La nueva programaci¨®n de RTVE
Los desmanes que a partir de esta semana sufrir¨¢ la programaci¨®n de RTVE, no se sabe si son herencia del ex director general, Rafael Ans¨®n (seg¨²n nos dijo la Secretar¨ªa de la Direcci¨®n General) o si son los primeros titubeos -desastrosos, por cierto-, de Fernando Arias Salgado, quien -como nos dijo, tambi¨¦n, la misma Secretar¨ªa- no conceder¨¢ declaraciones hasta dentro de un mes.
Por en¨¦sima vez en trece meses, se anuncian nuevos programas y horarios que como es habitual no se cumplen. Ya en octubre del pasado a?o, se anticipaba el horario de cierre a las 21.15 horas ¨® 21.30 horas, seg¨²n los d¨ªas, por tres motivos fundamentales: ahorro de energ¨ªa, adaptaci¨®n al horario europeo y modificaci¨®n de las costumbres horarias de los telespectadores (EL PAIS, 26 de septiembre de 1976), pese a las en¨¦rgicas y dr¨¢sticas medidas de dejar con la palabra en la boca a locutores y entrevistados, se abandon¨® la idea a los seis meses, mediados de abril.Una semana despu¨¦s de la toma de posesi¨®n de Arias Salgado, los responsables le hacen un p¨¦simo servicio a su nuevo jefe e incurren en errores m¨¢s graves que los anteriores. En 625 l¨ªneas, del pasado domingo (el programa de las relaciones p¨²blicas de RTVE) se afirm¨® que ?RTVE no puede renunciar a cumplir con eficacia su deber de informar, formar y entretener?. De ah¨ª los cambios y b¨²squeda del mejor sitio para cada programa. Seg¨²n el citado programa se establecen cinco grandes bloques: sobremesa, tarde, noche (con una audiencia que, respectivamente, oscila de un m¨ªnimo de 3,3 millones de espectadores a un m¨¢ximo de 10- 14 millones y que, por grupos sociales, va desde la poblaci¨®n inactiva a los ni?os y audiencia masiva o indiscriminada), fin de semana (sin edades o grupos sociales espec¨ªficos) y la Segunda Cadena (definida en 625 l¨ªneas como canal complementario, de audiencia minoritaria y p¨²blico especializado).
Los telefilmes han ganado la batalla a determinados espacio, culturales que fueron el objetivo de la ¨²ltima reforma de Ans¨®n, a ra¨ªz del cambio de denominaci¨®n del ministerio. A partir de ahora, acaparan la sobremesa y noche de los lunes y martes. Starsky y Hutch supone un retorno a lo vieja f¨®rmula del telefilme norteamericano de g¨¦nero polic¨ªaco. Dos polic¨ªas, moreno y rubio, que -seg¨²n la informaci¨®n oficial del Telediario-, ?procuran saltar los cerrojos de la constituci¨®n y de orden para establecer el orden la ley?. La citada publicaci¨®n justifica la violencia de la serie en estos t¨¦rminos: ?el espectador se siente c¨®modo con ellos. C¨®modo y tambi¨¦n seguro. Sabe que, por encima de la violencia de cada episodio, habr¨¢ siempre una sonrisa?. Cada cap¨ªtulo ha costado dieciocho millones de pesetas.
Los programas pol¨ªticos y algunos culturales que podr¨ªan resultar conflictivos han perdido en el cambio. Viejas tierras, voces nuevas (el espacio en el que intervienen los parlamentarios) abre las emisiones a una hora del todo inconveniente (13.35). La clave no s¨®lo no pasar¨¢ a la primera cadena, sino que retroceder¨¢ un d¨ªa y a unas horas de menor audiencia (los viernes a las 19.15).
El espacio Cine club, de la Segunda Cadena, que hab¨ªa pasado a programarse a las nueve de la tarde ante las peticiones de cin¨¦filos aparecidas en distintos medios informativos, retrocede a las siete y media de la tarde, con similares consecuencias. No se comprende por qu¨¦ a un director -Mario Antol¨ªn- que demostr¨® ser uno de los peores de RTVE con su Etc¨¦tera, se le concedan otros dos espacios, Los escritores (martes) y Pintores en el tiempo (jueves), ni que el superfluo Gente que ocupa uno de los ¨²ltimos lugares en el panel oficial de audiencia (el d¨¦cimo seg¨²n el ¨²ltimo, sondeo, de ?los que menos gustan?, teniendo en cuenta que el ?comit¨¦? pretende orientarse por el panel), no haya sido uno de los sacrificados en vez de promovidos o que 300 millones se emita por duplicado en la primera cadena, los domingos y los lunes, tal vez porque, seg¨²n Jos¨¦ Antonio Plaza, guionista de 625 l¨ªneas, es el programa que ?lleva la imagen de Espa?a a las tierras del nuevo mundo?. Novela, desaparece porque su realizaci¨®n era un insulto al lenguaje televisivo.
Babelia
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