Carreras en el Rastro

Las carreras pedestres se vienen produciendo en el Rastro de un tiempo a esta parte, los domingos, por causa de los partidos pol¨ªticos. Viene un partido cualquiera y pone sus tenderetes, extiende sus pancartas y pone sus banderas ondeando al viento. A continuaci¨®n vienen los de cualquier partido contrario y hacen la misma operaci¨®n, y a la m¨ªnima mueca que se hacen empiezan los palos entre ellos, produci¨¦ndose las carreras y la estampida humana, derribando puestos y destrozando g¨¦nero, con las consiguientes contusiones y heridas, pues much¨ªsimo p¨²blico del que viene son personas mayores y matrimonios con ni?os que no tienen la agilidad de los veinte a?os para ponerse a salvo, y no es esto lo malo, sino que se corren las voces y el p¨²blico se espanta, abandonando el recinto por si llueve alg¨²n palo, qued¨¢ndose m¨¢s vac¨ªo que en un d¨ªa de diario, y ya se fastidi¨® la venta del d¨ªa.1 El Rastro de toda la vida ha sido un comercio al aire libre, en el cual la venta fuerte se hace los domingos (o sea cuatro d¨ªas al mes) y aqu¨ª se pagan unos impuestos muy importantes, tanto al Ayuntamiento como a Hacienda, dej¨¢ndole a ambas entidades unos ping¨¹es beneficios, tan pingues como puedan ser los de las grandes galer¨ªas o grandes almacenes.

Por eso, a mi modesto entender, creo que hab¨ªa que terminar con este estado de cosas, recibiendo ayuda por parte de las autoridades gubernamentales, y cuando tratasen de reunirse, las fuerzas del orden p¨²blico, con muy buenas palabras, invitarles a que desalojasen el recinto, y cuando viniesen los contrarios, la misma operaci¨®n; mas como Madrid es muy grande, estamos en plena democracia, y las ideas pol¨ªticas de cada cual son muy respetables, siempre y cuando se respeten los intereses y derechos de cada cual, indicarles sitios donde se pueden reunir sin perjudicar a nadie, tales como la Ribera del Manzanares, donde caben todos los seguidores de los partidos habidos y por haber.