Informaci¨®n sobre la energ¨ªa nuclear

Desear¨ªa hacer algunas observaciones sobre la carta de Pedro L. Angosto publicada en EL PAIS del 11 de febrero de 1978, relacionada con la energ¨ªa nuclear y las declaraciones del se?or Sajarov.La preocupaci¨®n y hasta inquietud sentida por el se?or Angosto y por tantos otros millones de seres humanos sobre los problemas de la energ¨ªa nuclear es absolutamente justificable desde el punto de vista ecol¨®gico y de seguridad para los seres humanos. Hay por lo menos dos ¨¢reas en las que existen problemas que est¨¢n lejos de haber sido resueltos satisfactoriamente: el almacenamiento a largo plazo de los residuos de alto nivel radiactivo y la protecci¨®n en caso de desastres naturales o hechos por el hombre.

Lo que ha motivado esta carta es el hecho intolerable en estas fechas que es la falta de informaci¨®n, b¨¢sica de la que sufren tantas personas al confundir las explosiones nucleares con el proceso de funcionamiento de los reactores nucleares para obtenci¨®n de energ¨ªa. Explicando de forma sencilla, se puede decir que para que pueda existir una explosi¨®n nuclear del tipo de las armas nucleares es necesario que exista una cantidad m¨ªnima de un material fisible espec¨ªfico en un volumen determinado (una masa cr¨ªtica) y est¨¢ muy bien probado que tales condiciones son absolutamente necesarias para la explosi¨®n. En los reactores nucleares utilizados para obtener energ¨ªa, tales condiciones no existen ni pueden existir en ning¨²n caso, principalmente por no existir suficiente cantidad de tal is¨®topo espec¨ªfico en ninguna parte del reactor. El accidente m¨¢s peligroso es el de la funci¨®n del centro del reactor (core melt-down) debido a un fallo total de todos los sistemas de refrigeraci¨®n. En tal caso, el da?o ecol¨®gico podr¨ªa ser enorme, pero no puede haber explosi¨®n.

Declaraciones de gente bien intencionada, pero poco informada, equiparando el medio mill¨®n de muertos del Jap¨®n con la producci¨®n de energ¨ªa nuclear, no hacen m¨¢s que permitir a los que abogan por la energ¨ªa nuclear a toda costa el descr¨¦dito de los ecologistas, por su ignorancia.

Lawrence Laboratory