Mal partido y triste victoria del Atl¨¦tico

En un feo partido, falto de, calidad y de inter¨¦s, el Atl¨¦tico bati¨® al H¨¦rcules con cierto desahogo y asegur¨® los puntos. Bermejo y Aguilar, ¨¦ste por dos veces, marcaron para el Atl¨¦tico, en tanto que el gol del H¨¦rcules lo hizo Pereira en su propia meta. El Atl¨¦tico, sin jugar bien, se encontr¨® con sus goles merced a algunos golpes de inspiraci¨®n atacante y al final jug¨® con cierta comodidad a fin de ahorrar fuerzas para el mi¨¦rcoles.Se present¨® el H¨¦rcules en el Manzanares con ciertas pretensiones. No se cerr¨® en los primeros minutos, sino que cada vez que se hac¨ªa con el bal¨®n adelantaba a sus centrocampistas y buscaba el gol. No obstante, nunca hubo calidad ni inter¨¦s en el encuentro, porque por parte de uno y otro equipo falt¨® acierto individual. En el minuto nueve, cuando a¨²n ninguno de los dos equipos hab¨ªa hecho nada de provecho, lleg¨® el primer gol, marcado por Bermejo al aprovechar un fallo de la defensa alicantina; Cap¨®n lanz¨® una falta y por dos veces la defensa del H¨¦rcules dej¨® que el Atl¨¦tico tocara el bal¨®n en la mism¨ªsima ¨¢rea chica. Deusto, en esa ocasi¨®n como en otras, demostr¨® un enorme temor a salir, ni siquiera tres metros m¨¢s all¨¢ de su marco, y con ello contribuy¨® al fallo colectivo. Diez minutos despu¨¦s, y sin que a¨²n ninguno de los dos equipos hubiera hecho nada digno de destacar, el H¨¦rcules empataba por un cabezazo en propia meta de Pereira.

Este gol, aunque parezca parad¨®jico, acab¨® con el H¨¦rcules, porque si cuando el marcador a¨²n no se hab¨ªa movido busc¨® el gol, a partir de ese empate se mostr¨® m¨¢s cauto, se qued¨® m¨¢s atr¨¢s, y atrajo as¨ª hacia su propia ¨¢rea al Atl¨¦tico. Los rojiblancos se afanaban- por hacer buen f¨²tbol, pero los marcajes directos Aracil-Leal y Lattuada-Robi asfixiaban al Atl¨¦tico en la media. Marcial se situ¨® m¨¢s atr¨¢s para evitar un marcaje tan estrecho y lanz¨® algunos buenos balones, pero eso no era lo suficiente para armar el equipo. No hab¨ªa f¨²tbol, ni nervio, ni aciertos individuales, ni nada de nada. Si consigui¨® asegurar el partido el Atl¨¦tico fue porque tuvo dos aciertos aislados, en sendos balones largos a Aguilar, uno de Rub¨¦n Cano y otro- de Marcial, ¨¦ste ya en la segunda part¨¦, que el extremo transform¨®. Pero, golesaparte, el Atl¨¦tico apenas hizo nada. En cuanto al H¨¦rcules, se acord¨® de volver al ataque s¨®lo cuando ya hab¨ªa encajado el tercer gol, y para ello compareci¨® Castronovo en el equipo en sustituci¨®n de Aracil. Pero los alicantinos nunca dieron sensaci¨®n de peligro en sus acciones y dejaron una pobre impresi¨®n como equipo; tanto, que faltando bastante para el final Luis decidi¨® apurar los cambios para dar descanso a Leal y a Rub¨¦n Cano. Asegurado el triunfo, hab¨ªa que reservar fuerzas para el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, d¨ªa en que toca recibir al Nantes.

Resulta claro que el Ail¨¦tico est¨¢ bastante lejos de su mejorforma. Su gran cualidad del a?o pasado, la facilidad de combinaci¨®n entre los hombres de? centro del campo y los de la delantera y las h¨¢biles permutas de posiciones, no resulta esta temporada. Las causas habr¨¢ que buscarlas en el mal momento de forma -que ya se va prolongando mucho- de algunos y en la frecuencia con que las lesiones obligan a Luis a variar el equipo., El partido de ayer se decidi¨® con un par de aciertos, pero pudo complicarse. Como puede complicarse la marcha del Atl¨¦tico en la Liga si no reacciona pronto y pone los medios para recuperar el amplio terreno que ya le llevan Madrid y Barcelona.