Pablo VI insiste en su deseo de paz

El deseo de paz, ?¨²nico sistema civilizado para resolver los problemas existentes?, y diversas consideraciones sobre la celebraci¨®n de la Navidad ocuparon la parte central de la felicitaci¨®n navide?a que el papa Pablo VI dirigi¨® a mil millones de personas, en 32 pa¨ªses, a trav¨¦s de Mundovisi¨®n.El Papa dirigi¨® su primera felicitaci¨®n a las poblaciones afecta das por la guerra ¨¢rabe-israel¨ª para que los coloquios de paz lleguen a un acuerdo definitivo. Record¨® Pablo VI que precisamente en ese d¨ªa se estaban celebrando conversaci¨®n es en este sentido y auspici¨® que en los santos lugares ?vuelva a florecer la paz en la justicia?. Hizo extensivo el mismo mensaje a otros pa¨ªses ?donde puntos dolientes de fricci¨®n, de opresi¨®n, de injusticia, comprometen la estabilidad de la paz?.

Pablo VI dijo, refiri¨¦ndose a la Navidad, a ?la humildad del nacimiento de Jesucristo, en un pobre pesebre?, que ?como hombres de un siglo tecnol¨®gicamente bastante avanzado, nos es necesario e indispensable recobrar el sabor y el gusto de las cosas m¨¢s humildes y verdaderas?.

? La humildad -dijo el Papa- es la primera condici¨®n para descubrir la alegr¨ªa, la serenidad y la paz que son las dimensiones genuinas de la vida humana, desarrollada por el mensaje evang¨¦lico... La Natividad es un hecho y una alegr¨ªa. El hecho que parece casi insignificante es el que se refleja en los belenes que construyen los ni?os, ingenuos pero aut¨¦nticos documentos de la realidad evang¨¦lica: un ni?o que nace en condiciones tan humildes, pero que lleva en s¨ª la realidad evang¨¦lica, inefable de su filiaci¨®n divina... Pero el gran misterio que llena de -Maravilla inextinguible nuestra relaci¨®n religiosa con Dios, abriendo el cielo a la visi¨®n de la gloria, de la infinita trascendencia divina, est¨¢ en la proximidad de Cristo-Dios hecho hombre-, que nos muestra que El est¨¢ con nosotros, que nos busca. ?