Aparecen carros de combate alemanes en poder de Etiop¨ªa
La aparici¨®n de cuatro carros de combate del tipo Leopard, de fabricaci¨®n, alemana, en poder del ej¨¦rcito et¨ªope y bajo control sovi¨¦tico, ha producido una gran conmoci¨®n en el sector armamentista alem¨¢n federal. Meses atr¨¢s, otras unidades similares se encontraban en Siria, llegadas a trav¨¦s de Italia.
Seg¨²n previsiones de la comisi¨®n de defensa de la Rep¨²blica Federal de Alemania, la situaci¨®n no debe de limitarse a estos casos. Francia ha realizado similares negocios con los pa¨ªses ¨¢rabes mediante la oferta de material b¨¦lico producido en r¨¦gimen de coproducci¨®n con la RFA.
Esta situaci¨®n se produce en un momento clave para la industria armamentista alemana que est¨¢ deseosa de que quede sin efecto el compromiso gubernamental de no exportar directamente armas a zonas en conflicto, norma que entr¨® en vigor, te¨®ricamente, el 17 de junio de 1971.
Si el Gobierno federal levantase esta prohibici¨®n, que en realidad no se ha cumplido fielmente desde la fecha de aprobaci¨®n, las grandes empresas reconvertir¨ªan en gran escala sus cadenas de montaje para la producci¨®n de material b¨¦lico y llevar¨ªan a la RFA a los primeros puestos en la exportaci¨®n de armas.
Un libro que aparecer¨¢ en breve, Puestos de trabajo mediante el armamento, afirma que ni el Gobierno, ni el Parlamento, ni la sociedad cretidicia Hermes, que respalda oficialmente las exportaciones alemanas, est¨¢n en condiciones de controlar la venta de armamento al exterior. Las operaciones de esta misma sociedad escapan en gran medida a la vigilancia del propio Parlamento, seg¨²n los autores del libro.
Los empresarios del sector aducen como argumento en favor de la liberalizaci¨®n de la venta de armas, que con ellas se garantizar¨ªa el puesto de trabajo a muchos que, de no ser as¨ª, tendr¨ªan que ser despedidos de los centros de producci¨®n.
Este recurso coactivo parece haber hecho mella en el Gobierno, cuya funci¨®n en este caso seria la de aprobar o denegar cada operaci¨®n de venta contando con las implicaciones que tal operaci¨®n trajese a la pol¨ªtica exterior de la RFA. Progresivamente, este planteamiento va dando paso a una praxis m¨¢s abierta a los puros intereses econ¨®micos.
Tal es el caso de Ir¨¢n, que es el primer pa¨ªs dentro del Tercer Mundo en importaci¨®n de armas (3.220 millones de d¨®lares entre 1965 y 1975) y que ahora se propone importar de la RFA, concretamente de la casa KRUPP, productos por valor de cuatrocientos millones de marcos dentro de este a?o.
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