En la sesi¨®n de la tarde hubo menor tensi¨®n
La sesi¨®n de la tarde consumi¨® pr¨¢cticamente cuatro horas, en su mayor¨ªa tediosas -despu¨¦s de los enfrentamientos ocurridos por la ma?ana- s¨®lo salvadas por algunas iron¨ªas en la intervenci¨®n del ministro de Obras P¨²blicas, Joaqu¨ªn Garrigues, y por la hilaridad casi permanente que provoc¨® la diputada Victoria Fern¨¢ndez Espa?a, de Alianza Popular, al defender su moci¨®n sobre la industria naval. Toda la reuni¨®n vespertina estuvo dedicada a la defensa de distintas mociones.
Abri¨® turno el grupo socialista del Congreso con una moci¨®n defendida por el diputado Gregorio Peces-Barba sobre las obras del trasvase Tajo-Segura. Ped¨ªa aclaraciones sobre el estado de las obras y quer¨ªan saber, los socialistas, qui¨¦n decidir¨¢ el destino del agua en la zona de postrasvase y cu¨¢l era la filosof¨ªa general de la gigantesca obra, porque con la que se le hab¨ªa dado en la ¨¦poca franquista no estaban en absoluto de acuerdo, aunque admitieran que el proyecto inicial se deb¨ªa al entonces ministro socialista Indalecio Prieto.Le contest¨® el ministro se?or Garrigues, adelantando que el tema no es de hoy, que ¨¦l hab¨ªa reunido a todos los diputados y senadores de las provincias afectadas por el trasvase para formar una comisi¨®n parlamentaria que siguiera el tema, y se extendi¨® en concreciones t¨¦cnicas sobre el acueducto principal del trasvase -pr¨¢cticamente terminado-, las obras del postrasvase -terminadas en buena parte- y las obras de compensaci¨®n en estado desigual. Ofreci¨® datos sobre las previsiones iniciales en cuanto al tiempo de la ejecuci¨®n y en cuanto a las inversiones comparando su valor inicial en pesetas con el que ofrece actualmente tras el encarecimiento y la devaluaci¨®n.
Asegur¨® que no se hab¨ªa planteado cu¨¢l pudiera ser la filosof¨ªa global de la obra y que su obligaci¨®n fundamental era concluirla. Defendi¨® globalmente la idea del trasvase, afirmando que en otros pa¨ªses se hab¨ªan llevado a cabo obras importantes de trasvases de aguas y cit¨® bastantes ejemplos de Estados Unidos, junto con otros trasvases ?menores? que se han llevado a cabo en Espa?a, para concluir renovando su oferta de crear una comisi¨®n interparlamentaria de seguimiento de las obras.
Hab¨ªa ironizado el se?or Garrigues en vanas ocasiones: ?A m¨ª me pagan -y me pagan poco- para que ejecute en el buen sentido de la palabra.? Al referirse a las obras de trasvase en el extranjero hab¨ªa mencionado tambi¨¦n la afici¨®n a los viajes de ?ilustres diputados, especialmente a Estados Unidos y Rusia?. Pero las risas surgieron con fuerza en la C¨¢mara cuando su presidente, Fernando Alvarez de Miranda, record¨® al ministro que las comisiones interparlamentarias no estaban previstas en el regla mento.
En turno de r¨¦plica, el se?or Peces-Barba afirm¨® que no les hab¨ªa satisfecho la respuesta, quiz¨¢ -dijo- porque los conocimientos del se?or ministro y su inter¨¦s por el trasvase, ?es menor del que tiene por los de Estados Unidos?. El se?or Peces-Barba anunci¨® que su grupo presentar¨ªa una moci¨®n para que el Parlamento establezca la filosofla y el destino final de la obra.
Una moci¨®n seria en cuanto al tema, y plagada de citas y referencias, entre cultas y precisas, sobre la situaci¨®n de la industria naval en Espa?a, que defend¨ªa la diputada -en la C¨¢mara se empe?an en lla marle incluso ?el diputado de Alianza Popular?-, Victoria Fern¨¢ndez Espa?a (AP), se convirti¨® en la nota jocosa de la jorna da por el tono que emple¨® la parlamentaria y por las incidencias -no puede hablarse de incidentes- que suscit¨® con la presidencia, y que llegaron a bordear lo grotesco.
En s¨ªntesis, la se?ora Fern¨¢ndez Espa?a expuso la situaci¨®n catastr¨®fica que atraviesa la industria naval, ofreci¨® datos sobre su importancia, plag¨® su intervenci¨®n de referencias hist¨®ricas, lleg¨® a remontarse hasta Estrab¨®n y Crist¨®bal Col¨®n, hizo un canto a las excelencias de la situaci¨®n de esta industria en los ¨²ltimos a?os, arguy¨® sobre la importancia cuantitativa y cuantitativa de la mano de obra empleada en el sector, y arremeti¨® contra la situaci¨®n actual, pint¨¢ndola con los tintes m¨¢s negros.
Record¨® que el subsecretario de Industria hab¨ªa dicho que no estaba dispuesto a mover un dedo por la industrializaci¨®n de Galicia, y espet¨® entonces una de. las frases m¨¢s resonantes de su intervenci¨®n: ?Pues cuidado con el dedo, porque se lo vamos a morder.?
