Los ni?os terribles
Un, dos, tres, responda otra vez. Ahora muere el programa, ahora termina la popular maratón de los analfabetos y deben saber ustedes que en el reciente concurso dedicado a los ni?os terribles -los ni?os son siempre terribles, antes y después de Cocteau-, Kiko les pidió verbos de la primera conjugación y salieron éstos- mear, cabrear y cagar. Los dos últimos los cortó la inexistente censura de TVE, y eso que aún no habían llegado los ovejeros de UCD al telefilme o western de Prado del Rey.Cuando Victoria Abril dijo eso de diecinueve preguntas contestadas, resultó que los telespa?oles sólo habíamos oído diecisiete, lo cual le bastaría a cualquier notario para impugnar el programa. Pero no es un caso notarial lo que quiero traer aquí, sino un caso anal, pues anal es erotismo es el ni?o, que siempre encuentra verbos escatológicos a la medida de sus tiernas necesidades, en la primera conjugación, en la segunda, en la tercera o en la que haga falta.
El se?or Arias Salgado y sus inodorizados muchachos no soportan ciertas elocuencias del diccionario, siquiera sean proferidas poéticamente, espontáneamente, violentamente, por el ni?o, aunque ya decía el citado Cocteau que qué seria de los ni?os sin la desobediencia. Así las cosas, el erotismo anal y freudiano del ni?o está vetado en TVE, pero el erotismo anal de los dictadores que impusieron la toquilla a las estrellas que salían en la tele, en tiempos de Arias Salgado (senior) y subsecuentes, parece que sigue ahí, vigente, en la casa de téde la luna de agosto que es Prado del Rey.
Los designios secretos de alguien serían privatizar la tele para llevarse la pastizara y mejor servir al poder desde áreas particulares, y esto lo ha proferido el se?or Gelices, ingenuo como un ni?o, como un ni?o que dice caca, al manifestar en Prado del Rey la otra ma?ana:
Deben ustedes aceptar los nuevos nombramientos porque si no la televisión está en peligro de privatizarse.
Un aviso que puede ser la emisión inversa de un deseo secreto. Ahora sí que son como ni?os. Bueno, un ni?o ha dicho caca por la tele y ha sido vetado. Quizá es la primera vez que se veta a un ni?o desde que se inventó el invento. El último ni?o que habían vetado era yo mismo, un ni?o de derechas. Se han vetado directores generales, Areilzas, cantantes catalanes y directores de cine como Bardem, pero nadie había escandalizado nunca uno de estos peque?uelos con el veto a la caca, que es, digamos, el elemento natural y necesario del ni?o, de todo ni?o sano y limpio.
Los mandos altos e intermedios, que quizá no participan en esa utopía o revolución pendiente de la privatización, se besan en la frente, por los pasillos de la casa, con los currantes de Comisiones y hasta con los del Comité Anticorrupción, y hacen huelgas de celo, porque todo el mundo se ha unido frente al enemigo común o cuatro jinetes del -Apocalipsis, según Arias Silgado. A saber: Carcasona, Gelices, Bofill y Ramos Losada.
-Si tuvieran un poco de dignidad, tendrían que irse- dice un currante.
Cuando a uno le reciben así en un sitio, uno se va, pero aquí, desde que dimitieron los últimos franquistas numantinos, no ha vuelto a dimitir nadie, y menos porque un ni?o vaya mal del vientre, que eso es achaque frecuente en los ni?os. Lo que se teme ahora, tras el nombramiento cuatripartito, son los subnombramientos, porque la Obra de Dios puede volver a la casa de la pradera con todo el poder, ahora que precisamente, hombre, hasta Maximino, que es el tipo que más sabe del Vaticano en Roma y del Opus en el Vaticano, dice que la canonización de Escrivá está parada y hay incluso chantajes que pueden detener para siempre a monse?or en el limbo de los ni?os, donde esperamos que los ni?os no digan caca tan desvergonzadamente como en Un, dos, tres..., por la castidad auditiva del Padre. Arias Salgado ha censurado la ingenua caca de un ni?o. Habiendo tanto de eso en TVE.
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