Las retribuciones de los funcionarios
Presidente de la Asociaci¨®n de Funcionarios del Cuerpo T¨¦cnico de Administraci¨®n Civil
El editorial de EL PA?S del 30 ¨²ltimo, que analizaba los acuerdos del Congreso en materia de retribuciones de funcionarios, conclu¨ªa, entre otras cosas, lo siguiente: ?Con independencia de los nuevos sueldos base (la escala de cinco sueldos en funci¨®n del t¨ªtulo acad¨¦mico), el r¨¦gimen aprobado por el Congreso de Diputados supone otorgar un cheque en blanco al Ministerio de Hacienda, por cuanto en ¨¦l se delega el desarrollo del nuevo sistema. La gran masa del funcionariado teme, y no le faltan precedentes hist¨®ricos que citar, que esta delegaci¨®n de competencias no produzca los resultados m¨¢s justos.?
Pues bien, al parecer, ya hay acuerdo de la Junta de Retribuciones del Ministerio de Hacienda, y consiste, precisamente como tem¨ªamos los funcionarios, en extender el cheque en favor de los cuerpos privilegiados.
Los antecedentes: la enmienda Soriano Ben¨ªtez de Lugo
El proyecto de ley de Presupuestos se hab¨ªa limitado, adem¨¢s de fijar los nuevos sueldos-base, a establecer unos incrementos medios de la masa salarial en funci¨®n de los niveles de titulaci¨®n acad¨¦mica de los cuerpos, con arreglo a la siguiente escala: titulados superiores (nivel diez), catorce; titulados de grado medio (nivel ocho), 17,8; bachiller superior (nivel seis), 19,5; graduado escolar (nivel cuatro), 21,5, sin graduaci¨®n (nivel tres), veinticinco.
Con estas pautas de subida global media, quedaba abierta la puerta a la arbitrariedad. El peligro era evidente: dentro de cada nivel existen cuerpos con el doble y aun el triple de retribuci¨®n que otros de su mismo nivel (un catedr¨¢tico de Universidad gana la mitad que un t¨¦cnico de Aduanas; un t¨¦cnico de Administraci¨®n o un m¨¦dico gana tres veces menos que cualquier inspector de Hacienda; un profesor de B¨¢sica gana la mitad que un perito, y as¨ª sucesivamente ... )
?C¨®mo se repartir¨ªa la masa salarial? Alfonso Soriano Ben¨ªtez de Lugo, diputado de UCD, present¨®, con la conformidad del grupo parlamentario de UCD, una modesta enmienda que dec¨ªa: ?Dentro de cada ¨ªndice de proporcionalidad (igual titulaci¨®n) se tendr¨¢n en cuenta los cuerpos, escalas o plazas de m¨¢s bajo nivel de retribuci¨®n.? La propia UCD, le hab¨ªa tachado la ¨²ltima parte de la enmienda, que dec¨ªa as¨ª: ?... de tal forma que a igual puesto de trabajo le corresponda igual retribuci¨®n.? Quedaba, pues, la enmienda tan s¨®lo como una tendencia a corregir desigualdades.
Ante la posibilidad de que la enmienda prosperase, se moviliz¨® toda la oligarqu¨ªa burocr¨¢tica. Seg¨²n parece, hizo intervenir a Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Garrigues Walker y hasta al vicepresidente, Abril Martorell: Soriano no pod¨ªa defender tan tremenda enmienda. Se esper¨® con expectaci¨®n el d¨ªa y la hora de la intervenci¨®n de Soriano en el Congreso, y Soriano no compareci¨®. Quiz¨¢ fue un acierto convencer a Soriano para que no dimitiera de UCD. Opino que tendr¨¢ mil ocasiones similares para hacerlo. Se dice que Garrigues no ha entendido todav¨ªa la raz¨®n de tanta presi¨®n. ?Qu¨¦ hab¨ªa detr¨¢s de tantas llamadas y tantas entrevistas? Precisamente la intenci¨®n de premiar, no a los cuerpos ?de m¨¢s bajo nivel de retribuci¨®n?, sino a los cuerpos de retribuci¨®n m¨¢s alta.
Este ha sido, en definitiva, el acuerdo de la Junta. Pero, antes que nada, veamos qui¨¦n acuerda y c¨®mo acuerda.
