Los sueldos de los ministros, congelados en los niveles de 1977

Los sueldos de los altos cargos del Gobierno -ministros, subsecretarios y directores generales, entre otros- est¨¢n congelados en. los niveles de 1977, afirm¨® el ministro de Hacienda, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, en su respuesta ante el Pleno del Senado a una interpelaci¨®n al Gobierno presentada por el senador Alfonso Moreno de Azevedo, del grupo Progresistas y Socialistas Independientes, sobre la retribuci¨®n global de los ministros y la justificaci¨®n de gastos de cada departamento ministerial.Seg¨²n el ministro, los sueldos de los ministros, aunque no es f¨¢cil su averiguaci¨®n exacta en los presupuestos de 1977, alcanzan la cifra de 3.300.000 pesetas anuales; los sueldos de los subsecretarios, 2.500.000 pesetas, y los de los directores generales, 2.004.000 pesetas. Estos sueldos est¨¢n congelados en los presupuestos preparados para el a?o 1978.

El se?or Fern¨¢ndez Ord¨®?ez expuso que hasta ahora las partidas de que pod¨ªan disponer los Ministerios se dividen en gastos reservados, para los que no era necesaria justificaci¨®n documental, y gastos no reservados, para los que s¨ª se exig¨ªa tal justificaci¨®n. En los presupuestos de 1977 la cantidad dedicada a gastos reservados fue de 1.300 millones de pesetas. Sin embargo -a?adi¨® el ministro-, en los presupuestos de 1978 los gastos reservados se han suprimido en todos los departamentos, a excepci¨®n de Presidencia del Gobierno, Asuntos Exteriores, Defensa e Interior.

En lo que se refiere a los gastos no reservados, la cantidad destinada a los mismos en los presupuestos de 1978 alcanzaunos cuatrocientos millones de pesetas.

La interpelaci¨®n del se?or Moreno de Azevedo, seg¨²n expuso, se bas¨® en la necesaria ejemplaridad que deb¨ªa dar el v¨¦rtice pol¨ªtico en los momentos de austeridad en que se encuentra el pa¨ªs y en la claridad que debe reinar en las partidas destinadas para las necesidades de los Ministerios. A este respecto, cit¨® una partida de 168 millones asignada al Ministerio del Interior, que, seg¨²n la sospecha existente en la calle, ha podido servir en el pasado, al menos en parte, para financiar actividades de polic¨ªas paralelas.