La pol¨ªtica vasca no debe ser tan diferente

Secretario general del Partido Comunista de Euskadi

En tiempos del franquismo se acu?¨® aquel slogan tur¨ªstico pol¨ªtico de ?Espa?a es diferente?, que nos pateaba las tripas a todos los que precisamente quer¨ªamos lo contrario: que Espa?a no fuera diferente, que se pareciera m¨¢s a los que precisamente quer¨ªamos ¨¢rea, que tuviera y ejerciera la libertad, que, en este pa¨ªs, hubiera ciudadanos y no s¨²bditos.

En ese camino estamos. Espa?a es, debe ser, cada vez menos diferente, y en la b¨²squeda de ese objetivo nos encontramos todos los partidos democr¨¢ticos, todos los sectores y fuerzas sociales que queremos la igualdad y la libertad.

Por eso resulta dolorosamente parad¨®jico que cuando la ampl¨ªsima mayor¨ªa de los ciudadanos de este pa¨ªs, vascos incluidos, nos hemos pronunciado netamente por la democracia y la libertad, por los m¨¦todos pac¨ªficos para asentarla y desarrollarla, haya en Euskadi voces y organizaciones que se empe?an en decir y demostrar que ?Euskadi es diferente?.

Es as¨ª que la imagen que de Euskadi se tiene en el resto de Espa?a, es a veces la de un pa¨ªs en armas sin perspectivas en la construcci¨®n de la democracia. Adem¨¢s, cuando honorables voces abundan en que el ?Pa¨ªs Vasco est¨¢ en guerra civil?, es dif¨ªcil hacer creer a todos los ciudadanos de Espa?a que en Euskadi la ampl¨ªsima mayor¨ªa de los vascos estamos decididos a crear y respetar las reglas de la convivencia democr¨¢tica.

Iniciativa para pacificar Euskadi

Ante esta situaci¨®n, una parte determinante de la izquierda y del movimiento obrero vasco, PSOE, el PCE-EPK, la UGT y CCOO han tomado la iniciativa de desarrollar acciones conjuntas orientadas a desterrar la violencia de la vida pol¨ªtica vasca y a asentar democr¨¢ticamente la vida pac¨ªfica y civil.

Estamos ahora en plena ebullici¨®n del tema. T¨¦ngase en cuenta que, por primera vez en la historia, veinte partidos pol¨ªticos vascos y cuatro centrales sindicales se reunieron para tratar este tema. Se inici¨® de esta forma un gran debate en nuestro pueblo y nosotros estamos empe?ados en que contin¨²e por la evidente importancia del asunto.

El eco alcanzado en los medios de comunicaci¨®n de masas no es extra?o. Hay que decir que este problema no es s¨®lo un problema vasco, sino que alcanza una dimensi¨®n estatal: dif¨ªcilmente puede pensarse en consolidar la democracia y normalizar en ella la vida pol¨ªtica en Espa?a, mientras subsiste un foco de violencia en una nacionalidad de la importancia de la vasca.

De ah¨ª que se viera con toda su urgencia e importancia la necesidad de crear un ambiente y un clima pol¨ªtico que fuera eliminando la posibilidad de la violencia: una especie de medicina preventiva. El objetivo ¨²ltimo, ser¨ªa el logro de un compromiso, extendido hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de la sociedad vasca, que acabase por pacificar Euskadi.

Estas son las consideraciones y los objetivos que han movido al Partido Socialista y al Partido Comunista a lanzar la convocatoria a todas las fuerzas pol¨ªticas vascas, para que cada una de ellas, en el grado en el que le corresponde, asuma sus responsabilidades en este problema. Porque, al lado de condenas inequ¨ªvocas, una serie de maniobras y equilibrios por parte de una serie de fuerzas que hac¨ªan est¨¦riles sus condenas, logrando, incluso, el clima necesario de confusi¨®n y cobertura para la continuidad de las acciones armadas.

