El Congreso se constituy¨® definitivamente
?Tras un par¨¦ntesis de cuarenta a?os, los leg¨ªtimos representantes del pueblo vuelven a sentarse en su sitio?, dijo Fernando Alvarez de Miranda (UCD), al constituirse definitivamente el Congreso de Diputados, del que fue elegido ayer presidente, en la sesi¨®n plenaria de esta C¨¢mara. Las novedades m¨¢s sobresalientes, aunque ya previstas fueron la elecci¨®n de Victoria F¨¦rn¨¢ndez Espa?a (AP) como vicepresidenta tercera e Ignacio Gallego (comunista) como vicepresidente cuarto. Los dem¨¢s disputados de la Mesa interina permanecen en sus cargos definitivos, con la salvedad de Luis G¨®mez Llorente (PSOE), que ocupaba la vicepresidencia segunda, pasa a la primera, y Jes¨²s Esperab¨¦ de Arteaga pasa de la primera a la segunda.
Las votaciones se efectuaron de acuerdo con los pactos a que previamente hab¨ªan llegado la mayor¨ªa de las cabezas de los grupos parlamentarios. La estrategia de la votaci¨®n, requiri¨® instrucciones precisas a los diputados a trav¨¦s de reuniones u otros medios que aseguraran el resultado aritm¨¦tico, deseado de los votos emitidos. En alg¨²n caso, tales pactos no agradaron a determinados miembros de la base. Concretamente, los diputados gallegos de UCD no se mostraron demasiado felices con que accediera a u?a vicepresidencia la aliancista Victoria Fern¨¢ndez Espa?a, de su misma regi¨®n. Por su parte, los miembros del Grupo Mixto hicieron un esfuerzo desesperado para romper el pacto en lo que se refiere a las vicepresidencias, pero s¨®lo obtuvieron diez votos para el miembro del PSP Donato Fuejo.La sesi¨®n, que registr¨® tres largas votaciones nominales, se celebr¨® en medio de un ambiente de murmullos. Los diputados formaron constantemente corrillos en los pasillos y en el propio hemiciclo, mientras iban produci¨¦ndose- los tr¨¢mites necesarios, pero aburridos, de las votaciones y los escrutinios.
El vicepresidente primero, Jes¨²s Esperab¨¦ de Arteaga, descabalgado de su cargo para pasar al inmediatamente siguiente, asisti¨® a la sesi¨®n desde un esca?o y su labor en el escrutinio fue sustituida a medias entre el secretario primero, se?or Ruiz Navarro, y un ujier.
Votos no previstos
El sentido del humor de algunos diputados, o tal vez cierto despiste, ocasion¨® numerosos votos en falso no previstos en el pacto entre los grupos.
As¨ª, en la elecci¨®n.del presidente del Congreso hubo votos para Fernando Abril (senador y vicepresidente tercero del Gobierno, por lo que el voto fue nulo) y para los diputados Alfonso Guerra e Ignacio Camu?as precisamente. En la elecci¨®n de vicepresidentes hubo un voto tambi¨¦n para Fernando Abril y para el se?or Camu?as, dos para Gonzalo Fern¨¢ndez de la Mora y uno para cada uno de los diputados siguientes, entre otros: Dolores Ib¨¢rruri, Leopoldo Calvo Sotelo, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez Llorca, Enrique Bar¨®n y Jos¨¦ Luis Ruiz Navarro.
Finalmente, en la votaci¨®n de los secretarios, Manuel Fraga obtuvo dos votos y uno cada uno de los se?ores Fuejo, Calvo Sotelo, Carrillo y Letamend¨ªa.
En todas las votaciones se registr¨® un importante n¨²mero de votos en blanco, con los que los grupos parlamentarios se absten¨ªan de votar a los diputados que no eran de su agrado para los cargos a elegir, al tiempo que facilitaban el pacto realizado por los dirigentes de los respectivos grupos parlamentarios.
Producida la constituci¨®n de la Mesa, la se?ora Fern¨¢ndez Espa?a y el se?or Gallego se incorporaron a la misma, y el hemiciclo tribut¨® una larga ovaci¨®n a la Mesa definitiva as¨ª constituida.
Alejar el fantasma de la discordia
A continuaci¨®n, el presidente se?or Alvarez de Miranda, aludi¨® a la etapa interina que acababa, en la que se han cometido errores por falta de experiencia democr¨¢tica parlamentaria, pero en la que se hab¨ªa puesto gran inter¨¦s y esfuerzo para cumplir los cometidos asignados.
Subray¨® que tras el par¨¦ntesis excepcional de cuarenta a?os, los leg¨ªtimos representantes del pueblo volv¨ªan a sentarse en su sitio y la C¨¢mara deber¨ªa tomar conciencia de la necesidad de adaptarse a los h¨¢bitos democr¨¢ticos que imperan en la Europa a la que pertenecemos, as¨ª como la necesaria mutua tolerancia que exige el r¨¦gimen parlamentario.
Insisti¨® en la necesidad de alejar el fantasma de la discordia y se?al¨® que, aunque durante la etapa pasada se produjeron debates agrios y duros, como el desarrollado en torno al orden p¨²blico, tambi¨¦n se hab¨ªa producido ejemplo de solidaridad como la reciente aprobaci¨®n de Ia ley sobre Amnist¨ªa.
Record¨® c¨®mo la vieja pol¨¦mica ruptura-reforma-es ya algo desfasado y sin sentido, y pidi¨® a los diputados el reconocimiento a la institucion mon¨¢rquica encarnada en la persona del rey don Juan Carlos de Borb¨®n (aunque en este punto, el subconsciente del antiguo consejero privado del conde de Barcelona lejug¨® una mala pasada y, a pesar de tener escrito el discurso, ley¨® don Juan de Borb¨®n), que nos ha mostrado inequ¨ªvoca mente que ?lejos de constituir un freno en el desarrollo pol¨ªtico de la democracia, ha sido quien primero ha impulsado y despu¨¦s, ha garantizado la consolidaci¨®n de los arance que se han conseguido, ante el escept¨ªcismo primero y la admiraci¨®n despu¨¦s, de quienes parec¨ªan de la capacidad de nuestro pueblo?.
Por ¨²ltimo, el s¨¦?or Alvarez de Miranda cit¨® a Juli¨¢n Besteito, anItecesor en el cargo y situ¨¢ndose como hombre de UCD exhort¨® finalmente a los diputados a ?inspirar, confianza en nuestro pueblo para que la libertad y lajusticia no sean palabras vanas?. A continuaci¨®n, el presidente pidi¨® el consenso de la C¨¢rnara para cambiar el orden del d¨ªa, que continuar¨¢ el martes pr¨®ximo sobre siete proyectos de suplemento de cr¨¦dito, para continuar despu¨¦s con la reforma fiscal y concluir con el debate general sobre temas econ¨®micos que estaba previsto como punto inmediatamente posterior al de la amnist¨ªa en el orden del d¨ªa inicial.
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