Presentaci¨®n del director Jos¨¦ Mar¨ªa Cervera

Por enfermedad del director extranjero invitado, se encarg¨® del ¨²ltimo concierto de la Nacional el joven maestro espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Cervera. Me parece lamentable que la presentaci¨®n en Madrid de una batuta nacional que ostenta la titularidad de la Municipal de Valencia y que cuenta en su haber con destacados ¨¦xitos fuera de nuestras fronteras se haya producido por el azar de una sustituci¨®n.Jos¨¦ Mar¨ªa Cervera, poco m¨¢s de treinta a?os, bu?olense, violinista, compositor y director, realiz¨® con brillantez sus estudios en Espa?a y los perfeccion¨® en Italia. Ha dirigido las orquestas Lamoureux y Conservatorio de Par¨ªs, Mozarteum de Salzburgo, Nacional Francesa, Pomeriggi Musicale y Angelicum de Mil¨¢n, Nacional B¨²lgara y varias otras europeas y americanas. En 1973 gan¨® el premio de composici¨®n Maestro Villa, del Ayuntamiento madrile?o. Desde hace alg¨²n tiempo trabaja como titular de la Municipal valenciana, t¨ªtulos y antecedentes todos que justificaban un ?debut? madrile?o ?con todas las de la ley?: el que todav¨ªa se le debe, pues ha de considerarse su aparici¨®n actual como un ?predebut?.

Dicho esto, nos alegramos de haber tenido ocasi¨®n de calibrar el talento, el buen instinto, la agilidad t¨¦cnica y la correcci¨®n de pensamiento de Cervera. Su versi¨®n de Los preludios lisztianos fue admirable por cohesi¨®n, construcci¨®n interna, expansi¨®n l¨ªrica y riqueza din¨¢mica. Y en la Sinfon¨ªa incompleta supo demostrar su aptitud para mundos m¨¢s leves e interiorizados al discurrir por la l¨ªrica liederista del melodismo schubertiano. No menor brillantez alcanz¨® la obertura de Freisch¨¹tz, expuesta de forma contundente y enriquecida por una t¨®nica dram¨¢tica (la pieza es casi un poema sobre la ¨®pera) digna de los aplausos recibidos. Hay que anotar que el remiso p¨²blico de los viernes otorg¨® a Cervera muy largas y justificadas ovaciones.

No creo que el cuarto concierto de Beethoven constituya la m¨²sica ideal para Andr¨¦ Watts, que tiende a superficializar su contenido. Pero el pianista posee unos medios de tanta virtuosidad, domina la t¨¦cnica en todos sus aspectos con tan asombrosa facilidad que la escucha se hace f¨¢cil y la atenci¨®n se mantiene excitada por la vitalidad de Watts. Triunfo clamoroso para el solista, que comparti¨® con el director y los profesores de la ONE. Podr¨ªamos referirnos a cierto descuido de la calidad sonora por parte de Cervera, pero ser¨ªa injusto hacerlo en esta ocasi¨®n. Esperemos a escucharle m¨¢s y con mayor reposo de trabajo. Bastante es ya la excelente impresi¨®n causada de la que se deriva una afirmaci¨®n: en Cervera hay un director nato que obtendr¨¢ en el futuro mayores ¨¦xitos de los importantes conseguidos hasta ahora.