Siderurgia, pol¨ªtica monetaria y precios agrarios, temas prioritarios para el equipo econ¨®mico
Crisis sider¨²rgica, naval, precios agrarios, pol¨ªtica monetaria y energ¨¦tica son puntos clave que el remozado equipo econ¨®mico tiene ya sobre la mesa y que tendr¨¢ que resolver en pocas semanas una vez que los nuevos ministros se hayan enterado del estado actual de estos problemas y las alternativas propuestas.
A los ocho meses de constituido el primer Gobierno democr¨¢tico, un nuevo o remozado equipo econ¨®mico afronta una problem¨¢tica no esencialmente distinta de la de julio de 1977. Las tareas pendientes son esencialmente las mismas y s¨®lo dos aspectos de un dec¨¢logo inalterable cuentan con una base s¨®lida, fruto de la gesti¨®n del equipo Fuentes Quintana.Uno de los factores desencadenantes de la crisis ha sido, sin duda, el desequilibrio entre algunos de los planteamientos m¨¢s urgentes para salvar la cr¨ªtica situaci¨®n econ¨®mica. El que s¨®lo hayan funcionado los dispositivos para contener precios, en base a una pol¨ªtica monetaria marcadamente restrictiva, y la mejora del saldo de la balanza exterior, a partir de los efectos de la devaluaci¨®n de julio, contrasta fuertemente con la indecisi¨®n en otros aspectos tan urgentes como los apuntados, hasta el punto de que su persistencia desfavorable dificulta la habilitaci¨®n de una serie de correctores necesarios a la pol¨ªtica monetaria, cuyos efectos se han producido m¨¢s intensiva y r¨¢pidamente de lo previsto. As¨ª, la acci¨®n m¨¢s urgente que se plantea al equipo econ¨®mico del Gabinete es, sin duda, la adopci¨®n de una pol¨ªtica de reestructuraci¨®n sectorial, con especial hincapi¨¦ en los sectores sider¨²rgico, naval y de bienes de equipo y directas consecuencias en la situaci¨®n del empleo, ya que nadie duda de que en los tres casos van a producirse importantes reducciones de plantilla.
Otro dato importante que se plantea al Gobierno es la instrumentaci¨®n de unos mecanismos de acci¨®n sindical que, a pesar de ser el gran ausente del pacto de la Moncloa, debe merecer atenci¨®n prioritaria en las actuales circunstancias.
La definici¨®n de la pol¨ªtica presupuestaria, junto a una reordenaci¨®n de la empresa p¨²blica, es un aspecto importante de la problem¨¢tica que se presenta al Gabinete, con evidentes implicaciones en la reestructuraci¨®n sectorial, por la importante cantidad de recursos p¨²blicos que precisar¨¢ y la notable presencia de las empresas del INI en los sectores m¨¢s afectados por la crisis. En este apartado tambi¨¦n resulta urgente acometer la reforma de la Funci¨®n P¨²blica, cuyas caracter¨ªsticas y dotaciones deben ser prontamente revisadas. Dentro del esquema de austeridad que el sector p¨²blico se ha impuesto en los pactos vigentes cabe demandar una Administraci¨®n m¨¢s ¨¢gil y racional. La base de todo ello ser¨¢, sin duda, continuar el camino emprendido para el saneamiento fiscal del pa¨ªs.
La pol¨ªtica agr¨ªcola tambi¨¦n constituye un reto importante para el nuevo equipo econ¨®mico. La situaci¨®n del campo, con una pol¨ªtica de precios y ordenaci¨®n de cultivos cada vez m¨¢s urgentes, puede considerarse casi explosiva y de consecuencias imprevisibles. La espiral inflacionista que un incremento desmedido de precios agr¨ªcolas puede provocar no puede obviarse, pero tampoco cabe perpetuar por m¨¢s tiempo la lamentable situaci¨®n del agro y el medio rural espa?ol.
Los temas son, como se ve, muchos. El dec¨¢logo de prioridades adjunto incluye tambi¨¦n otros aspectos, acaso m¨¢s aireados en las ¨²ltimas semanas. Pero el primero y esencial puede ser devolver la confianza a todo el pa¨ªs, no recuperada desde que la situaci¨®n econ¨®mica comenz¨® a degradarse, en parte por la situaci¨®n internacional, como consecuencia del modelo de desarrollo tecnocr¨¢tico y tambi¨¦n por la irresponsabilidad de gobernantes no tan remotos.
La definici¨®n de la pol¨ªtica a aplicar en el caso de la grave crisis de Altos Hornos del Mediterr¨¢neo y de Babcock Wilcox, son temas inmediatos que dar¨¢n una medida de la actitud del Gobierno y que, indirectamente, marcar¨¢n el destino de los pactos de la Moncloa.
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