El pragmatismo de Sir Joshua
Hay algo que les crea dudas a los gibraltare?os que siguen con cierto inter¨¦s las v¨ªsperas de las conversaciones de hoy en Estrasburgo: ?Oiga usted: ?este Marcelino Oreja se considera disc¨ªpulo de Castiella? ?No es as¨ª??Muchos no acaban de entenderlo. Castiella tiene algo de nombre maldito para los gibraltare?os. Durante su estancia en el Ministerio de Asuntos Exteriores, la reivindicaci¨®n de Gibraltar fue una cuesti¨®n muy primordial. De aquella pol¨ªtica surgi¨® el bloqueo, y del bloqueo, la desconfianza hacia Espa?a de la mayor parte de la poblaci¨®n gibraltare?a.
Antes de que se cerrase la verja, los gibraltare?os se sent¨ªan diferentes a los espa?oles en muchas cosas: una cultura distinta, unas bases diferentes en su sistema judicial, un mayor confort econ¨®mico que les hac¨ªa sentirse privilegiados con respecto al vecino espa?ol y unas garant¨ªas ciudadanas que por entonces estaban in¨¦ditas al otro lado de la verja. Despu¨¦s del cierre, surgi¨® una atroz desconfianza hacia los vecinos.
El aislamiento del Pe?¨®n oblig¨® a sus habitantes a distanciarse absolutamente de Espa?a. Los llanitos dejaron de pasar los fines de semana en la Costa del Sol. Ir a Londres era menos complicado y casi m¨¢s barato. Peque?os incidentes tomaban grandes dimensiones. La peque?a an¨¦cdota pod¨ªa llegar a convertirse en drama. Unas veces era la retirada pol¨ªtica de Miss Espa?a para no competir con Miss Gibraltar por el t¨ªtulo de Miss Mundo. En otras ocasiones suced¨ªa que en las iglesias cat¨®licas se acababa el vino de consagrar y las autoridades espa?olas pon¨ªan todo tipo de dificultades para facilit¨¢rselo.
Historias pintorescas de este tipo llenan la vida de Gibraltar los ¨²ltimos ocho a?os. El bloqueo tomaba as¨ª unos trazos m¨¢s esperp¨¦nticos a¨²n, y el resentimiento hacia el vecino segu¨ªa aumentando.
En este contexto, no es de extra?ar que la poblaci¨®n fuera terriblemente suspicaz con los palomos -los que apoyaban un entendimiento con Espa?a- Hace un a?o, en las ¨²ltimas elecciones, de un total de 11.721 votantes, Sir Joshua Hassan obtuvo 7.225 votos, y Mauricio Xiberras -el m¨¢s ferviente pro brit¨¢nico-, 6.029. Jos¨¦ Manuel Triay -reputado palomo- tuvo que contentarse s¨®lo con 1.727. Y, aun as¨ª, este 15% fue para algunos una cifra bastante alta.
Jos¨¦ Manuel Triay, l¨ªder del Partido Autonomista, soporta su cruz con una cierta resignaci¨®n. Cuando se habla de las conversaciones que hoy se celebrar¨¢n en Estrasburgo sonr¨ªe y dice: ?Esto es, al fin y al cabo, lo que nosotros venimos proponiendo desde hace muchos a?os?.
Curiosamente, mientras Xiberras curs¨® sus estudios en Salamanca, Triay lo hizo en Inglaterra. A Triay esto le parece coherente: el hecho de haber convivido con los brit¨¢nicos y compartir con ellos un mismo nivel social le ha ayudado a desmitificarlos.
Jos¨¦ Manuel Triay muestra sus opiniones sobre las conversaciones exploratorias que hoy tendr¨¢n lugar en Estrasburgo: ?Si la delegaci¨®n gibraltare?a se muestra de acuerdo, de Estrasburgo pueden salir resultados positivos. Ahora bien, si en absoluto se habla de soberan¨ªa, poco se puede avanzar.
Es evidente que es precisamente de soberan¨ªa de lo que Espa?a va a hablar.?
Sin embargo, Sir Joshua Hassan ha negado siempre que pretendiese hablar de este tema. ?Yo creo -dice Triay- que Hassan es un se?or pragm¨¢tico del que se puede decir que comparte nuestras tesis de autonom¨ªa, aunque p¨²blicamente se niegue a admitirlo.? Para Jos¨¦ Manuel Triay, la autonom¨ªa gibraltare?a deber¨ªa salir de un nuevo Utretch, de un acuerdo entre Gran Breta?a y Espa?a. ?La autonom¨ªa -dice- no deber¨ªa de resultar para nosotros un concepto nuevo. La Commonwealth ya recoge la idea de autogobierno.?
El problema de defensa ocupa en la cuesti¨®n de Gibraltar un papel protagonista. La existencia de la base inglesa es la que le da sentido a la vida econ¨®mica de la Roca. De hecho, ¨¦sta es la cuesti¨®n de fondo que se viene a plantear cuando se habla de soberan¨ªa.
? Los gibraltare?os -dice Triay- no tenemos control sobre la defensa del Pe?¨®n. No es cierto que la presencia del ej¨¦rcito ingl¨¦s constituya una garant¨ªa. Ha habido ocasiones que esta presencia ha resultado todo lo contrario a una garant¨ªa. En 1940, por ejemplo, los intereses de defensa brit¨¢nicos hicieron que se evacuara Gibraltar. Los gibraltare?os, entonces, fuimos enviados a lugares que no eran nada seguros. Unos fuimos a Londres, que por aquellos d¨ªas era bombardeado frecuentemente; otros, al protectorado franc¨¦s en Marruecos, que ser¨ªa muy pronto tomado por las fuerzas de P¨¦tain. Nosotros no tenemos intereses de defensa, pero s¨ª queremos que estos intereses no vayan en nuestra contra. En el futuro, la defensa deber¨¢ estar en funci¨®n de la autonom¨ªa de Gibraltar, y no la autonom¨ªa en funci¨®n de la defensa. ?
Para Triay, el cierre de la frontera y las restricciones han tenido resultado positivo. ?El antiespa?olismo -dice- es m¨¢s antiguo que las restricciones. Si Espa?a no hubiera aplicado la medida de cerrar la verja, Gibraltar no habr¨ªa tomado conciencia de sus problemas.?
Joe Bossano, el l¨ªder socialista al que de ning¨²n modo se le puede tildar de espa?olista, piensa de modo semejante, aunque por razones diferentes: ?El abrir la frontera antes de que se produjese un acuerdo no es beneficioso. La gente perder¨ªa la conciencia gibraltare?a que ha ido ganando a lo largo de estos a?os. ?
?Qu¨¦ puede salir hoy de las conversaciones de Estrasburgo? Lo m¨¢s que se puede esperar es un comienzo del deshielo. Gibraltar cuenta con un hombre en el que la gente parece confiar. Sir Joshua Hassan ha encabezado el Gobierno de la Roca desde su creaci¨®n. Tan s¨®lo hubo un par¨¦ntesis en su mandato: el par de a?os en que el integracionista Pelliza ocup¨® su despacho.
La confianza ciega de sus seguidores (?¨¦l es el que conoce bien ezto?, dicen) puede facilitar el deshielo. Seg¨²n afirman algunos, Hassan no es tan intransigente como aparenta en la cuesti¨®n de la soberan¨ªa. Tambi¨¦n hay quien asegura que lleva al pro brit¨¢nico Xiberras a Estrasburgo ?para ablandarlo, para que se d¨¦ cuenta de una vez que Inglaterra quiere buscar soluciones?.
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