Dos muertos al estallar una bomba en la central de Lem¨®niz
Dos trabajadores muertos, otros catorce heridos y da?os materiales de valor incalculable, seg¨²n palabras de un alto directivo de Iberduero, es el balance que ha dejado la explosi¨®n de un artefacto ocurrida ayer tarde en la central nuclear de Lem¨®niz en uno de los tres generadores existentes junto a la vasija del primer reactor.
?Las p¨¦rdidas importantes han sido aqu¨ª los dos muertos?, manifest¨® Pedro de Areitio, presidente de la empresa Iberduero. El director de la obra declaraba, por su parte, a los representantes sindicales, que el antentado hab¨ªa sido una cat¨¢strofe: ?Desde luego -a?adi¨®-, quien haya sido sab¨ªa d¨®nde colocaba la bomba.?La explosi¨®n se produjo apenas un minuto antes de las tres de la tarde. Unos doce minutos antes, en la emisora bilba¨ªna de Radio Popular se recib¨ªa una llamada telef¨®nica en la que se anunciaba la colocaci¨®n en Lem¨®niz de un artefacto que iba a hacer explosi¨®n. El comunicante dijo tambi¨¦n que se diese aviso a la polic¨ªa y a Iberduero, con quienes se puso en contacto un redactor de la emisora. Desde el otro lado de la l¨ªnea telef¨®nica la bomba era reivindicada por ETA, aunque el conserje no acert¨®, en medio del nerviosismo, a concretar si se trataba de la rama militar o de la pol¨ªtico-militar. Dada la reciente; trayectoria de los primeros, en medios competentes se estima m¨¢s veros¨ªmil que sean ellos los autores.
En la centralita de Lem¨®niz se recib¨ªa tambi¨¦n, alrededor de las tres, una nueva llamada telef¨®nica que avisaba de la explosi¨®n. Para cuando la noticia empez¨® a ser comunicada se escuchaba en la central un sonido sordo procedente del edificio destinado al primer reactor.
Dado el grosor de los muros, en el exterior del inmueble se percibi¨® la explosi¨®n de forma bastante amortiguada, sin que en un primer momento se le diera la importancia que ten¨ªa. ?Nosotros est¨¢bamos a un centenar de metros -nos manifestaron algunos trabajadores- y o¨ªmos una explosi¨®n que lo mismo pod¨ªa proceder de alg¨²n soplete.?
Apenas a unos metros del lugar en el que hab¨ªa sido colocado el artefacto, se encontraban trabajando los dos obreros muertos: Alberto Negro, de 31 a?os, con tres hijos, encargado de montajes, y Andr¨¦s Guerra, ajustador, tambi¨¦n casado. Ambos quedaron materialmente destrozados, decapitado uno y el otro desmembrado, hasta el punto de que el traslado a la enfermer¨ªa de la central hubo que hacerse en tres camillas. La ¨²ltima llevaba un amasijo de restos humanos.
Los catorce heridos permanecian a una cierta distancia del generador. Ninguno se encuentra en estado grave, aunque uno padece lesiones en la columna vertebral que aconsejaron una observaci¨®n m¨¢s detenida, y a otro le hab¨ªa estallado uno de los t¨ªmpanos. El estado de shock en que se encontraban todos ellos impidi¨® obtener una descripci¨®n m¨¢s detallada de lo ocurrido. Tanto los muertos como los heridos eran trabajadores de la empresa de montajes Ibemo, que trabaja por contrata en la central. En el interior de este edificio, destinado al primer reactor, hab¨ªa m¨¢s de cien trabajadores, pertenecientes a distintas empresas, en el momento de registrarse la explosi¨®n.
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La explosi¨®n se produjo en un generador
Indignaci¨®n entre los trabajadores de Lem¨®niz
La mayor parte de los partidos pol¨ªticos y centrales sindicales vascas han condenado sin paliativos el atentado sufrido por la central nuclear de Lem¨®niz. Entre las manifestaciones de repulsa destacan las efectuadas por Ram¨®n Rubial, presidente del Consejo General vasco, quien, declar¨® a la delegaci¨®n de TVE en Bilbao: ?Lo m¨¢s lamentable es que cuando se producen estos hechos, las vidas humanas est¨¢n en peligro y pagan el fruto de una mala actividad.?
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