Fernando Claud¨ªn: "El Partido Comunista ha sido m¨¢s derechista que nosotros"
Presentaci¨®n del libro "Documentos de una divergencia comunista
Fernando Claud¨ªn es, probablemente, el cr¨ªtico m¨¢s indicado para analizar de cerca la actuaci¨®n M Partido Comunista de Espa?a. Fue miembro de su comit¨¦ ejecutivo hasta su expulsi¨®n -en compa?¨ªa de Sempr¨²n y Francesc Vicens- y continu¨® profundizando sus estudios sobre el marxismo y la pol¨ªtica. Ayer se present¨® un libro firmado por ¨¦l con un car¨¢cter profundamente documental, como indica el propio t¨ªtulo. En el mismo se recogen sus tesis pol¨ªticas, aquellas que le costaron la expulsi¨®n y que le granjearon el prestigio indudable que hoy tiene en todo el espectro pol¨ªtico de la izquierda. El rigor y la honradez a costa de su militancia. EL PA?S mantuvo con ¨¦l una amplia entrevista. Por otra parte, se iba haciendo evidente para m¨ª la imposibilidad de que en el comit¨¦ ejecutivo (como comenz¨® a llamarse el bur¨® pol¨ªtico a partir del sexto congreso del partido) prosperasen posiciones diferentes de las que en cada momento adoptase Santiago Carrillo. (Durante las discusiones del 64 plante¨¦: ??No es anormal que desde hace ocho a?os, desde que Santiago dirige ¨¦l trabajo, no hayamos adoptado nunca una postura contraria a sus resoluciones?? Se hizo un gran silencio, que, al final, rompi¨® Mije para decir: ?S¨ª, una vez...? Todos nos miramos con aire intrigado, hasta que Mije explic¨®: ? Cuando Santiago propuso ir clandestinamente a Asturias rechazamos su propuesta.? Mije ten¨ªa raz¨®n. Pero nadie pudo recordar otro caso. Era, en efecto, la ¨²nica vez que el comit¨¦ ejecutivo hab¨ªa tomado una decisi¨®n contraria a la posici¨®n de Santiago Carrillo). Yo ?descubr¨ªa? en aquel per¨ªodo el fen¨®meno y su negatividad, pero en realidad se trataba de algo ?normal? en los partidos comunistas desde la ¨¦poca de Stalin. Los secretarios generales dispon¨ªan de poderes extraordinarios y dec¨ªan la ¨²ltima palabra sobre cada asunto. La cosa derivaba l¨®gicamente de la concepci¨®n staliniana del partido como unidad ?monol¨ªtica?.
(Pr¨®logo de Documentos de una divergencia comunista)
Ayer se present¨® en Madrid el libro se?alado en el extracto del pr¨®logo que se publica. Fernando Claudin, expulsado del Partido Comunista de Espa?a junto a Jorge Sempr¨²n y Francesc Vicens por mantener diferencias concep¨ªtiales con Santiago Carrillo, calificadas de ?derechistas? por el comit¨¦ ejecutivo, es, sin duda, en la actualidad, uno de los escasos te¨®ricos marxistas espa?oles.
?La cuesti¨®n de fondo que hab¨ªa en la discusi¨®n -declarar¨ªa a EL PA?S- era el an¨¢lisis de la situaci¨®n espa?ola en aquel a?o, 1964, y lo sustancial de la divergencia consist¨ªa en que yo sosten¨ªa que hab¨ªa un desarrollo capitalista importante enel pa¨ªs que hab¨ªa modificado las estructuras econ¨®micas y sociales y que, por tanto, planteaba de una manera nueva los problemas de la revoluci¨®n espa?ola y, a consecuencia de ello, las modificaciones en la l¨ªnea pol¨ªtica del partido. El grupo mayoritario segu¨ªa viendo la Espa?a de entonces como la de los a?os 30 y, por tanto, consideraba que el car¨¢cter de la revoluci¨®n espa?ola segu¨ªa siendo el mismo que en los a?os 30: esencialmente antifeudal y antimonopolista. Yo planteaba que la futura revoluci¨®n espa?ola ser¨ªa ya socialista, que mientras tanto lo que pod¨ªa haber ser¨ªa un cambio democr¨¢tico y que dada la relaci¨®n de fuerzas existente y previsible, no se pod¨ªa descartar -incluso parec¨ªa lo m¨¢s probable- que ese cambio democr¨¢tico se desarrollara bajo la hegemon¨ªa de esas mismas clases dominantes.?
