Nuevos datos sobre los ¨²ltimos d¨ªas de "Pertur"
A la vista del dur¨ªsimo comunicado de ETA militar y despu¨¦s de las gestiones realizadas entre los refugiados vascos en busca de alguna luz sobre el caso Pertur, uno tiene la impresi¨®n de que en el Pa¨ªs Vasco se ha desatado una nueva caza de brujas en la que cada grupo pretende encontrar la mano oculta que se mueve tras el asunto Pertur, con la convicci¨®n de que se trata de una operaci¨®n pol¨ªtica de desprestigio.Tal vez la raz¨®n est¨¦ en que la familia no ha explicado suficientemente las razones que le han movido a hacer p¨²blicos ahora los datos que ha mantenido ocultos durante meses. El ¨²ltimo comunicado de la familia arroja alguna luz a este respecto al referirse a su imposibilidad de entrar en contacto con las dos ¨²ltimas personas que vieron a Pertur.
Hay, sin embargo, otro dato a este respecto que no se ha hecho p¨²blico. En contra de lo que pudiera pensarse, fue hace m¨¢s de un mes cuando la familia present¨® nuevos documentos a la polic¨ªa francesa, que hab¨ªa archivado el asunto en noviembre. ?Por qu¨¦ esperar un mes para ponerlo en conocimiento de la prensa? Un portavoz de la familia lo explic¨® as¨ª a EL PA?S: ?La noticia de que hab¨ªamos presentado nuevas pruebas en relaci¨®n con el caso hab¨ªa trascendido a la prensa, que estas ¨²ltimas semanas ha repetido las llamadas. Ante esta situaci¨®n, y para evitar que se diera una informaci¨®n escandalosa o sensacionalista, preferimos dar los datos exactos que estaban en nuestro poder.?
Aun a riesgo de pecar de ingenuidad, cabe asegurar que no hay detr¨¢s de las declaraciones de la familia ninguna maniobra pol¨ªtica, en contra de lo que asegura ETA militar. De esta opini¨®n participan tambi¨¦n las personas m¨¢s allegadas al desaparecido Pertur.
El hecho de que no haya intenciones pol¨ªticas no equivale, sin embargo, a dar validez a las acusaciones de la familia. Ese es ya otro tema.
Esto no impide que las mismas personas que niegan validez a las pruebas de la familia est¨¦n convencidas de que detr¨¢s de ella no hay afanes pol¨ªticos de ninguna clase.
Las diferencias de Pertur con los bereziak
Nadie niega, en el seno de los propios poli-milis, las tremendas diferencias ideol¨®gicas existentes entre Pertur y los comandos bereziak en los meses anteriores a julio del 76, pero a continuaci¨®n insisten en la falta de pruebas y en su convencimiento de que ninguna de las personas acusadas tuvo nada que ver con la eliminaci¨®n de Pertur. La exhaustiva investigaci¨®n que los propios poli-milis desarrollaron as¨ª lo evidencia. Pero antes de conocer los detalles de esa investigaci¨®n conviene aclarar lo relativo al secuestro o arresto previo.Las diferencias de Pertur con los bereziak, latentes desde mucho antes, estallaron a ra¨ªz del secuestro y muerte de Berazadi. La ejecuci¨®n de ¨¦ste -?fue un acto ilegal dentro de la organizaci¨®n, ya que se decidi¨® sin seguir los cauces establecidos?- indujo a Pertur a buscar el apoyo de los compa?eros de m¨¢s prestigio, que en ese momento se encontraban en la carcel de Burgos, para detener-la escalada de los bereziak.
A partir de este momento, los bereziak comienzan ya a desarrollar una organizaci¨®n paralela dentro de los poli-milis, con sus propios aparatos de financiaci¨®n, armas e informaci¨®n. Concretamente este ¨²ltimo aparato desarrolla una labor calificada de espionaje sobre los restantes compa?eros de ETA pol¨ªtico-militar.
A manos de los bereziak llega una carta que Pertur escribe a M¨²gica Arregui poni¨¦ndole al corriente de lo que ocurre. Esta carta, en un momento en que por razones de seguridad se ha decidido no hacer llegar a las c¨¢rceles datos organizativos, es considerada como un acto de indisciplina, que da origen al ?arresto?.
