El buen juego del Madrid fue in¨²til en Atocha
Dos formidables disparos de L¨®pez Ufarte que acabaron con una imbatibilidad de veintid¨®s a?os comprometen seriamente el futuro madridista en la Copa. Pese a lo que pueda parecer por la rotundidad del resultado, el Madrid jug¨® en Atocha un buen encuentro, tanto como para que quepa decir que fue superior a la Real, y s¨®lo el mayor acierto de ¨¦sta en los trances decisivos fue lo que resolvi¨® el encuentro.Antes del segundo minuto de juego ya se hab¨ªa adelantado la Real en el marcador. Un fallo de Wolff -posiblemente el primero que comete este jugador, de probada seguridad, desde que est¨¢ en el Madrid- fue bien aprovechado por, L¨®pez Ufarte, jugador de innegable calidad, que supo meter la izquierda con precisi¨®n en el momento oportuno. Ese gol jale¨® los ¨¢nimos de la Real, que llevaba veintid¨®s a?os sin ser capaz de batir al Madrid en Atocha, y dio lugar a unos minutos de intenso derroche f¨ªsico por parte de todos sus jugadores, que trataban de desmoronar la resistencia del Madrid lo antes posible. Pero en esta ocasi¨®n, la defensa madridista, su l¨ªnea m¨¢s floja en los ¨²ltimos partidos desde que perdi¨® a varios de sus titulares, se bati¨® bien. San Jos¨¦ se impuso absolutamente a L¨®pez Ufarte, que es algo as¨ª como el esp¨ªritu que anima todo el juego de la Real en Atocha; Sol anduvo siempre atento y certero en el marcaje de Satr¨²stegui, el goleador donostiarra, e Isidro confirm¨® ante ld¨ªgoras que es un jugador perfectamente ¨²til para las tareas de lateral. La enorme fuerza y poder con que la Real jugaba en la media, donde Murillo, Diego, Alonso y Zamora desbordaban continuamente a Stielike, Del Bosque, Guerini y Jensen, resultaba in¨²til, porque el equipo se ve¨ªa maniatado en sus hombres punta.
La seguridad defensiva le permiti¨® al Madrid aplacar ese fervor de la Real y evitar nuevos estropicios en su marco. Poco a poco, la mejor t¨¦cnica de sus centrocampistas se fue imponiendo, y as¨ª, result¨® que llegaban m¨¢s jugadas de peligro al ¨¢rea de Arconada que a la de Miguel Angel. La defensa de la Real se mostr¨® fr¨¢gil en los balones altos, y Arconada tuvo tres espl¨¦ndidas intervenciones, dos en la primera parte y otra nada m¨¢s comenzar la segunda, a cabezazos de Santillana, Roberto y Jensen.
Avanzada la segunda parte, la Real se fue diluyendo poco a poco, y s¨®lo una falta de convicci¨®n -o de fuerza f¨ªsica, que eso nunca lleg¨® a saberse- del Madrid evit¨® que llegara el empate. Los madridistas nunca sumaban m¨¢s de cuatro hombres al ataque, y por ello, produc¨ªan escasas jugadas de gol, a pesar de su bien armado f¨²tbol en la media. Pero ocurri¨® que cuando mejor estaba jugando el Madrid un saque precipitado de puerta por parte de Miguel Angel dio lugar a que el bal¨®n llegara a L¨®pez Ufarte desmarcado, y ¨¦ste, como la vez anterior, no perdon¨®. Hab¨ªa sido un hombre oscuro todo el encuentro por el buen marcaje de San Jos¨¦, pero supo transformar en goles las dos ocasiones de que dispuso. A partir de ah¨ª, la Real ya se ech¨® completamente atr¨¢s y el Madrid no fue capaz de acortar distancias.
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