El Senado se neg¨® a considerar la abolici¨®n de la pena de muerte

Por un margen de doce votos - 104 frente a 92, dos nulos y dos abstenciones- el Senado rechaz¨® ayer la tramitaci¨®n de una proposici¨®n de ley sobre la abolici¨®n de la pena de muerte presentada por el senador Manuel Villar Arregui, en nombre del grupo Progresistas y Socialistas Independientes. Razones de oportunidad -principal argumento alegado en el debate sobre el tema por los grupos y Agrupaci¨®n Independiente- llevaron a la mayor¨ªa relativa del Senado a decidir en votaci¨®n nominal y secreta no entrar en la consideraci¨®n de la supresi¨®n de la pena capital, temaque, seg¨²n manifest¨® el ministro de Justicia, Landelino Lavilla -quien tuvo una decisiva intervenci¨®n en el debate-, no ?podr¨ªa ser asimilado en las actuales circunstancias por determinadas clases sociales que sienten una acentuada sensaci¨®n de indefensi¨®n?.

El debate sobre la abolici¨®n de la pena de muerte ocup¨® la mayor parte de la sesi¨®n de la ma?ana de ayer, con la que finaliz¨® el Pleno del Senado iniciado el d¨ªa anterior. Tras la lectura ¨ªntegra de la proposici¨®n de ley presentada, en nombre del grupo Progresistas y Socialistas Independientes, por el senador Manuel Villar Arregui, ¨¦ste tom¨® la palabra para defender ante el Pleno su propuesta. Con tono grandilocuente, pero sentido, el se?or Villar Arregui expuso los cl¨¢sicos argumentos jur¨ªdicos, hist¨®ricos y de autoridad contra la pena de muerte, sin olvidar las tomas de posici¨®n contra la misma adoptadas por el Congreso de la Abogac¨ªa espa?ola de Le¨®n, en 1970, y, posteriormente, por los catedr¨¢ticos y profesores de Derecho Penal de la Universidad espa?ola.?Quiero conectar la convicci¨®n de mi conciencia con vuestras conciencias?, dijo, dirigi¨¦ndose a los senadores, el se?or Villar Arregui, quien declar¨® que la abolici¨®n de la pena de muerte es un tema que desborda el programa concreto de cada partido.

El senador Villar Arregui rechaz¨® que el mantenimiento de la pena de muerte constituya un aut¨¦ntico rearme del Estado frente a la violencia, aun siendo ¨¦sta terrorista. ? Sab¨¦is -dijo, dirigi¨¦ndose al grupo de UCD- que no se va a ejecutar ninguna pena de muerte, pero dej¨¢is su no ejecuci¨®n a la responsabilidad del Rey a trav¨¦s de la prerrogativa de gracia por no querer recoger la abolici¨®n en los c¨®digos legales.?

Ser o no ser abolicionista

En nombre del grupo de UCD intervino el senador Antonio Jim¨¦nez Blanco, quien, tras declararse partidario de la abolici¨®n de la pena de muerte y manifestar que su grupo tambi¨¦n lo era, estim¨® que razones de oportunidad impedir¨ªan la adopci¨®n inmediata de esta medida, que ?agudizar¨ªa cierta sensaci¨®n de indefensi¨®n que tiene actualmente la sociedad espa?ola?.

Otro argumento empleado por el senador de UCD fue que la abolici¨®n de la pena de muerte exige la reforma global y coherente de una parte sustanciosa del C¨®digo Penal. En este sentido pidi¨® al Senado que esperase la presentaci¨®n del proyecto de ley sobre la reforma del C¨®digo Penal, que prepara el Ministerio de Justicia.

La proposici¨®n de ley presentada por el se?or Villar Arregui fue apoyada a continuaci¨®n por el senador Peces-Barba, en nombre del grupo Socialista; por el senador Jos¨¦ Antonio Baixeras, en nombre de Entesa deis Catalans, y por el senador Joaqu¨ªn Navarro, del grupo Progresistas y Socialistas Independientes. El primero ironiz¨® sobre la posici¨®n te¨®ricamente abolicionista de UCD, pero partidaria en la pr¨¢ctica del mantenimiento de la pena de muerte, afirmando que ?los suced¨¢neos no existen en materia penal, y se es abolicionista o no se es?. El segundo argument¨® contra las razones de oportunidad alegadas por UCD, y el tercero hizo un an¨¢lisis sociol¨®gico de la costumbre de matar que rige desde antiguo en Espa?a, afirmando que la derecha eterna espa?ola, que siente p¨¢nico a ser devorada por eso que llama pueblo, viene identificando el orden con la existencia de la pena de muerte.

El senador Justino de Azc¨¢rate, de la Agrupaci¨®n Independiente intent¨® conciliar posiciones, recordando que en una sesi¨®n de las Cortes constituyentes de 1931 sobre la pena de muerte, la unanimidad existente sobre el tema se rompi¨® cuando las razones del entonces ministro de la Guerra, Manuel Aza?a, llevaron a los diputados a hacer una excepci¨®n con los delitos en los que era competente la jurisdicci¨®n castrense. El senador del mismo grupo, Luis S¨¢nchez Agesta, adujo, por su parte, razones de procedimiento, ya que ?la supresi¨®n de la pena de muerte repercute en todo el C¨®digo Penal , por lo que deb¨ªa procederse a su reforma global?.

Posici¨®n del Gobierno

La intervenci¨®n del ministro,de Justicia, se?or Lavilla, esperada con curiosidad y expectaci¨®n por los senadores, se centr¨® sobre el planteamiento que del tema hace actualmente el Gobierno, coincidente con el del partido mayoritario. El se?or Lavilla volvi¨® a utilizar las razones de oportunidad contra la abolici¨®n de la pena de muerte y el argumento de que esta medida no puede tomarse aislada mente, sino que debe ser simult¨¢nea a la reforma del actual sistema punitivo.

Se opuso a que el debate se plantease en el terreno abstracto con s¨®lo argumentos basados en principios ¨¦ticos, y pidi¨® a los sena dores que tuviesen tambi¨¦n en cuenta razones de convivencia social. ?El Gobierno -dijo- que ha conseguido el desmontaje de un Estado autoritario, no puede llevar a cabo la reforma a un ritmo que la sociedad no puede aguantar.?

Seg¨²n el ministro, la actual coyuntura de la sociedad espa?ola, con acciones violentas que crean una sensaci¨®n de inseguridad en amplios sectores, no soportar¨ªa la abolici¨®n r¨¢pida y precipitada de la pena de muerte. A su juicio, la abolici¨®n de la pena de muerte s¨®lo se podr¨¢ plantear cuando se restaure la confianza social en la eficacia del sistema punitivo.

Tras la intervenci¨®n del ministro de Justicia, tom¨® la palabra el senador socialista Pl¨¢cido Fern¨¢ndez Viagas, quien afirm¨® que segu¨ªa sin estar clara la pol¨ªtica del Gobierno sobre este tema. ?Lo ¨²nico claro -dijo- es que no est¨¢ entre los prop¨®sitos del Gobierno suprimir la pena de muerte en el C¨®digo de Justicia Militar. Desde nuestro profundo respeto a las Fuerzas Armadas, tenemos que decir que no deben hacerse excepciones en esta materia?. Por otra parte -a?adi¨® el se?or Fern¨¢ndez Viagas-, el Gobierno dice que ir¨¢ haciendo su pol¨ªtica paulatinamente, pero en un tema como el de la pena de muerte no se puede ir poco a poco.?