- Qui¨¦n acuerda. La Junta Central de Retribuciones est¨¢ compuesta por una mayor¨ªa absoluta de funcionarios de los cuerpos privilegiados de Hacienda. La minor¨ªa la compone el secretario general t¨¦cnico de Presidencia (por casualidad, tambi¨¦n funcionario de Hacienda), el director general de la Funci¨®n P¨²blica y un vocal permanente de la Comisi¨®n Superior de Personal (?Superior?, ?en qu¨¦?). No existe ninguna representaci¨®n, no ya de los otros funcionarios, ni tan siquiera de los otros ministerios. S¨®lo Hacienda y una peque?a representaci¨®n de Presidencia (?Presidencia?, ?de qu¨¦?).
- C¨®mo acuerda. No hay ni consulta a los ministerios, ni negociaci¨®n con los sindicatos de funcionarios, ni la m¨¢s m¨ªnima informaci¨®n previa. El absoluto desprecio, t¨ªpico del m¨¢s absoluto absolutismo. El se?or Barea, a quien Franco confi¨® una y otra vez la direcci¨®n de su pol¨ªtica presupuestaria, es quien preside esta Junta y dirige esta operaci¨®n.
?Cu¨¢l era la mejor soluci¨®n para que, dentro de cada nivel de titulaci¨®n, se premiase a los funcionarios con retribuciones m¨¢s altas? Ante todo, repartir las masas salariales de cada nivel en proporci¨®n directa a lo que gana realmente cada cual. Pese a estar en la misma categor¨ªa, si t¨² ganas cien, catorce; si ganas mil, 140. Esto es, lisa y llanamente, lo que ha acordado la Junta. Los pactos de la Moncloa, los pactos de la hermandad, solidaridad y salvaci¨®n nacional, dicen: ?La distribuci¨®n de la masa salarial se debe efectuar de modo que la mitad, al menos, del referido incremento (incremento del 22 % global que no se da para los funcionarios, dicho sea de paso, y como puede observarse a simple vista) se distribuya linealmente.?
Pero es que hay m¨¢s; es que las nuevas retribuciones b¨¢sicas, los nuevos sueldos justos del electoralista decreto-ley de 30 de marzo, se imputan esta operaci¨®n, de tal forma que al tener muchos m¨¢s descuentos que las retribuciones complementarias, el porcentaje real de subida es mayor para los m¨¢s ricos, que reciben la masa m¨¢s importante de sus ingresos en concepto de complementos de sueldo. Vuelta, pues, a la discriminaci¨®n de coeficientes. Es lo que se pretend¨ªa.
El decreto-ley de 30 de marzo hab¨ªa dicho, y dice (todav¨ªa est¨¢ vigente: ?Los incrementos de las dotaciones presupuestas para gastos de personal se destinar¨¢n, preferentemente, al aumento de las retribuciones b¨¢sicas.? De lo cual se deduce que el acuerdo, adem¨¢s de ser injusto, es ilegal.
Pero ?se quiere m¨¢s motivo de asombro? La Junta lo proporciona. Los directores generales ganaban hasta ahora dos millones de pesetas anuales. El Gobierno decreta: congelaci¨®n de sus sueldos. Bello ejemplo, sin duda. Pero he aqu¨ª el detalle: los sueldos de los funcionarios de los cuerpos privilegiados exceden en buena mayor¨ªa de lo que ganan los directores generales. Es frecuente el sueldo de m¨¢s de dos millones de pesetas. A ellos, el 14% de incremento. Queden los directores generales para ejemplo de la austeridad gubernamental, a no ser que sean funcionarios de cuerpos privilegiados, porque entonces el director general puede optar (?la libertad personal es uno de los valores incorporados a nuestra ideolog¨ªa?) entre percibir el sueldo de director general o el de su cuerpo. Y claro, opta por el de su cuerpo, y lo recibe a pesar de estar en ?excedencia especial?.
A la expectativa
El acuerdo de la Junta est¨¢ pendiente de que lo apruebe Fern¨¢ndez Ord¨®?ez y lo someta al Consejo. Ahora veremos qu¨¦ entiende por justicia distributiva la ?social-democracia? y un Gobierno de ?centro-izquierda?. Es m¨¢s, ahora tiene el Gobierno la posibilidad de demostrar que est¨¢ m¨¢s a la derecha que el propio Osorio, que fue el autor del decreto-ley de 30 de marzo. Ahora veremos tambi¨¦n, en qu¨¦ medida hay una respuesta sindical de los funcionarios. ?Aceptar¨¢n los sindicatos de funcionarios el acuerdo en estas condiciones?
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