La revisi¨®n del Plan Energ¨¦tico, motivo de p¨²blica pol¨¦mica en la Administraci¨®n
Las discrepancias que motivaron la decisi¨®n del Consejo de Ministros de desechar el Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN) elaborado por el Ministerio de Industria, para estudiarlo nuevamente e incluir modificaciones que fuesen aceptadas por la totalidad del Gobierno, comienzan a subir de tono y a semejarse a las luchas intestinas l¨®gicas derivadas de dos partes, cada una de las cuales quieren hacer prevalecer sus criterios sobre los intereses generales del pa¨ªs.
El intercambio de notas oficiales y oficiosas entre unos y otros comienzan a ser cosa usual cuando del PEN se refiere, reflejo todo ello de los intereses que la elaboraci¨®n de un plan de esta envergadura mueve y motiva.Una nota facilitada por CAMPSA ayer, y que distribuye la agencia Europa Press, pone de relieve que en el plazo de quince d¨ªas, el nuevo PEN estar¨¢ redactado por el grupo de trabajo que preside Jos¨¦ Luis Leal, director general de Pol¨ªtica Econ¨®mica, entreg¨¢ndose entonces a la Comisi¨®n Interministerial que preside el vicepresidente econ¨®mico, Enrique Fuentes Quintana. Seg¨²n la nota facilitada por CAMPSA, puede calcularse que el PEN no estar¨¢ en las Cortes antes de mediados de febrero.
El primitivo proyecto del PEN recibi¨® sus mayores cr¨ªticas, seg¨²n la nota de CAMPSA, de los Ministerios de Transportes y Comunicaciones, Obras P¨²blicas, Comercio y Econom¨ªa. Al parecer -siempre seg¨²n Europa-, en la antigua redacci¨®n del Plan, la demanda estaba calculada de forma ?excesivamente global y simplista?. No se analizaban las demandas parciales de energ¨ªa, en funci¨®n de la coyuntura que atraviesa cada sector y de la pol¨ªtica que se pretende seguir en cada caso. ?Introducir -dice la nota- en el mismo recipiente los consumos dom¨¦sticos, que en Espa?a est¨¢n muy restringidos e influenciados por las rentas disponibles o por las preferencias en el gasto, y los consumos industriales, que mantienen una estrecha relaci¨®n con las fluctuaciones de la, actividad econ¨®mica y sobre las que pesan muy directamente las decisiones econ¨®micas globales del pa¨ªs, era sin duda un error.?
As¨ª, la previsi¨®n de demanda de energ¨ªa primaria se basaba en una definici¨®n maximalista de crecimiento econ¨®mico, sin un l¨®gico estudio por escenarios. Exist¨ªan, seg¨²n nuestras informaciones -dice CAMPSA-, claras ausencias de coordinaci¨®n entre los distintos sumandos que conforman la ecuaci¨®n energ¨¦tica nacional, y hab¨ªa, seg¨²n ha trascendido, una previsi¨®n de inversiones de m¨¢s de 780.000 millones de pesetas, exclusivamente referidas para un primer per¨ªodo de cuatro a?os, que representaban porcentajes del Producto Industrial Bruto, diez veces superiores a los empleados en id¨¦ntico motivo por los pa¨ªses de la CEE.
Aqu¨ª termina la nota oficial de CAMPSA, empresa p¨²blica dependiente del Ministerio de Hacienda y una de las m¨¢s directamente implicadas en la retirada del PEN elaborado por el Ministerio de Industria por una raz¨®n de competencia, ya que el citado PEN contemplaba la creaci¨®n de un ente nacional petrol¨ªfero dependiente del Instituto Nacional de Industria, objetivo ¨¦ste que no era precisamente compartido por la citada empresa distribuidora de productores petrol¨ªferos, que deseaba y desea que el citado ente se cree en torno a ella.
D¨ªas pasados, fueron fuentes competentes las que manifestaban a Cifra que ?las previsiones de consumo de energ¨ªa que se contienen en el PEN para 1985, son notoriamente inferiores a las que ha hecho p¨²blica la CAMPSA para el mismo, en que supondr¨ªa un gasto energ¨¦tico superior respecto al previsto por aqu¨¦l?.
Las previsiones a que se refieren las cuentas competentes citadas por Cifra aparecen en la Memoria de la Delegaci¨®n del Gobierno en CAMPSA y donde aparece un cuadro de previsiones de los principales productos petrol¨ªferos en el ¨¢rea del Monopolio durante el per¨ªodo 1977-85.
Las previsiones para el a?o 1985 indicaban que el consumo de gases licuados ser¨ªa de 2,7 millones de toneladas; de gasolinas auto de 8,6; de keroseno aviaci¨®n, de 1,35; de gas¨®leo A y B, de 9,3; de gas¨®leo C, de 3,5 y de fuel-oil pesado, de treinta millones.
La nota facilitada por Cifra pone de relieve que de los datos de la CAMPSA, el a?o 1987 -de delegaci¨®n del PEN s¨®lo ha hecho p¨²blica su previsi¨®n hasta 1985- los productos b¨¢sicos ascienden a 6,08 millones de toneladas, frente a los 44 millones del PEN. Si se a?aden los dem¨¢s productos y se convierte el total en Toneladas Equivalentes de Carb¨®n (TEC), las cifras se?alan 114,3 millones en la previsi¨®n de CAMPSA y 82,7 millones en la del PEN, con un ahorro de 31,6 millones de TEC, lo que convertido en pesetas a precios del 1 de enero de este a?o, supondr¨ªa alrededor de 168.000 millones de pesetas de ahorro, si se siguen las previsiones del PEN.
La mayor diferencia aparece en el fuel-oil, que en 1987 ser¨ªa un 56 % m¨¢s en las previsiones de la CAMPSA que en las del PEN.
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