El combate Z¨¢rate-Rodr¨ªguez otro espect¨¢culo sanguinario

El pr¨®ximo d¨ªa 2 se disputar¨¢ en Madrid el t¨ªtulo mundial de los pesos gallos, versi¨®n Consejo, entre el espa?ol Juan Francisco Rodr¨ªguez y el mexicano Carlos Z¨¢rate, actual campe¨®n. La pelea, en principio, se presenta como enormemente desequilibrada. Mientras el espa?ol s¨®lo ha hecho diez combates como profesional y ha fallado en su asalto al t¨ªtulo de Espa?a, Z¨¢rate est¨¢ invicto, con 49 peleas y otras tantas victorias, 48 de ellas antes del l¨ªmite.

Juan Francisco Rodr¨ªguez es un boxeador de excelente t¨¦cnica, que consumi¨® sus mejores a?os en el campo amateur. En los a?os 1970-71 fue campe¨®n de Espa?a en esta categor¨ªa, y en el 71 alcanz¨® la medalla de oro en los campeonatos de Europa celebrados en Madrid. Entonces ten¨ªa veinti¨²n a?os, y aquel hubiera sido su mejor momento para pasar al campo profesional en busca de unos logros deportivos que podr¨ªan haber estado a su alcance. Pero Duque -que era el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola entonces y que vuelve a serlo ahora- prefiri¨® que se mantuviera como aficionado, porque ve¨ªa en ¨¦l la posibilidad de unas medallas que dieran un falso brillo a su gesti¨®n al frente del boxeo nacional. As¨ª, Juan Francisco Rodr¨ªguez qued¨® convertido en un asalariado del boxeo, en un integrante del equipo nacional de aficionados -que ganaban en su amateurismo m¨¢s que bastantes profesionales durante bastante tiempo. Concretamente, hasta hace un a?o. La suerte no le acompa?¨® en su carrera amateur, y aunque por su calidad siempre obtuvo buenos resultados, no alcanz¨® esas espectaculares medallas que Duque hab¨ªa so?ado.Hace ahora aproximadamente un a?o, y como consecuencia del fracaso general del boxeo espa?ol en Montreal, se desmembr¨® el equipo nacional, y Juan Francisco Rodr¨ªguez pas¨® al profesionalismo. Desde entonces se le ha considerado la esperanza del profesionalismo, acaso olvidando que ha dejado de ser joven -ya ha cumplido los veintisiete- y que eso le obliga a quemar etapas muy r¨¢pidamente. Mart¨ªn Betrocal, que se hizo cargo de ¨¦l, le ha proporcionado hasta el momento diez peleas, de las que ha ganado ocho -siempre ante rivales sin entidad, a salvo del ex campe¨®n de Europa Trioulaire, al que pill¨® ya muy de vuelta-, ha hecho un match nulo y ha perdido una, en su intento de conquistar el titulo de Espa?a de la categor¨ªa.

Dos historiales muy distintos

En definitiva, Juan Francisco Rodr¨ªguez no ha hecho, en su corta carrera profesional, m¨¦ritos similares a los que hizo como amateur, y desde luego a la vista de su breve historial no se justifica de ninguna forma que aspire a un t¨ªtulo del mundo. Mart¨ªn Berrocal, sin embargo, ha precipitado las cosas y ha conseguido que el campe¨®n del Consejo, Carlos Z¨¢rate, acceda a exponer su t¨ªtulo ante ¨¦l. Z¨¢rate ha ganado una pelea a los puntos y 48 antes del l¨ªmite de 49 disputadas. No hace falta explicar, pues, que es un terrible pegador. Tiene la misma edad que Juan Francisco Rodr¨ªguez, pero mientras ¨¦ste ha consumido sus mejores a?os en el campo amateur -lo que, por otra parte, tal vez resulte a la larga una suerte para ¨¦l, pues en el campo amateur el boxeo es mucho m¨¢s humano y menos peligroso que en el profesional- el mexicano se ha curtido en el campo profesional desde mucho antes. Como por otra parte ha acreditado una terrible pegada, casi asesina -recientemente demoli¨® en cuatro asaltos a su compatriota Zamora, entonces campe¨®n mundial de la Asociaci¨®n, y vencedor en los Juegos Ol¨ªmpicos de Munich de Juan Francisco Rodr¨ªguez-, es evidente que la pelea se presenta en principio como desproporcionada. Juan Francisco Rodr¨ªguez parece contar, seg¨²n un c¨¢lculo sencillo y casi primario, con 48/49 -posibilidades de resultar noqueado.El combate entra de lleno, por tanto, en la linea de esas peleas imprudentes y peligrosas que convendr¨ªa evitar. Y, peligros aparte y hablando en t¨¦rminos purarnente box¨ªsticos, no cabe duda de que esta disputa del t¨ªtulo del mundo encierra una gran falta de seriedad. Enfrentar a un campe¨®n de tan impresionante palmar¨¦s con un boxeador que, ejecutoria amateur aparte hay muchas diferencias entre una y otra forma de boxeo, y las experiencias en un campo no son trasladables al otro-, no ha hecho hasta el momento m¨¦ritos m¨¢s que para ser poco m¨¢s que un telonero resulta casi chusco. Las defensas voluntarias restan cada vez m¨¢s rigor al boxeo, sin duda.