El secuestro de Moro condiciona la estrategia de los partidos italianos

La falta de novedades de relieve en el secuestro del presidente de la Democracia Cristiana italiana, Aldo Moro, hace crecer la conciencia de emergencia en el pa¨ªs. Hoy, el secretario de la Democracia Cristiana, Benigno Zaccagnini re¨²ne en Roma a todos los secretarios regionales y provinciales de su partido. La consigna es ?cada uno en su puesto, cumpliendo con su deber?. El objetivo de esta reuni¨®n, en principio, es preparar las pr¨®ximas elecciones municipales, ya que, en lo que se refiere a las perspectivas de una posible negociaci¨®n con los ?brigadistas? sobre la vida de Moro, predomina la opini¨®n de que la decisi¨®n en tal sentido depender¨ªa de un congreso extraordinario del partido.El secuestro de Moro condiciona tambi¨¦n el XLI Congreso del Partido Socialista, que comienza hoy en Tur¨ªn. Se da por descontado el resultado: la confirmaci¨®n del equilibrio interno de las diversas corrientes, con Bettino Craxi como secretario y Claudio Signorile, l¨ªder hasta hace poco de la izquierda del partido, como vicesecretario. Craxi quiere hacer del PS un partido progresista y reformador, frente a un Partido Comunista que Enrico Berlinguer propone como ?conservador y revolucionario ?, un Partido Socialista que rechace el ?colectivismo burocr¨¢tico? y considere el leninismo ajeno a la vocaci¨®n y caracter¨ªsticas de la sociedad italiana.

El secuestro de Moro condiciona, de todos modos, cualquier estrategia de largo alcance, porque de la soluci¨®n positiva o negativa del caso depende sustancialmente el comportamiento pol¨ªtico de todas las fuerzas del sistema.

El l¨ªder socialista Giacomo Mancini, ex secretario del partido, en una entrevista al semanario Panoram¨¢, ha dicho que no se sabe qui¨¦n est¨¢ detr¨¢s de las Brigadas Rojas, pero afirma que ?existen hechos pol¨ªticos que pueden mover a hacer deducciones?. Para Mancini es un hecho que Estados Unidos hab¨ªa hecho llegar a la Democracia Cristiana una indicaci¨®n contra la formaci¨®n de una mayor¨ªa con el Partido Comunista, y Moro la ha formado.

Para Mancini el ?caso Lockheed? naci¨® tambi¨¦n en Estados Unidos contra una democracia cristiana que no obedec¨ªa. Seg¨²n Mancini ?la capacidad de resistencia a fuertes presiones internacionales se ha personalizado en Moro?. ?Yo creo en Carter, que excluye toda injerencia -dice Mancini-, pero los servicios secretos americanos tienen muchas cabezas.?.

Entre las posibles soluciones a una situaci¨®n de emergencia, avanzadas por el diario La Stampa, de la FIAT de Tur¨ªn, figura una tregua de tres meses de sindicatos y empresarios. Las Brigadas Rojas no podr¨ªan utilizar, de este modo, las tensiones sociales, exasper¨¢ndolas.