De este arresto no se da informaci¨®n a la ejecutiva, y aprovechando la incomunicaci¨®n de Pertur, los bereziak provocan una asamblea extraordinaria en la que pretenden juzgar a Moreno Bergareche. Al pedir explicaciones sobre la ausencia de Pertur, que hab¨ªa extra?ado a sus compa?eros, se descubre su arresto, y finalmente es conducido a la asamblea, ante la cual reconoce su indisciplina, al mismo tiempo que se muestra dispuesto a dar toda. suerte de explicaciones y facilitar al respecto los documentos que sean precisos.
Se abandona entonces la idea del juicio para someter el tema a un comit¨¦ especial. Todo. esto ocurre en mayo del 76. En el transcurso de la asamblea se obliga a dimitir a todo el comit¨¦ ejecutivo y se elige uno nuevo en el que ya no figura Pertur y en el que se da entrada a una representaci¨®n de los berez?ak.
A partir de este momento, Pertur cambi¨® de domicilio -ya no resid¨ªa en el barrio Urdazuri de San Juan de Luz-, s¨®lo tres o cuatro compa?eros conoc¨ªan su residencia y adopt¨® extraordinarias medidas de seguridad en todos sus desplazamientos. Pese a no figurar en la ejecutiva, segu¨ªa siendo un hombre clave dentro de la organizaci¨®n y sus puntos de vista eran respetados.
En este clima de vigilancia, algunos compa?eros reconocen en efecto que Behobia era un punto de cita muy extra?o, pero en ning¨²ri caso imposible. La cita se plante¨® en los siguientes t¨¦rminos: "Ma?ana, con la persona que estuviste el otro d¨ªa, en el mismo sitio y a la misma hora.? Esa persona era alguien importante y seguro. Con tales datos no resulta f¨¢cil que nadie pudiera averiguar el lugar y hora, de la cita, que ni siquiera comunic¨® a sus compa?eros m¨¢s ¨ªntimos, lo cual no es sino una prueba de la seguridad de su interlocutor.
La familia sospecha de Apala
Desde el bar Consolation, de San Juan de Luz, Eduardo Moreno se dirigi¨® hacia la estaci¨®n, de autobuses, en cuyas cercan¨ªas se encontr¨® con Apala y Paco, miembros ambos de los comandos bereziak. Estas ser¨ªan las dos personas que iban hacia Hendaya y que se ofrecieron a trasladarle a Behobia.Los dos declararon desde el primer momento que en efecto hab¨ªan trasladado a Pertur hasta Behobia, donde le dejaron en el cruce de la carretera que conduce a Hendaya, justo a unos metros de un veh¨ªculo de las CRS (Compa?¨ªa Republicana de Seguridad). Este dato ser¨ªa confirmado luego en el transcurso de la investigaci¨®n que realiz¨® ETA pol¨ªtico- militar, en la que se comprob¨® asimismo la veracidad. de la cita que los dos bereziak ten¨ªan por su parte en Hendaya con una persona de absoluta confianza.
A partir de ese momento la huella de Pertur desapareci¨®, sin que lo hubiese visto nadie en Behobia.
Este mismo interlocutor insiste en que ninguna pista la han dado por mala hasta su comprobaci¨®n. Tambi¨¦n reconoce ahora que result¨® falsa la direcci¨®n que apunt¨® la propia ETA pol¨ªtico-militar a finales de septiembre del 76, en una rueda de prensa que sigui¨® a la VII Asamblea. En aquella ocasi¨®n se acusaba a miembros concretos de la polic¨ªa espa?ola, lleg¨¢ndose incluso a dar alg¨²n nombre. ?No hay nada de eso. S¨ª es cierto que pudimos detectar un n¨²mero anormal de polic¨ªas en la zona de Ir¨²n aquel d¨ªa, y concretamente era extra?a la presencia de los hombres que cit¨¢bamos. Pero tambi¨¦n pudimos comprobar que no se pod¨ªa avanzar en este sentido.?
Un amigo ¨ªntimo de Pertur, en quien reconoc¨ªa una capacidad. pol¨ªtica excepcional -?hace a?o y medio ¨¦l preve¨ªa ya la legalizaci¨®n de ElA?-, insiste en la decidida voluntad de, la organizaci¨®n de averiguar la verdad sobre el tema. Las diferencias que le separan hoy de los bereziak son abismales y reconoce que las relaciones -no son nada buenas, ?pero eso no nos impide asegurar nuestra convicci¨®n de que los bereziak nada tuvieron que ver con la desaparici¨®n de Pertur. Al margen de las diferencias ideol¨®gicas, los bereziak eran conscientes de las consecuencias que pod¨ªa tener un hecho de esta naturaleza.
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