UCD ante la violencia

A partir de todo ello, han tenido lugar una serie de especulaciones y deformaciones de lo ocurrido en la reuni¨®n del lunes 30, en San Sebasti¨¢n. En primer lugar, sobre la presencia de la UCD en la reuni¨®n. Que el partido del Gobierno est¨¦ presente en una iniciativa de este tipo no puede ser considerada sino como positiva. El PC de Euskadi-EPK ha criticado repetidamente, como en el caso de los sangrientos sucesos de Pamplona, la pol¨ªtica de orden p¨²blico del Gobierno Su¨¢rez, considerando la soluci¨®n de la violencia como materia Policial y de cuerpos especializados, al estilo de los hombres de Harrelson.

Por lo tanto, no hay ninguna maniobra entre PC y UCD. Lo que hay es una voluntad inequ¨ªvoca del Partido Comunista de acabar con este c¨¢ncer que amenaza con destruir el cuerpo social vasco, voluntad que le lleva a colaborar abiertamente con todos aquellos que coinciden en este objetivo, valorando en sus t¨¦rminos las responsabilidades del partido del Gobierno en esta tarea.

En segundo lugar, se est¨¢ dando la impresi¨®n que tratamos que las fuerzas pol¨ªticas vascas declaren la guerra a ETA. Y tampoco es esto cierto, no queremos ning¨²n expediente de cargos contra la citada organizaci¨®n armada. No se lograr¨ªa m¨¢s que dividir a las fuerzas pol¨ªticas y a la opini¨®n p¨²blica y aumentar a¨²n m¨¢s si cabe la confusi¨®n existente. Porque la responsabilidad de acabar con la violencia se corresponde, si a ETA en una dimensi¨®n importante y quiz¨¢ decisiva, pero no s¨®lo a ella. Corresponde tambi¨¦n a las fuerzas de izquierda, al Partido Nacionalista Vasco -que parece conformarse con declaraciones unilaterales, ineficaces como he dicho- al sector denominado abertzale, y, evidentemente, al partido del Gobierno.

La cuesti¨®n es clara y bien concreta. Y no valen escapismos. Deben intervenir todos los partidos y todos los sectores sociales. En este sentido es destacable, por imprecisa y timorata, la posici¨®n de una serie de partidos de izquierda en Euskadi, que junto a la condena de la acci¨®n armada, se inhibe de forma absoluta de cualquier iniciativa dirigida al conjunto del pueblo vasco para construir la democracia arrumbando la violencia.

Comenzar ahora con disquisiciones sobre la violencia institucional y la respuesta que provoca en ciertos sectores puede alejarnos en el tiempo y en el espacio y conducimos a una discusi¨®n entre polit¨®logos alejada por completo de la realidad. Por nuestra parte, claro que queremos acabar con la violencia institucional y con las clases sociales, y con el Estado en ¨²ltima instancia; pero, aqu¨ª y ahora, se trata de conseguir que el proceso democr¨¢tico, y la autonom¨ªa vasca -en la cual entra la cuesti¨®n de las fuerzas de orden p¨²blico- se realice por una v¨ªa pac¨ªfica y de consenso mayoritario.

Que cada cual se coloque ante su propia responsabilidad. Es necesario pacificar Euskadi, no por la v¨ªa de la represi¨®n, sino por la participaci¨®n de la mayor¨ªa, y por la conquista de soluciones pol¨ªticas para los problemas nacionales vascos.

Nosotros, comunistas vascos, afrontamos la responsabilidad que nos corresponde. Y con todo el peso de nuestra influencia, con todos aquellos que lo ven igual que nosotros, no cejaremos hasta que en Euskadi sea constantemente la voz de la mayor¨ªa la que marque la trayectoria de nuestro pa¨ªs.

Por eso, quien busque maniobras o intereses partidistas, se va a estrellar. Aqu¨ª hay, tiene que haber, juego limpio. No nos estamos jugando esta o aquella enmienda a un proyecto de ley. Nos estamos jugando el futuro de Euskadi, su desarrollo nacional, y, en t¨¦rminos generales, la democracia en toda Espa?a.