"Mientras el marxismo sea lo que es hoy, continuar¨¢ siendo irreconciliable con el cristianismo"
EL PAIS. ?Por qu¨¦ la prensa italiana le presenta como conservador integrista, cuando en Espa?a hab¨ªa sido siempre considerado como un hombre abierto al di¨¢logo, comprometido, progresista?Monse?or Benelli. Tengo conciencia de no haber cambiado, de haber luchado siempre por defender la libertad, como anti-fascista en la resistencia italiana, como anti-franquista en Espa?a, en tiempos de dictadura, y hoy anti-marxista porque estoy convencido que el marxismo no defiende todas las libertades. Mientras el marxismo sea lo que es hoy, continuar¨¢ siendo irreconciliable con el cristianismo. No he mencionado la carta de Berlinguer. He denunciado la ley 382 porque la considero injusta y anticonstitucional, porque el Estado no puede sustituir a la creatividad y a la iniciativa privada de los ciudadanos en un pa¨ªs en el cual rige una constituci¨®n que defiende la iniciativa privada. Hasta hoy, la mayor parte de los italianos vota por un r¨¦gimen democr¨¢tico y no totalitario.
El Estado debe coordinar las iniciativas, pero no es justo que curte las piernas pretendiendo acaparar toda la asistencia. Esto es colectivismo.
'El marxismo va contra la unidad de comunistas y cristianos'
EL PAIS. ?Y el esfuerzo de comunistas y cristianos por reconciliarse?
M. B. En mi di¨®cesis, m¨¢s de la mitad de los cat¨®licos son comunistas. El marxismo va contra la unidad, porque predica la divisi¨®n, que es la base de todo sistema marxista Divisi¨®n porque privilegia una clase en disfavor de las otras. El cristianismo es lo contrario, busca la unidad de todos los hombres. El marxismo se preocupa de la un?-' dad de los obreros, ?y los dem¨¢s?
EL PAIS. Le recuerdo que los comunistas han renunciado a la ?Dictadura del proletariado?, a la ?lucha de clase?, al ?ate¨ªsmo?.
M. B. Si esto fuere verdad en la pr¨¢ctica, entonces significar¨ªa que han renunciado a ser marxistas, y en este caso deber¨ªan llamarse socialdem¨®cratas, o deber¨ªan inventar otro nombre, pero no llamarse comunistas. Una cierta prensa ha intentado presentar mis afirmaciones como m¨¢s intransigentes que las del Vaticano o las del padre Arrope. L'Osservatore Romano publica, en un n¨²mero, mi conferencia al Congreso Nacional de la Federaci¨®n Italiana de las Escuelas Maternas, en el que se insiste en la ausencia de divergencias de fundo con el Vaticano, o con la Conferencia Episcopal, o con el padre Arrope. Este ¨²ltimo habl¨® al S¨ªnodo desde un punto de vista pastoral del di¨¢logo con los ?marxistas? y no con el marxismo. El verdadero marxismo es la ant¨ªtesis. de la palabra de Dios, porque ¨¦sta es unidad y el marxismo es divisi¨®n, ¨¦sta es trascendencia, es inmanentismo, ¨¦sta es el hombre y el marxismo es el grupo, ¨¦l proletariado. Son posiciones antit¨¦ticas.
EL PAIS. ?Y los italianos cat¨®licos que votan comunista?
M. B. Los cristianos que votan comunista es porque o no conocen el marxismo o no conocen el cristianismo. De ah¨ª mi intervenci¨®n en el S¨ªnodo insistiendo en la catequesis a los adultos, porque la mayor parte de los cat¨®licos, en Italia-, no saben por qu¨¦ son cristianos. La cosa m¨¢s urgente es; pues, el catequizar a los cristianos. Otros no saben lo que significa ser marxista, y otros, en fin, ni foque es ser cristiano, ni lo que quiere decir marxista. Piensan que el Partido Comunista es el partido de los pobres, y por eso se les ve en la iglesia rezar con gran fervor y despu¨¦s votar comunista. Ignoran las implicaciones m¨¢s graves del sistema marxista. Temo que se pueda poner en juego el concepto cl¨¢sico de libertad. Me duele que me llamen ?integrista?, pero no me importa que me den este apelativo si esto significa que no quiero para Italia, ni para los cristianos, la libertad de los pa¨ªses sovi¨¦ticos. Si defender todas las libertades, la libertad integral, el verdadero pluralismo, el derecho a la creatividad, a la libre iniciativa, significa ser ?integrista?, entonces no me importa ser acusado de este pecado.
EL PAIS. ?Cu¨¢l es la alternativa a treinta a?os de Gobierno democratacristiano, con su corrupci¨®n incluida?
M. B. Como sacerdote, no estoy a favor de ning¨²n partido. Pienso que no sea oportuno, ahora, crear un nuevo partido cat¨®lico, pero estoy convencido que en Italia no hay alternativa. Por eso, aun cuando uno pueda despreciar la democracia cristiana, la alternativa es s¨®lo el comunismo. Por eso incluso los laicos, que no quieren para Italia cl comunismo; se ven forzados a votar por la DC, que, precisamente por esto, tiene una gran responsabilidad en su proceso de renovaci¨®n. n. Es cuesti¨®n de libertad u de no libertad, como en Portugal.
'La Iglesia, a partir de la gran guerra mundial, ha ido a remolque del marxismo'
EL PAIS. ?Qu¨¦ alternativa v¨¢lida ha propuesto la Iglesia, para los cat¨®licos que rechazan el capitalismo como un sistema injusto y anti-evang¨¦lico?
M. B. La tragedia para la Iglesia es que a partir de la gran guerra mundial ha ido a remolque del marxismo, interrumpiendo ta investigaci¨®n en cl campo social. Y la cosa es tanto m¨¢s grave en cuanto existe una gran originalidad cristiana y una enorme riqueza en la doctrina cat¨®lica, que si se hubiese sabido usarla se hubiese podido ir en el campo de la socializaci¨®n, de la participaci¨®n social, m¨¢s all¨¢ de los diversos socialismos y con una diferencia: salvando el hombre y no sacrific¨¢ndolo al grupo, como lo demuestra la historia. Desde que ha nacido cl comunismo, cl hombre se viene sacrificando a favor del grupo. S¨®lo el cristianismo pone al hombre al centro de la crea creaci¨®n.
EL PAIS. ?C¨®mo ve la nueva Espa?a?
M. B. Ha dado un ejemplo de gran madurez. Hay que apoyar a cu¨¢n tos est¨¢n realizando este enorme esfuerzo de lealtad. En un momento monto tan delicado, en el cual lo espa?oles han sido capaces de evitar lo peor, merecen la ayuda de todo el mundo. Los espa?oles est¨¢ encontrando el camino de la verdadera democracia: Existe en Espa?a, hoy, una gran sinceridad All¨ª existe buena fe. Deben ser in legrados en el proceso de Europa. Hay que ayudar a Espa?a, despu¨¦s de un par¨¦ntesis de cuarenta a?os a entrar en el juego de la vida.
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