La ecolog¨ªa en la educaci¨®n

Entramos en la ?era ecol¨®gica?. El hombre empieza a mirar con detenimiento su medio, descubre la urgente necesidad de un uso racional de la naturaleza. Helo aqu¨ª frente a una empresa enorme, que no ser¨¢ s¨®lo quehacer de los sabios, de los t¨¦cnicos y de los Gobiernos, sino que tambi¨¦n concierne a cada uno en su vida cotidiana. por lo que exigir¨¢, de todos, nuevas conductas.Ahora bien, para que una poblaci¨®n emprenda una aventura semejante, es preciso que est¨¦ claramente informada de los problemas que hay que resolver y de las soluciones que hay que aplicar. Es cierto que en la ¨¦poca de los medios masivos de comunicaci¨®n es f¨¢cil difundir la informaci¨®n. Sin embargo, es necesario que sea convenientemente recibida y comprendida para suscitar una adhesi¨®n sincera, capaz de traducirse en actos adaptados. Cuando se trata de captar bien los encadenamientos complejos de las causas y de los efectos, es imprescindible un m¨ªnimo de informaci¨®n cient¨ªfica. Por esta raz¨®n, toda iniciaci¨®n ecol¨®gica ser¨ªa a la vez formaci¨®n de esp¨ªritu y ense?anza. La precocidad de esta iniciaci¨®n es una garant¨ªa de su eficacia.

Ante esto, nos encontramos que al secular abandono de que es objeto la ense?anza de la biolog¨ªa en los actuales planes de estudios se suma un deficiente programa en el que se olvida la ense?anza de la ecolog¨ªa o acomodan ¨¦sta, de una manera poco homog¨¦nea e instructiva.

Por ello, se hace necesaria una revisi¨®n de los actuales programas, en la que se tenga en cuenta la importancia de una ense?anza articulada y bien dirigida de la ecolog¨ªa.