Jos¨¦ Sol¨ªs: "Consegu¨ª retrasar la ?marcha verde?"

Jos¨¦ Sol¨ªs Ruiz, ex ministro del Movimiento, Sindicatos y Trabajo, no defraud¨® ayer en la ¨²ltima sesi¨®n informativa sobre el proceso de descolonizaci¨®n del Sahara en la Comisi¨®n de Exteriores del Congreso. El se?or Sol¨ªs no dijo ni convenci¨® m¨¢s de lo que se esperaba, y su intervenci¨®n estuvo marcada por la habilidad y el gracejo que le son propios. En ella critic¨® severamente a las Naciones Unidas y, despu¨¦s de reafirmar que la marcha verde constituy¨® un peligro real de guerra, declar¨® que su entrevista con Hassan II tuvo como objetivo parar la marcha o retrasarla. Esto ¨²ltimo fue lo que consigui¨®, seg¨²n sus palabras.

Una vez m¨¢s, los periodistas superaron, con creces, en n¨²mero a los diputados que asistieron a la ¨²ltima sesi¨®n informativa del Congreso sobre el Sahara, que respondi¨® a todos los pron¨®sticos. A lo largo de casi cincuenta minutos de la intervenci¨®n de Jos¨¦ Sol¨ªs hubo exclamaciones y carcajadas continuas, buscadas por el orador ?para romper el hielo?, como el propio Sol¨ªs declar¨®.El centro de la exposici¨®n estuvo en torno a su viaje rel¨¢mpago a Marrakech para entrevistarse con el rey Hassan II el 21 de octubre de 1975. Jos¨¦ Sol¨ªs, despu¨¦s de afirmar que el Consejo de Ministros del d¨ªa 20 de octubre reconoci¨® el peligro de un enfrentamiento armado si se pon¨ªa en camino la marcha verde, se?al¨® que se acord¨® en el Gobierno que el presidente, o cualquiera de sus ministros, fuese a Rabat, rechaz¨¢ndose el ofrecimiento que hizo en aquellos momentos, para mediar, el embajador de Arabia Saudita, sobre lo que Sol¨ªs dijo: ?Si hubiera sido en Afganist¨¢n, pa¨ªs que est¨¢ lejos y que ya no s¨¦ si existe, porque todo eso cambia mucho, bien est¨¢, pero para ir a Marruecos que est¨¢, aqu¨ª al lado, era una exageraci¨®n?. Luego relat¨® que el presidente Arias, despu¨¦s de consultar con Cortina Mauri, lo despert¨® a las cinco y media de la ma?ana para pedirle que fuera a ver a Hassan.

Sol¨ªs relat¨® as¨ª su hist¨®rico viaje y la entrevista con el rey de Marruecos: ?Ten¨ªa la misi¨®n de pedirle que no arrancara la marcha verde o, al menos, que retrasara sus preparativos para darnos tiempo a negociar. Sal¨ª en avi¨®n especial hacia Rabat y despu¨¦s de recoger al embajador Mart¨ªn Gamero marchamos a Marrakech, donde estaba el rey Hassan preparando la marcha. All¨ª, ante mi sorpresa, porque cre¨ª que el viaje era secreto, nos recibieron en el aeropuerto con honores, pas¨¦ revista a una compa?¨ªa, tuvimos escolta de motoristas, hab¨ªa mucha gente esperando que nos saludaba, no s¨¦ con qu¨¦ intenciones, y sent¨ªamos un ambiente muy fr¨ªo. El hielo se cortaba con un cuchillo?, sentenci¨® dram¨¢tico Sol¨ªs.

El afecto del rey

?El rey -sigui¨® Sol¨ªs- me recibi¨® con afecto, quiz¨¢ porque vi¨® una cara conocida. Yo lo conoc¨ª hace diez a?os como representante de Espa?a en una cena oficial en Rabat y, tres a?os m¨¢s tarde, en una monter¨ªa en Espa?a. Estuvo afectuoso conmigo. Me pregunt¨® por la salud de Franco, y yo le nform¨¦ de una reciente reca¨ªda. Luego me dijo que Franco ten¨ªa su amistad y la del pueblo marroqu¨ª. Le habl¨¦ del peligro de una guerra y de que hab¨ªa que parar la marcha o retrasarla.

