El MPLA angole?o se transforma en partido para superar problemas, pol¨ªticos
El Movimiento Popular para la Liberaci¨®n de Angola (MPLA) en el poder, decidi¨® transformarse el pasado d¨ªa 4 en un congreso a puerta cerrada, en el Partido del Trabajo de Angola, de inspiraci¨®n marxista-leninista.
La decisi¨®n conocida desde hace meses es considerada como la concretizaci¨®n de un gran esfuerzo ideol¨®gico para rehacer la unidad y disciplina del movimiento, despu¨¦s del intento de golpe llevado a cabo el 27 de mayo pasado por la fracci¨®n radical de Nito Alves-Van Dunen.Despu¨¦s de dominado el intento -que cost¨® al MPLA la p¨¦rdida de algunos de sus cuadros pol¨ªticos-militares de m¨¢s valor- Agostinho Neto hab¨ªa invitado a los militantes del MPLA a un esfuerzo de reflexi¨®n autocr¨ªtica y a un rearme pol¨ªtico y moral del movimiento. La creaci¨®n del partido responde a la necesidad de ?asegurar el control? de los cuadros.
Una de las explicaciones dadas por el presidente Agostinho Neto se bas¨® en la necesidad de ?consolidar la l¨ªnea socialista que Angola eligi¨® libremente como un paso adelante en la direcci¨®n de la independencia verdadera?.
Sin embargo, la situaci¨®n interna de Angola y los acontecimientos provocados por sus vecinos racistas obligan, sin duda, al MPLA-Partido del Trabajo a una profunda movilizaci¨®n y una reactivaci¨®n econ¨®mica, que depende de los aliados cubano y sovi¨¦tico, a quienes Neto debe garantizar la ortodoxia pol¨ªtica de la direcci¨®n angole?a.
La inseguridad en el terreno interno lo prueba las grandes medidas de vigilancia del Congreso.
A todo ello hay que a?adir el paso de armas desde Sur¨¢frica a las fuerzas de la Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), quien dice poseer el control de diez de las diecis¨¦is provincias angole?as.El clima de intranquilidad se ha reforzado en las ¨²ltimas semanas tras los ataques rodesianos contra territorio mozambique?o.
Simult¨¢neamente, para sobrepasar sus dificultades econ¨®micas, Angola debe recurrir a una asistencia financiera y t¨¦cnica diversificada. Los esfuerzos de aproximaci¨®n a Portugal, Estados Unidos y las potencias occidentales son reales. Pero Neto tiene que mostrarse extremadamente prudente para no levantar sospechas de ?traici¨®n? y ?reformismo? en el seno de un movimiento que ha-conocido pocos momentos pac¨ªficos a lo largo de sus veinti¨²n a?os de existencia.
M¨¢s de cincuenta delegaciones extranjeras, entre los cuales destacaban socialistas y comunistas portugueses, participan en el Congreso. El PS portugu¨¦s ha mandado una delegaci¨®n de alto nivel integrada por dos miembros del Gobierno: Manuel Alegre y Pedro Coelho, secretarios de Estado para los asuntos pol¨ªticos y de la pesca, respectivamente. Pero el invitado personal portugu¨¦s de Agostinho Neto es el almirante Rosa Coutinho, actualmente suspendido de sus funciones en la Armada portuguesa. Los dirigentes angole?os entienden que la raz¨®n de Estado no puede ir hasta la ingratitud.
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