Se explay¨® despu¨¦s sobre la avanzada tecnolog¨ªa de la Marina de Guerra y sobre la bondad de los proyectos de la industria nacional Baz¨¢n, para criticar duramente el recorte presupuestario a las inversiones militares y, concretamente, a las del Ministerio de Marina. En esos momentos, el presidente de la C¨¢mara le advirti¨® que llevaba m¨¢s de treinta minutos consumidos, pero la diputada, sin dejarle hablar, replic¨® que el tema era lo suficientemente importante: ?Le suplico, se?or presidente, que tenga piedad de nosotros?, dijo la se?ora Fern¨¢ndez Espa?a.
Pas¨® despu¨¦s a hablar del petr¨®leo y de la necesidad de emplear tecnolog¨ªa espa?ola para encontrarlo. Volvi¨® el presidente del Congreso a reconvenirla para que se ci?ese a los t¨¦rminos de la moci¨®n, Y de nuevo sin dejarle hablar, y repet¨ªa ?he terminado ya, he terminado ya?, aunque todav¨ªa consumi¨® algunos minutos, que dio por bien empleados ?si ha sido por el bien de Galicia y de Espana?.
Ministro de Industria
Le contest¨® el ministro de Industria, Alberto Oliart, que, en s¨ªntesis, centr¨® la crisis de la industria naval espa?ola en las causas que determinan el mal momento de ese mismo sector a escala mundial, y argument¨® que nuestra situaci¨®n era incluso mejor que la de otros pa¨ªses. Ofreci¨® una larga serie de cifras y datos para apoyar esa tesis y concluy¨® asegurando que el prop¨®sito del Gobierno para 1978 era mantener al 80% la capacidad de producci¨®n de los astilleros ?siempre que no se hunda -dijo la demanda mundial? y que se acuda al cr¨¦dito privado porque, afirm¨® el se?or Oliart, los, cr¨¦ditos estatales no cubren sus necesidades.
Volvi¨® al estrado la se?ora Fern¨¢ndez Espa?a y dijo: ?Se?or ministro: enhorabuena por haberle tocado la loter¨ªa?, y a?adi¨® que no les hab¨ªa convencido la respuesta y que su grupo parlamentario presentar¨ªa la correspondiente moci¨®n.
Amnist¨ªa laboral. Elecciones municipales
Las tres ¨²ltimas mociones de la jornada estuvieron dedicadas a la amnist¨ªa laboral, al problema de los trabajadores civiles de algunos organismos administrativos y a la problem¨¢tica de las corporaciones locales y de las elecciones municipales.
Marcelino Camacho, por el grupo comunista, pregunt¨® al Gobierno por qu¨¦ se aplicaba con tanto retraso y recelo la amnist¨ªa laboral acordada, por las Cortes. Argument¨® que, sin entrar en disquisiciones jur¨ªdicas -?yo soy metal¨²rgico?, dijo-, le parec¨ªa oportuno anunciar que deb¨ªa revisarse el sistema judicial de las Magistraturas de Trabajo y que quiz¨¢ habr¨ªa que pensar en sustituirlas por jurados mixtos o tribunales paritarios. Atac¨® a algunos empresarios ?que ni han aprendido ni han olvidado nada de los ¨²ltimos cuarenta a?os?, aunque dijo que hab¨ªa excepciones, especialmente en la peque?a y mediana empresa. Termin¨® haciendo una referencia a la situaci¨®n de inicio esperanzador que apunta el desarrollo de nuestra econom¨ªa y a su seguridad de que el Partido Comunista seguir¨ªa aplicando ?el sentido de clase y de responsabilidad nacional? para superar esa crisis que -estaba convencido- se superar¨ªa, adem¨¢s, en paz.
El ministro de Trabajo, Manuel Jim¨¦nez de Parga, contest¨® brevemente pata decir, en s¨ªntesis, que la ley de Amnist¨ªa conced¨ªa tres meses de plazo para su aplicaci¨®n, que ese plazo vence el 17 de enero, que el Gobierno es absolutamente respetuoso con la independencia de los tribunales, y cuando concluyese el plazo ser¨ªa ocasi¨®n de replantear el tema si no se hab¨ªa cumplido el mandato legal de amnist¨ªa. El se?or Camacho volvi¨® al estrado para decir que, pese a todo, no se sent¨ªan satisfechos y que presentar¨ªa una moci¨®n.
Volvi¨® de nuevo el se?or Camacho a defender una enmienda sobre la situaci¨®n del personal civil del Ministerio de Agricultura y del personal del Ministerio de Obras P¨²blicas. Dijo que se encontraban en situaci¨®n discriminada y pidi¨® que se acelerase la soluci¨®n de sus problemas.
Respondi¨® el ministro de la Presidencia, Jos¨¦ Manuel Otero Novas -por tratarse de cuestiones que afectaban a tres departamentos distintos-, y se limit¨® a hacer una exposici¨®n rigurosamente legalista que reproduc¨ªa los hechos y los argumentos, ya conocidos, que se manejaron durante los conflictos del personal de la Subsecretar¨ªa de Aviaci¨®n Civil.
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