El descarrilamiento de los bonos de Renfe en la ruta m¨¢s usada: ¡°La culpa es de todos los pol¨ªticos, no han pensado en los currelas¡±
El trayecto Valladolid-Segovia-Madrid, que copa el 25% de los usuarios, acusa el adi¨®s temporal de las ayudas estatales
Cada ma?ana se parece a la anterior en las estaciones de tren de Valladolid y de Segovia. Resignaci¨®n, maletines, caf¨¦s, americanas, cascos, libros o gloriosas cabezadas en posiciones imposibles a 200 kil¨®metros por hora. Rematar informes, correos electr¨®nicos, reuniones virtuales o ver amanecer por la ventana antes de llegar la oficina. Un cl¨¢sico de cada ma?ana multiplicado desde que el Gobierno, tras la pandemia y con apoyo parcial de las comunidades aut¨®nomas, abarat¨® notablemente el precio de la alta velocidad. Un descuento del 50% en el precio del recorrido Valladolid-Segovia-Madrid se convirti¨® en el trayecto subvencionado m¨¢s demandado de Espa?a para miles de ¡®neomadrile?os¡¯ que hacen cada d¨ªa este viaje por motivos laborales. La congelaci¨®n de las ayudas al transporte tras la derrota parlamentaria del Gobierno esta semana amenaza gravemente el bolsillo de los muchos usuarios que hacen cada d¨ªa este trayecto.
El fracaso del paquete legislativo presentado esta semana por el Ejecutivo (PSOE y Sumar) y frustrado por las derechas de Junts per Catalunya, el PP y Vox perjudica a la ciudadan¨ªa que abarrota estos trenes cada ma?ana. Los impulsores de la iniciativa argumentan que junto a las ayudas al transporte p¨²blico tambi¨¦n se ha cancelado un paquete de ayudas para los afectados de la dana de Valencia, la subida de las pensiones y otras medidas relacionadas con el escudo social. La oposici¨®n critica la inclusi¨®n de contenidos dispares en un mismo paquete y abogan por negociar cada uno de forma individual. Este nuevo cap¨ªtulo en el choque entre los dos principales partidos nacionales hace levantar la ceja este viernes por la ma?ana en las v¨ªas de Valladolid a los miles de agraviados que conf¨ªan en que el nuevo precio, el triple que el anterior, sea una interrupci¨®n temporal y no un entierro definitivo.
Un bono de 50 viajes ascend¨ªa a 2,80 euros por unidad, 140 en total. El de 10 trayectos, para usar en 20 d¨ªas, se quedaba en 32 euros; 50 si se consum¨ªa en 40 d¨ªas. Actualmente, la alta demanda llena vagones y exige sacar con bastante anticipaci¨®n los billetes durante las horas punta. El consumo de estos miles de bonos, seg¨²n los datos de Renfe, ha alcanzado durante estos a?os de operatividad casi un 25% del total de bonos con descuento emitidos para todas las rutas en Espa?a. Desde que se puso en marcha el bono a precio rebajado, Raquel Luis, profesora vallisoletana de 51 a?os, lleva desde que comenz¨® esta medida aprovech¨¢ndola para desplazarse cotidianamente a Segovia a bajo precio. ¡°La culpa es de los pol¨ªticos, me da igual el signo, no han pensado en los currelas¡±, cr¨ªtica, pues el bono de 50 viajes por 96 euros ahora le sube a 365.
El Estado sufragaba hasta esta semana la mitad del precio. Las comunidades del PP, pese al voto negativo de sus diputados en el Congreso, mantendr¨¢ el 25% de descuento. Ahora costar¨¢ el triple que ser¨ªa cuatro veces m¨¢s alto sin el apoyo auton¨®mico. ¡°Es una burrada, no es normal, por el bien de los partidos tendr¨¢n que hacer algo porque si no la ciudadan¨ªa se les echa encima¡±, cree Luis, testigo del colapso de la web de Renfe al conocerse la votaci¨®n en el Congreso. Miles de usuarios de toda Espa?a, el claustro y ella incluidos, apuraban para adquirir sus bonos antes del golpe. ¡°En el decreto hab¨ªa demasiadas cosas, yendo por partes los bonos se hubieran aprobado¡±, destaca la afectada, e insiste en que ¡°el paquete inclu¨ªa ayudas a las pensiones o a Valencia, esos est¨¢n peor que nosotros, que al menos tenemos trabajo¡±.
