Muere en Paris el pintor Ferm¨ªn Aguayo
En la madrugada del pasado mi¨¦rcoles muri¨® en Par¨ªs el pintor espa?ol Ferm¨ªn Aguayo. Castellano, nacido el 14 de agosto de 1926 en un pueblo de la provincia de Burgos (Sotillo de la Ribera), conoci¨® una infancia muy dura -padre fusilado, madre que se muere poco despu¨¦s-, aprendiz de distintos oficios en los oscuros a?os de la posguerra.Artista que desde un primer momento luch¨® con denuedo por ser pintor, fue uno de los primeros abstractos en Espa?a. En 1947 perteneci¨® al grupo P¨®rtico, de Zaragoza. Pero muy pronto su inquietud personal le llev¨® a Par¨ªs, en donde, desde 1952 hasta su primera exposici¨®n en la Galer¨ªa Jeanne Bucher, trabaj¨® de manera callada, elaborando una obra que por sus calidades comenz¨® a ser muy apreciada en los m¨¢s exigentes grupos de vanguardia.
Pintor nato, de factura y valores pict¨®ricos puros, Aguayo, que de sus primeros empastes expresionistas pas¨® a un arte m¨¢s decantado, de materia suave y matizadamente luminosa, muy pronto abandon¨® la abstracci¨®n para evocar la realidad. Su pintura, depurada de lo descriptivo, dilu¨ªa la luz y la materia, reinventaba abstractamente el espacio, en el que las figuras y las cosas palpitaban y se mov¨ªan en una renovada visi¨®n de lo ilusorio y a la vez de lo real.
Alejado f¨ªsicamente de Espa?a, casado con una catalana francesa, olvidado por muchos de su pa¨ªs, Aguayo, sin embargo, viv¨ªa pen
diente de todo lo espa?ol, ansiando volver, amando a su tierra desde lejos, deseoso de que fuera otra su realidad hist¨®rica.Sus amigos, al visitarlo en Par¨ªs, le anim¨¢bamos a que volviese a menudo, a que pasase largas temporadas entre nosotros, exponiendo en Espa?a sus obras. Y fue exactamente hace un a?o cuando, por fin, la Direcci¨®n General del Patrimonio Art¨ªstico le organiz¨® una exposici¨®n retrospectiva; pero, por desgracia, ya era tarde para que Aguayo disfrutase por completo de su triunfo. Cansado, casi sin poder tenerse en pie, Ferm¨ªn Aguayo, que ya no pintaba ni le¨ªa -¨¦l, que hab¨ªa sido un empedernido lector que pasaba las noches en blanco, embebido en los libros m¨¢s arduos y variados-, resisti¨® dif¨ªcilmente el viaje. Disimulando su emoci¨®n y sus sufrimientos, sonre¨ªa a todo el mundo, amigos, conocidos y gentes nuevas que se le iban presentando. Ir¨®nico, como siempre, consigo mismo, aquella noche, tan mundana y variopinta, era un tanto tr¨¢gica, era como una despedida. Premonitoriamente todos sent¨ªamos que era como un adi¨®s a la vida y al arte, del que nunca hab¨ªa prescindido.
Con la muerte de Ferm¨ªn Aguayo Espa?a pierde un gran pintor. Su obra, tan apreciada fuera de nuestras fronteras y tan poco conocida y a veces mal interpretada entre nosotros, encierra valores pict¨®ricos que son galard¨®n de la m¨¢s aut¨¦ntica tradici¨®n espa?ola, dentro de la cual siempre se sinti¨® inserto.
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