Sol¨ªs relata c¨®mo el rey se quej¨® de las promesas negociadoras de Espa?a que no se cumplieron a lo largo de la historia. ?Yo le interrump¨ª, aunque eso no se hace -dice Solis-, y le dije: majestad, eso es ya historia, y ¨¦l me respondi¨®: "Sol¨ªs, es imposible, la marcha verde se pondr¨¢ a andar." Ten¨ªa que marcharme ante esa respuesta; el rey me hab¨ªa dado calabazas. Entonces me acord¨¦ de las madres de nuestros soldados, de sus hijos y le habl¨¦ de la C¨®rdoba de no s¨¦ qu¨¦ a?o, de trece siglos de convivencia ¨¢rabe, de que hab¨ªa que olvidar lo malo de la historia, y yo pens¨¦ que el pens¨®: "Con este cordob¨¦s no hay qui¨¦n pueda", y a?adi¨®: "Sol¨ªs, yo te garantizo que antes de 48 horas env¨ªo un funcionario a Madrid para negociar".

Luego cuenta Sol¨ªs que en el aeropuerto el primer ministro Osman lleg¨® con urgencia y le dio el p¨¦same por la muerte de Franco, anunciada en la ONU. Sol¨ªs coment¨®: ?Uno que sabe de pol¨ªtica se meti¨® en el avi¨®n, puso la radio y al ver que en C¨®rdoba se cantaba flamenco, en Valencia tocaban pasodobles y en Catalu?a cantaban en catal¨¢n -la diputada comunista Calvet le record¨® luego que el catal¨¢n estaba prohibido en esa ¨¦poca- me dije que si Franco hubiera muerto no habr¨ªa m¨²sica en estas estaciones.?

Sol¨ªs se?al¨® luego que no sab¨ªa por qu¨¦ lo hab¨ªa elegido Arias para esta misi¨®n, y tras citar ejemplos de misiones de pol¨ªticos, ref¨ªri¨¦ndose indirectamente a los viajes del conde de Barcelona a Tr¨ªpol i o Felipe Gonz¨¢lez a Argel, dijo: ?No soy tan listo, tan listo, ni tan tonto, tan tonto, tampoco. Yo creo que no lo hice mal del todo. Es cierto que la elecci¨®n pudo hacerse por sorteo, estatura o peso, pero me escogieron a m¨ª.?

A lo largo de su intervenci¨®n la emprendi¨® varias veces con las Naciones Unidas. He aqu¨ª algunas de las frases del ex ministro con las que quiso poner de relieve la inoperancia de la Organizaci¨®n en la crisis del Sahara: ?Se decidi¨® negociar con Marruecos porque la ONU no serv¨ªa, que si el comit¨¦ de no s¨¦ cu¨¢ntos, que si el consejo de no se qu¨¦; las Naciones Unidas tienen mucho que mejorar, no vay¨¢is a verlas, yo asist¨ª a un discurso de un ministro peruano y hab¨ªa cuatro diplom¨¢ticos de su embajada y cuatro personas de la mesa, y el hombre pronunci¨® un discurso muy bonito en el que habl¨® de Espa?a, y lo hizo con grandes gestos y d¨¢ndose golpes de pecho. Luego sub¨ª al bar y al restaurante y estaban llenos.? Esta intervenci¨®n vali¨® una protesta de los diputados Otero Madrigal y D¨ªaz Marta, ex funcionarios de la ONU.

Jos¨¦ Sol¨ªs tambi¨¦n dio un repaso dial¨¦ctico a los pocos diputados presentes, que no pararon de re¨ªrse, aunque a veces se enfadaron. He aqu¨ª sus frases m¨¢s destacadas sobre la opci¨®n del Gobierno en 1975 y el proceso de descolonizaci¨®n del Sahara: ?Se hizo lo que se pudo; los intelectuales no sirven para la pol¨ªtica porque tienen tantas soluciones en la cabeza que no se deciden por ninguna; si quer¨¦is alguna aclaraci¨®n m¨¢s llamadme a casa un d¨ªa de ¨¦stos y charlaremos, pero ahora lo que hay que hacer es no perder el tiempo; el proceso de descolonizaci¨®n no est¨¢ cerrado, ah¨ª est¨¢ el debate de pesca donde tuvisteis vuestras cosas, y no olvid¨¦is que si hay otras elecciones puede que otros diputados, y a lo mejor yo entre ellos, os sienten donde yo estoy ahora y os digan que perdisteis el tiempo; yo que soy cristiano, aunque no muy practicante, rezo para que todo salga bien ahora; nosotros tratamos de salvar una guerra, pensamos en las madres de nuestros soldados y, quiz¨¢ en vosotros, los m¨¢s j¨®venes, que a lo mejor estabais en la mili; yo he dicho la verdad y no necesito jurarlo como Cortina Mauri porque s¨¦ que me cre¨¦is; yo expongo mis opiniones sobre la ONU, gusten o no, porque esto es una democracia, como dec¨ªs vosotros.?