Nuevas irregularidades en el hospital de la Cruz Roja de Barcelona

El senador Felip Sol¨¦-Sabaris interpelar¨¢ al ministro de Sanidad para que informe respecto al estatuto de la Cruz Roja Espa?ola y su grado de vinculaci¨®n a la sanidad p¨²blica. Esta interpelaci¨®n est¨¢ basada en una serie de presuntas irregularidades acaecidas en la Cruz Roja de Barcelona y particularmente en el hospital del mismo nombre de la Ciudad Condal.

Al respecto, fuentes responsables informaron a EL PA?S de los deseos de personalidades de la nobleza y alta burgues¨ªa catalanas, estamentos que dominan la instituci¨®n, de constituir una Fundaci¨®n del Hospital de la Cruz Roja, precisamente en estos momentos de reforma fiscal.Dichas fuentes destacaron la confusi¨®n existente entre el aparente car¨¢cter p¨²blico y ben¨¦fico de la Cruz Roja -objeto de abundante publicidad con motivo de las cuestaciones de la banderita- y el hecho que algunos m¨¦dicos del referido hospital obtengan, ¨²nicamente a trav¨¦s de su labor en el mismo, honorarios mensuales de incluso dos millones de pesetas, circunstancia que a su vez contrasta con el d¨¦ficit anual del hospital, de varias decenas de millones. A toda esta confusi¨®n entre servicio p¨²blico y beneficio privado se podr¨ªa sumar ahora, con la creaci¨®n de una fundaci¨®n, la desgravaci¨®n fiscal que podr¨ªa darse, gracias a una fundaci¨®n privada, amparada en una instituci¨®n aparentemente p¨²blica.

Paralelamente se ha producido una grave denuncia por parte de un m¨¦dico del hospital de la Cruz Roja, el doctor Pedro Gausa, con relaci¨®n a la provisi¨®n de la plaza de jefe del servicio de urolog¨ªa del mencionado hospital. El doctor Gausa hab¨ªa sido designado jefe del citado servicio por la junta m¨¦dica, previa celebraci¨®n de concurso de m¨¦ritos, pero esta decisi¨®n no fue ratificada por. la junta de gobierno, integrada primordialmente por se?oras de la alta sociedad barcelonesa. En cambio, se cre¨® poco despu¨¦s un nuevo cargo de ur¨®logo que se encomend¨® al doctor Juan Jos¨¦ Aguil¨®, perteneciente a una destacada familia barcelonesa, pero que no formaba parte del cuerpo facultativo del hospital ni estaba inscrito como ur¨®logo en el Colegio de M¨¦dicos de Barcelona.

El doctor Gausa denunci¨® ya estos hechos ante la Asociaci¨®n Espa?ola de Urolog¨ªa y la Direcci¨®n General de Sanidad. Como se recordar¨¢, las primeras denuncias p¨²blicas sobre el car¨¢cter real de la Cruz Roja barcelonesa fueron efectuadas con motivo del despido del doctor Josep M. Castellanos, quien acaba de, formular una nueva reclamaci¨®n ante Magistratura de Trabajo de Barcelona, solicitando un mill¨®n de pesetas de la Cruz Roja (v¨¦ase EL PA?S de 16, 21 y 28 de diciembre de 1977).

Anteriormente, hab¨ªa sido cesado de su cargo de jefe de prensa de la Cruz Roja de Barcelona el periodista Jos¨¦ Antonio Echarri, debido a ser tambi¨¦n director de una revista de destape, condici¨®n que las damas rectoras de la instituci¨®n consideraron incompatible con la Cruz Roja.