Las estrellas novas, un enigm¨¢tico origen
Sin duda, el hombre ha especulado sobre la naturaleza de su Universo observable desde la prehistoria. As¨ª, el astr¨®nomo se puede considerar tan antiguo como el hombre mismo. Sin embargo, es dif¨ªcil precisar el comienzo de la astronom¨ªa como ciencia.La invenci¨®n del calendario, por ejemplo, requiere algunos conocimientos de astronom¨ªa. Los chinos ya trabajaron en ¨¦l sobre el siglo IV a. de J. Alrededor del a?o 350 a. de J., el astr¨®nomo Shih Shen prepar¨® un cat¨¢logo que conten¨ªa unas ochocientas estrellas. Tambi¨¦n registraron los cometas, meteoros y las llamadas por ellos ?estrellas hu¨¦sped?. Precisamente estas estas estrellas tan peculiares son las, conocidas como novas y' supernovas, y constituyen un apasionante terna de investigaci¨®n en la actualidad. Son estrellas que incrementan su luminosidad ¨®ptica en un corto per¨ªodo de tiempo y de no verse a simple vista pasan a tener una luminosidad que, en el caso de algunas supernovas, puede alcanzar cien veces la de nuestra propia galaxia, que contiene alrededor de un mill¨®n de estrellas. Despu¨¦s de este alzamiento de brillo viene un lento declive en un per¨ªodo de meses. El cambio r¨¢pido inicial corresponde a una explosi¨®n en la estrella con la r¨¢pida eyecci¨®n de una considerable fracci¨®n de su masa. La apariencia de la estrella despu¨¦s de finalizada la explosi¨®n no difiere significativarnente del aspecto anterior a ella.
Tres supernovas han sido observadas en nuestra galaxia. La nebulosa Crab (Cangrejo) fue registrada por los astr¨®nomos chinos en 1054 como una estrella hu¨¦sped de brillo poco normal. Las otras dos fueron las descubiertas por Tycho Brahe, en 1572, y Kepler, en 1604.
La nebulosa Crab es muy peculiar. Actualmente se ha comprobado que origina un continuo de emisi¨®n de radio, radiaci¨®n visible y tal vez rayos X. La zona de m¨¢xima emisi¨®n coincide precisamente con la direcci¨®n a la que se dirige el pulsar que hay en dicha nebulosa. Dicho pulsar tambi¨¦n emite en el visible. En un reciente trabajo, S. Wyckoff y C. A. Murray, del observatorio de Greenwich (Inglaterra), han demostrado que el pulsar Crab es el residuo de la supernova descrita por los antiguos observadores en 1054. En la actualidad s¨®lo se conocen como visibles el pulsar Crab y el Vela. Los dem¨¢s pulsares no emiten en el visible.
Con el desarrollo de los m¨¢s potentes telescopios y la identificaci¨®n de explosiones estelares en sistemas extragal¨¢cticos ha sido posible detectar m¨¢s de un centenar de supernovas, debido, sin duda, al gran n¨²mero de observaciones realizadas en los ¨²ltimos a?os en los distintos observatorios.
Ahora tambi¨¦n nosotros estamos en disposici¨®n para poder contribuir en la Astrof¨ªsica al conocimiento de los grandes enigmas que se extienden mucho m¨¢s all¨¢ de las fronteras de nuestra propia galaxia y nos asombran tanto como al hombre primitivo su peque?o Universo observable.
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