Una nueva frontera
En este tiempo de cine prostibulario, en el que el sexo asoma con distintos pretextos cada d¨ªa, alguien ha tenido la idea de llevarnos al extremo opuesto, al lugar donde el sexo no existe, ni el amor, ni la pasi¨®n, al menos como hasta ahora lo entendemos. Para tal operaci¨®n ya emprendida por otros filmes recientes con ¨¦xito diverso, se ha escogido esta vez un filme ¨®ptimo: la antigua y nueva Odisea del espacio excelente obra de Kubrick donde el cine, a medias entre el arte y el producto industrial, alcanza, si quiera sea con car¨¢cter excepcional, categor¨ªa de obra maestra.
2001 tiene una historia simple. sin moral maniquea ni desenlace aleccionador, puesta al servicio del gran espect¨¢culo centrada en la indagaci¨®n de la vida de los humanos lejos de la tierra, a lo largo de una aventura que nunca escapa de sus puras coordenadas naturales.
2001
Una odisea del espacio.
Direcci¨®n Stanley Kubrick, Gui¨®n de Stanley Kubrick v Arthur C
Clarke.
Int¨¦rpretes: Keir Dul¨ªea, Gary Lockwood
Color Cine de Anticipaci¨®n.
Loca de exhibici¨®n: Conde Duque
38, y Maciel, m. 65); Athletic de Bilbao, 2 (Argote, dos, m. 1 y 62).Las Palmas: Carnevali; Gerardo, P¨¢ez, Hern¨¢ndez, Roque, F¨¦lix. Carmelo. Brindisn. Rivero (Pepe Juan, m 62), Jorge y Maciel (Fern¨¢ndez, m. 75). Athletic de Bilbao: Ir¨ªbar; Tirapu, Guisasola, Escalza, Vidal, Astrain, Dani, Irureta (Garay, m. 76), Carlos, Churruca (Alesanco, m. 86) y Argote. Arbitro: Navarrete. Mal. Mostr¨® tarjetas a Dani, Vidal, Astrain, Maciel y P¨¢ez.
No hay marcianos aqu¨ª, ni naves pintorescas, ni paisajes que vayan m¨¢s all¨¢ de lo que el hombre concibe a su medida. Se nos narra la historia de una expedici¨®n en busca de una raz¨®n perdida, raz¨®n que viene a suplantar en el siglo en que la acci¨®n discurre, a la suprema y tradicional que gobierna y rige el destino de los hombres.
La expedici¨®n lanzada a estudiar tal hallazgo lleva en su seno, a bordo, un enemigo: su computador que va eliminando paulatinamente a todo el equipo salvo el piloto. Pero incluso ese traidor sutil y habilidoso tiene su lado d¨¦bil al igual que los humanos, pero una vez inutilizado, la nave, perdido todo control, se precipita por los espacios siderales. As¨ª el piloto, m¨¢s all¨¢ del tiempo confunde las edades, se ver¨¢ a si mismo viejo, ni?o, al borde de la muerte, para volver a renacer en un circulo eterno que no tiene principio ni fin, ni siquiera cuando la acci¨®n concluye.
M¨¢s que un filme de pura creaci¨®n, se trata en este caso de una pel¨ªcula de reconstrucci¨®n donde se nos muestra el modo de vivir en los futuros viajes m¨¢s all¨¢ de los l¨ªmites habituales, la soledad, el vac¨ªo exterior, el terror ante el infinito la relaci¨®n especial entre t¨¦cnicos y pilotos, el germen de una nueva raza a niveles hasta ahora in¨¦ditos. Ese mundo helado, infinito y a la vez encerrado en si mismo, donde los astros giran en silencio medidos por millares de estrellas vivas, por cientos de lunas p¨¢lidas y muertas, aparece aqu¨ª en toda su belleza a la vez temible y poderosa, a un tiempo abstracta y pintoresca.
El hombre, omnipresente en esta ¨²ltima odisea, siempre necesit¨® de la aventura, siempre quiso saber qu¨¦ hay m¨¢s all¨¢ del horizonte. Gran parte de nuestra cultura nace de tal curiosidad y su afici¨®n casi constante por el riesgo. 2001 nos aleja ese horizonte a¨²n m¨¢s entre la fantas¨ªa y la raz¨®n hasta nuevas fronteras que un d¨ªa descubriera Einstein.
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