Los refugiados vascos hist¨®ricos podr¨¢n regresar a Espa?a
?Si Aya Zulaic¨¢, Be?aran Orde?ana (Argala) o P¨¦rez Revilla piden el pasaporte, yo se lo doy. El ¨²nico que me pondr¨ªa en un aprieto ser¨ªa Apala, porque al haber una orden de busca y captura contra ¨¦l me ver¨ªa obligado a entregarle a las autoridades francesas.? El c¨®nsul espa?ol en Bayona, Mariano Bayselga, resumi¨® as¨ª para EL PAIS la incidencia que la ley de Amnist¨ªa va a tener sobre el grupo, de refugiados vascos que todav¨ªa permanecen en el sur de Francia.?De hecho -a?ade el c¨®nsul- no hemos negado el pasaporte a nadie desde comienzos del pasado a?o. Durante estos dos a?os yo he concedido unos doscientos. Hoy en d¨ªa s¨®lo quedar¨¢n unas quince personas sin regularizar su situaci¨®n.?
Este c¨¢lculo coincide con las cifras que hemos podido obtener entre los propios refugiados, con.la salvedad de que se trata de refugiados hist¨®ricos, fugados antes de la muerte de Franco. Nuevos grupos m¨¢s dif¨ªciles de contabilizar han engrosado luego las filas del exilio, personas en su mayor¨ªa muy j¨®venes, que han militado en los comandos bereziak o en ETA-militar, y que se han visto obligados a huir tras su participaci¨®n en alguno de los atentados ocurridos a lo largo del presente a?o. Es posible que en esta situaci¨®n se encuentre m¨¢s de un centenar de personal, cuyo regreso parece d¨ªa a d¨ªa m¨¢s problem¨¢tico a causa de la escalada de violencia desatada de nuevo por los milis.
Precisamente contra este colectivo de refugiados, que mantienen en alto el hacha. de guerra, parece decidido a actuar el Gobierno franc¨¦s, que no quiere ver convertida su zona vasca en un refugio permanente.
El se?or Baselga lo confirma: ?Desde que se vio que el Gobierno espa?ol iba a conceder una amnist¨ªa en serio, aqu¨ª han empezado a estudiar la situaci¨®n de los refugiados. Las autoridades de este pa¨ªs, entienden que ya no hay raz¨®n para que mantengan ese estatus. Existe, en efdcto, la intenci¨®n de no conceder nuevos estatutos de refugiado. Al que lo tenga se le pedir¨¢ que legalice su situaci¨®n y si no tiene trabajo ser¨¢ conducido a la frontera. De acuerdo con el Convenio de Ginebra pueden elegir la frontera que quieran, pero tampoco ser¨ªa anormal que se les pusiera en la espa?ola, porque no iban a ser perseguidos.?
Condicionar la permanencia aqu¨ª al puesto de trabajo -dice por su parte M. Arregui, miembro de ?Anai-Artea?, instituci¨®n de ayuda a los refugiados- significa en la pr¨¢ctica su expulsi¨®n, porque aqu¨ª no hay trabajo para nadie, no s¨®lo para los exiliados. Por si esto fuera poco, se ha desempolvado ahora una vieja ley que impide a una empresa contratar personal extrarijero en un porcentaje superior al 10 %.?
Entre los propios refugiados el clima es de temor. Tan s¨®lo los pol¨ªtico-militares de ETA van.a regresar en su totalidad, si bien eran muy pocos los que quedaban todav¨ªa al norte del Bidasoa. Algunos de los que en su d¨ªa militaron en la rama militar han realizado tambi¨¦n gestiones con abogados.
Queda, por ¨²ltimo, el grupo tal vez m¨¢s numeroso, integrado por los militantes activos de ETA-militar, que mantienen en alto la bandera de la lucha armada. Su regreso con acciones todav¨ªa bien reci ente! sobre las espaldas les conducir¨ªa a la c¨¢rcel, pero, por otra parte, su permanencia en el suelo de Francia aparece cada d¨ªa m¨¢s dif¨ªcil, a no ser que se amparen nuevamente en la clandestinidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.