Dos partes
Sobre cu¨¢ndo comenz¨® el Partido Comunista a modificar sus concepciones, aceptando sin confesarlo la calidad del an¨¢lisis de Fernando Claud¨ªn, nos responde: ?En esto hay que distinguir dos partes: por un lado, lo que se refiere a este an¨¢lisis de lo que era Espa?a, que eso lo retoman muy r¨¢pidamente. Ya poco despu¨¦s del libro de Santiago Despu¨¦s de Franco, ?qu¨¦? (1965). Ahora bien, en lo que se refiere a la estrategia del partido, hay una evoluci¨®n que va m¨¢s lejos de lo que hab¨ªamos preconizado en ese momento, en lo que se refiere a la amplitud de las alianzas. Hab¨ªa previsto que no se pod¨ªa descartar un compromiso con los elementos liberalizadores del sistema, pero en ning¨²n momento hab¨ªa pensado en el compromiso de una alianza de tipo estrat¨¦gico como la del "Pacto por la libertad" o la pol¨ªtica de "concentraci¨®n democr¨¢tica" que implica la alianza con la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico. Dicho con otras palabras: a nosotros se nos expuls¨® acus¨¢ndonos de "derechistas", y Azc¨¢rate en su art¨ªculo en EL PA?S insiste en esa acusaci¨®n, pero luego ellos fueron mucho m¨¢s lejos en esa orientaci¨®n.?
?Nuestras cr¨ªticas iban dirigidas, fundamentalmente, adem¨¢s de a analizar la situaci¨®n espa?o la de una manera no coincidente con el resto del ejecutivo, al stalinismo, puesto que preconiz¨¢bamos una actitud mucho m¨¢s cr¨ªtica, mientras que la posici¨®n de la mayor¨ªa y de Santiago Carrillo, especialmente, era la de conceder una confianza absoluta a Kruschev y al PCUS. En lo que ata?e al funcionamiento interno del PCE, nosotros plante¨¢bamos no una democratizaci¨®n formal -cosa imposible en la clandestinidad-, pero si una mayor libertad de discusi¨®n y de cr¨ªtica dentro del partido.?
Evoluci¨®n positiva
?Creo que hoy -a?ade Claud¨ªn- no se puede decir, y no creo que Sempr¨²n lo diga en su libro, que el funcionamiento interno del partido sea igual que antes: hay una evoluci¨®n positiva que no ha llegado todav¨ªa hasta donde deber¨ªa de llegar. No es un problema de personas, es decir, no se trata de que permanezca o no Santiago Carrillo, sino de m¨¦todo. Lo que s¨ª hace falta es que el cargo de secretario general no tenga los enormes poderes que hoy tiene. Que sea criticado p¨²blicamente cuando se considere necesario, que sea "primus inter pares" y no colocado por encima. Por ejemplo: hace unos d¨ªas Carrillo critic¨® p¨²blicamente a Ram¨®n Tamames por sus declaraciones en favor de un militar en la cartera de Interior; en cambio, Carrillo comete la "picia" en su pol¨¦mica parlamentaria con Fraga -lo que me consta sent¨® muy mal en la direcci¨®n- y no se le critic¨® p¨²blicamente.?
?Por ¨²ltimo, quiero se?alar que la falta de autocr¨ªtica p¨²blica es una secuela de la concepci¨®n staliniana del partido. Acabo de leer muy sucintamente las tesis pol¨ªticas para el pr¨®ximo congreso, donde se habla de la pol¨ªtica del partido bajo el franquismo: no hay la menor autocr¨ªtica en el mencionado an¨¢lisis.?
Fernando Claudin, comentarista pol¨ªtico, ensayista del marxismo m¨¢s actual y heterodoxo oficial del Partido Comunista de Espa?a, contin¨²a su labor. Pronto aparecer¨¢ un nuevo libro te¨®rico con su firma.
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