El Gobierno recorta las propuestas preauton¨®micas de los parlamentarios gallegos

Existen diferencias considerables entre el borrador de decreto con el que contest¨® el Gobierno y el proyecto presentado por la Asamblea de Parlamentarios de Galicia para regular el r¨¦gimen transitorio de la autonom¨ªa gallega. Seg¨²n el texto de dicho borrador, que pudo ser consultado ayer por EL PAIS las principales diferencias se refieren al uso de la bandera gallega, a la cooficialidad del idioma y a la institucionalizaci¨®n de la Asamblea, temas que ni siquiera aparecen recogidos en la contestaci¨®n gubernamental.El recorte del Gobierno a las peticiones planteadas hace poco m¨¢s de un mes por los parlamentarios, gallegos es m¨¢s que sensible. Es bien cierto que se regula en el anteproyecto la existencia de la Junta de Galicia, que estar¨ªa compuesta por representantes de las cuatro provincias mediante una legislaci¨®n que aparece poco clara dentro de la farragosa redacci¨®n que con tiene el borrador, que, por otra parte, deja en blanco el art¨ªculo sexto, que hace referencia al presidente de la Junta y algunos otros apartados. Pero no es menos cierto que faltan en el borrador puntos que los parlamentarios gallegos hab¨ªan dejado m¨¢s que claros.

El borrador del Gobierno tiene diez art¨ªculos, dos disposiciones finales y una disposici¨®n transitoria. Otro aspecto en el que tampoco concuerda con las peticiones parlamentarias de Galicia es el que se refiere a las competencias atribuidas a la Junta, que son, en el borrador, las de elaborar y aprobar las normas de un r¨¦gimen interior, integrar y coordinar las actuaciones y funciones de las diputaciones provinciales, gestionar y administrar las funciones y servicios que les transfiera la Administraci¨®n del Estado y proponer al Gobierno cuantas medidas afecten a los intereses gallegos.

El Gobierno se reserva bien claramente (art¨ªculos ocho y nueve) el control de la preautonom¨ªa, atribuy¨¦ndose poderes de suspender los acuerdos de la Junta seg¨²n la legislaci¨®n vigente y disolviendo, por razones de seguridad del Estado, los ¨®rganos de la misma.

Queda por saber si el Gobierno, al dejar en blanco el apartado del presidente, entiende que se puede negociar este art¨ªculo (el n¨²mero seis) con los representantes gallegos. Es bien sabido que, incluso desde el partido gubernamental, se ha opinado que la presidencia de la Junta de Galicia podr¨ªa recaer en caso necesario sobre una persona que no pertenezca al Parlamento.

La impresi¨®n, por otra parte, es que la comisi¨®n negociadora por parte gallega va a contestar al borrador del Gobierno modificando en parte sus peticiones anteriores, pero no en lo fundamental. Se pedir¨¢n funciones de mayor responsabilidad para la Junta de las ofrecidas por el borrador, tales como el control de la Administraci¨®n local y la capacidad de legislar por decreto en las cuestiones que le sean transferidas.