.000 a?os. Hay que convencer a los europeos de que dejen de depositar en esas simas atl¨¢nticas los residuos radiactivos. ?
El comandante Cousteau y su ya casi m¨ªtico Calypso, buque oceanogr¨¢fico, est¨¢n trabajando en estos momentos en el estudio de la contaminaci¨®n permanente la de aquellos productos que resulta muy dificil eliminar- que tiene el Mediterr¨¢neo. Para ello han recorrido pr¨¢cticamente todas sus costas, en las que recogieros setenta muestras diferentes de sus aguas. La radiactividad, los metales pesados, el mercurio, los aceites de los motores, el barniz de algunas pinturas y ciertos detergentes que combinados con pesticidas producen poluci¨®n permanente, son las materias que se analizar¨¢n en Barcelona, Marsella y M¨®naco. El objetivo es presentar el informe detallado en la reuni¨®n del Plan Azul para el estudio y conservaci¨®n del Mediterr¨¢neo, que se celebrar¨¢ en M¨®naco en enero de 1978. Las complejas investigaciones se efect¨²an en colaboraci¨®n con la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Telespacio italiana. En s¨ªntesis, el trabajo del Calypso -trabajo que el propio Cousteau insisti¨® en remarcar su car¨¢cter no estatal o paraestatal- es hacer un chequeo al Mediterr¨¢neo:
Ecolog¨ªa y partidos pol¨ªticos
?He de declarar, en primer lugar, que pienso que la exoansi¨®n de la concienciaci¨®n ciudadana es lo ¨²nico que me permite confiar en la humanidad y lo que puede impedir el que los Gobiernos contin¨²en haciendo las barbaridades que hacen. Consecuentemente con ello, mi fundaci¨®n est¨¢ integrada hace tiempo en -los movimientos ecologistas y sus miembros asisten a las manifestaciones. En Francia, y supongo que en Espa?a, el problema ser¨¢ similar, se asiste al fen¨®meno de que todos los partidos, desde los fascistas a los comunistas, tienen programas antiecol¨®gicos. Todos son partidarios de la energ¨ªa nuclear y del armamento at¨®mico. A la vista del auge de los movimientos ecologistas, algunos partidos han intentado reivindicar en sus programas las -preocupaciones por la conservaci¨®n del medio ambiente, pero de una manera m¨¢s que discutible.?
La intervenci¨®n de Cousteau finaliz¨® con un canto -entre fourreriano, y autogestionario- por un nuevo concepto de la econom¨ªa, no basado en el modelo de Keynes, sino en un nuevo t¨¦rmino que podr¨ªa ser definido como ?econom¨ªa de la colectividad?: ?Hasta la fecha, en todos los sistemas conocidos, cada f¨¢brica, cada empresa s¨®lo mide sus inversiones en funci¨®n de su exclusiva rentabilidad. Pues bien, una peseta de ganancia para una empresa qu¨ªmica, puede costar a la colectividad en la que radica, quince pesetas: contaminaci¨®n, absentismo laboral por enrarecimiento del medio ambiente, etc¨¦tera. Creo que hay que luchar por ese nuevo concepto, m¨¢s humano y justo,, en el que se planifiquen las inversiones y los costos en funci¨®n de todos. ?
Radiotelevisi¨®n Espa?ola, en su programa Horizontes, emitir¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, a las 20.00 horas, por la segunda cadena, una amplia entrevista - con el comandante Cousteau, en la que hablar¨¢ extensamente de los trabajos que efect¨²an sobre la contaminaci¨®n del Mediterr¨¢neo.
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