William Blake, un visionario del siglo XVIII
Exposici¨®n antol¨®gica en Londres de la vida y la obra de un precursor del surrealismo
William Blake es uno de los artistas m¨¢s imitados de este tiempo. Se ha convertido en un s¨ªmbolo de la ilustraci¨®n y una referencia obligada cuando se habla del artista total. En la Tate Gallery, de Londres, hay ahora una excelente oportunidad de admirar la obra de esta especie de renacentista ingl¨¦s de siglo XVIII, que supuso la culminaci¨®n del prerrafaelismo y fue precursor del surrealismo con su insistente elogio del barroco. ?S¨®lo el derroche es belleza? es la frase que mejor define su car¨¢cter.
En la exposici¨®n londinense se presentan, aspectos ins¨®litos de la obra po¨¦tica, pict¨®rica y de pensador visionario de William Blake. La exposici¨®n estar¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo d¨ªa 21 de mayo y ahora supone una de las grandes atracciones de la capital brit¨¢nica, junto con la gran antolog¨ªa surrealista que se expone en la Hayward Gallery, la otra sala de exposiciones de arte moderno de Londres.William Blake fue un ni?o prodigio. A pesar de ello consigui¨® mantener una constancia y una calidad que fue la que hizo que sobrevivieran las esperanzas que se depositaron en ¨¦l a los doce a?os, cuando comenz¨® a escribir una poes¨ªa sorprendente.
A los diez a?os, William Blake ya era un aprendiz de grabador. Siete a?os m¨¢s tarde era el artista que todos conocemos hoy y que ha pasado a la historia por haber despreciado las costumbres del aprendizaje y continuar su obra con la inocencia del que no sabe nada.
La frescura de William Blake es lo que sobresale de nuevo en esta antol¨®gica de Londres, que .ha sido calificada por Charles Spencer, un cr¨ªtico de arte ingl¨¦s, como el ejemplo de la visi¨®n inocente de un renacentista que a los veintid¨®s a?os sali¨® de la tienda donde aprendi¨® grabado como un artista personal¨ªsimo. No concentr¨® su esfuerzo creativo en la pl¨¢stica, sino que continu¨® escribiendo poes¨ªa y preocup¨¢ndose por otras parcelas del arte.
Los primeros documentos po¨¦ticos de William Blake, en 1783. Esa experiencia le descubri¨® a Blake los otros ¨¢ngulos de su creatividad. El veh¨ªculo del libro, como elemento de comunicaci¨®n de sus ideas, era insuficiente. Las palabras tambi¨¦n lo eran. El dibujo, el grabado, pas¨® a formar parte de su expresi¨®n, y de esa conjunci¨®n naci¨® un nuevo y definitivo William Blake.
En 1780 William Blake expuso su primera obra en la Royal Academy, la instituci¨®n brit¨¢nica que con el paso del tiempo ha ido variando y ha llegado, tras ser el hogar del arte m¨¢s conservador que se ha hecho en el Reino Unido, a convertirse en un centro abierto que acoge por igual a los veteranos y a los j¨®venes artistas brit¨¢nicos.
La obra que expuso Blake fue una acuarela, g¨¦nero pict¨®rico del que ¨¦l lleg¨® a ser un maestro equiparable a Turner y a Constable. A lo largo de su vida, la acuarela sigui¨® siendo una de sus t¨¦cnicas preferidas, frente al ¨®leo, por ejemplo.
La muerte de su hijo, al que ¨¦l aseguraba haber visto ascendiendo a los cielos, sumi¨® a William Blake en una depresi¨®n nerviosa que influy¨® en la tem¨¢tica de su obra pict¨®rica, llena muchas veces de elementos simb¨®licos extra¨ªdos de la Biblia. El conjunto de sus obsesiones lo convirti¨® en el iluminado. que ¨¦l mismo afirmaba ser.
La procedencia de los temas de Blake podr¨ªan ser otros. El insist¨ªa en que ven¨ªan de manuscritos medievales. Lo m¨¢s importante era la uni¨®n que ¨¦l habla logrado establecer entre sus poemas y las im¨¢genes que presentaba en sus grabados realizados a partir de placas de cobre.
Medievales o b¨ªblicos, lo cierto es que los grabados de William Blake reflejan a un tiempo sus obsesiones acerca de las figuras del Antiguo Testamento y un monumentalismo que no parece com¨²n en la pintura de su pa¨ªs.
La antolog¨ªa de la Tate s¨®lo es comparable a la que prepar¨® hace un a?o la Royal Academy sobre la vida y la obra de Turner, el otro gran pintor brit¨¢nico. Lo interesante de ambas exposiciones es que una -la de Turner- reflejaba un esp¨ªritu que puede identificarse con el t¨®pico, ingl¨¦s, aunque tratado con la maestr¨ªa que no hace falta subrayar en este pintor.
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