La Iglesia cat¨®lica descontenta por el anteproyecto constitucional
Monse?or El¨ªas Yanes, arzobispo de Zaragoza y probable candidato a la presidencia de la Conferencia Episcopal Espa?ola, que quedar¨¢ vacante este a?o, ha hecho unas declaraciones al semanario diocesano de aquella ciudad en las que expresa su descontento por la actitud recelosa y vergonzante del anteproyecto de la Constituci¨®n en relaci¨®n con ?el reconocimiento de las convicciones cat¨®licas de gran parte de la poblaci¨®n espa?ola?.
Las declaraciones de monse?or Yanes vienen a sumarse a otras muestras de descontento por el mismo motivo, recogidas por EL PA?S en medios eclesi¨¢sticos. Al parecer, la Iglesia cat¨®lica espa?ola, que ya en su d¨ªa protest¨® por la aconfesionalidad del Estado y la falta de reconocimiento de la Iglesia como instituci¨®n en el primer borrador, sigue descontenta con la ¨²ltima redacci¨®n de la Constituci¨®n.El arzobispo de Zaragoza afirma que el proyecto actual supera al primer borrador, ?pero si he de ser sincero -a?ade- debo confesar que, en cuanto a libertad religiosa se refiere, no me convence. Pienso que en el art¨ªculo diecis¨¦is, tal y como est¨¢ redactado, no constan con suficiente claridad las garant¨ªas de libertad e independencia para la Iglesia?.
?No pretendo, no lo pretenden los obispos espa?oles, un trato de privilegio para la Iglesia cat¨®lica, ni menos a¨²n un Estado confesional, pero, dentro del respeto m¨¢s escrupuloso al principio de igualdad de los ciudadanos ante la ley y de la no discriminaci¨®n, se deber¨ªa hacer una menci¨®n m¨¢s expl¨ªcita de lo que hay bajo la expresi¨®n creencias religiosas de la sociedad espa?ola?, agrega el obispo aragon¨¦s.
En sus declaraciones a Iglesia en Zaragoza, El¨ªas Yan¨¦s explica que, a su juicio, el mencionado art¨ªculo dieci¨¦sis no es claro. ?Las palabras "creencias religiosas", tal y como suenan, no dicen nada sobre el car¨¢cter institucional de la Iglesia -dice-, pueden interpretarse en el sentido de que la Iglesia, si existe, es una realidad que no cuenta para nada, o que, en todo caso, es una parte de la sociedad espa?ola que cae bajo la, soberan¨ªa del Estado. Lo ¨²nico que cuenta son las creencias subjetivas de los espa?oles.?
Seg¨²n Monse?or Yanes, el Estado no se compromete a casi nada. ?Se habla de que el Estado tendr¨¢ en cuenta, pero eso es menos que una libertad formal. Leyendo el art¨ªculo diecis¨¦is -a?ade el obispo- no se sabe si los poderes p¨²blicos mantendr¨¢n las consiguientes relaciones de cooperaci¨®n con las "creencias" o con alg¨²n otro ente que no conocemos.? Monse?or Yanes propone que el correspondiente apartado de dicho art¨ªculo se redacte de la siguiente forma: ?Los poderes p¨²blicos tendr¨¢n en cuenta, o respetar¨¢n, o garantizar¨¢n, el respeto a las creencias religiosas en la sociedad espa?ola y mantendr¨¢n las consiguientes relaciones de cooperaci¨®n con las Iglesias que las representan con proporci¨®n a sus fieles. ?
?Sigo pensando -a?ade- que isilenciar la realidad social e institucional de la Iglesia cat¨®lica en una Constituci¨®n para Espa?a es una lamentable deficiencia. ?
En relaci¨®n con las diferentes reacciones que concit¨® el documento colectivo de los obispos sobre la Constituci¨®n, monse?or Yanes afirma: ?Sorprende el contraste entre el tono comedido, sereno, dialogante, del docuniento episcopal y la reacci¨®n agresiva de muchos comentaristas. En los comentarios que he le¨ªdo es frecuente que se atribuya a los obispos lo que los obispos no hemos dicho. Hay quienes se lanzan por el camino f¨¢cil de descubrir intenciones... Algunos, en lugar de razonamientos, ofrecen adjetivos cargados de menosprecio. No faltan dem¨®cratas que se escandalizan de que los obispos hablemos de valores morales y religiosos en relaci¨®n con la Constituci¨®n. Esta reacci¨®n, de intolerancia anticlerical habr¨¢ abierto los ojos a muchos. Junto a la serie de comentarios apasionados, hay que se?alar los que saben discrepar con respeto y los que saben mostrar su adhesi¨®n sin servilismos.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.