El fin de los bonos hace reflexionar a un maquinista de Renfe afincado en Valladolid sobre qui¨¦n tiene la culpa: ¡°Buena pregunta¡ Pues un poco de todos. Es una falta de responsabilidad del Gobierno y de la oposici¨®n¡±. Este empleado p¨²blico, que pide anonimato, destaca que tanto su pareja como varios amigos aprovechaban esta medida para seguir en la ciudad sin los dislates residenciales de la capital, pero manteniendo all¨ª el empleo. El menor coste de vida en estas provincias, combinado con el teletrabajo parcial o completo, permiti¨® a muchos j¨®venes modificar su proyecto vital y regresar a su ciudad. Carlos Perfecto, portavoz de la Federaci¨®n Nacional de Usuarios Recurrentes y portavoz en Castilla y Le¨®n, reprocha lo sucedido: ¡°Es un torpedo a la econom¨ªa de las familias, la democratizaci¨®n de un servicio p¨²blico, al necesario equilibrio territorial fundamental en Castilla y Le¨®n y al crecimiento demogr¨¢fico conseguido especialmente en los ¨²ltimos tres a?os¡±. Perfecto tilda de ¡°transversal¡± este fomento del transporte p¨²blico y ruega di¨¢logo y acuerdos ante una pol¨ªtica que ha demostrado su ¡°necesidad y ¨¦xito¡± en una materia que toca la ¡°estructura¡± del Estado.
El tren llega a Segovia tras 25 minutos de recorrido. Se apean varios usuarios y montan otros nuevos con destino Madrid. Los estudiantes repasan los apuntes de F¨ªsica o pasan el dedo por el m¨®vil mirando Instagram. David Mart¨ªnez, de 47 a?os, ingeniero de profesi¨®n, gabardina larga y malet¨ªn, se muestra pesimista con el retorno de esta subvenci¨®n. ¡°No creo que vuelva y acabar¨¢ habiendo menos frecuencias de tren¡±, sostiene este usuario que coge entre dos y tres d¨ªas semanales el ferrocarril. Mart¨ªnez achaca los males al Gobierno por incluir la rebaja ¡°dentro del mismo paquete, confiando en que se lo aprobar¨ªa el Congreso¡±.
El recorrido prosigue hacia Madrid como met¨¢fora del futuro pol¨ªtico de los bonos m¨¢s demandados de Espa?a. Tras la oscuridad del t¨²nel est¨¢ la niebla de Madrid. La estaci¨®n de Chamart¨ªn, hora y cinco minutos despu¨¦s, acoge al tren de Renfe que irrumpe en la estaci¨®n mientras la marabunta enfila las calles de la capital. Emma Marcos, de 30 a?os, hace lo propio rumbo a la Universidad Complutense, donde cursa un m¨¢ster en Gesti¨®n Cultural. Su plan pasaba por buscar trabajo en Madrid y valerse de un transporte barato para seguir viviendo en Valladolid, truncado ahora por el tortazo parlamentario. ¡°La culpa es de los pol¨ªticos. Est¨¢n siempre discutiendo y eso nos perjudica. Hay que luchar para que vuelvan los precios anteriores. No podemos retroceder en el fomento al transporte p¨²blico¡±, protesta Marcos, molesta con los partidos de la oposici¨®n. ¡°En ese paquete hab¨ªa medidas positivas que ahora se van al garete¡±, a?ade. La treinta?era camina entre el gent¨ªo rumbo al metro mientras lanza m¨¢s criticas sobre el tacticismo electoral: ¡°Luego ganar¨¢n ellos [las elecciones] y mantendr¨¢n todo¡±. ¡°En Valladolid esta decisi¨®n afecta a mucha gente y, ya que no van a descentralizar Madrid, necesitamos a¨²n m¨¢s el tren¡±. A continuaci¨®n se despide sumergi¨¦ndose entre los cientos de viajeros que avanzan de forma fren¨¦tica por la estaci¨®n. Rostros desconocidos unidos por su indignaci¨®n con los nuevos precios de Renfe.
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