Carter decepcion¨® en su discurso ante el Congreso venezolano

Quienes esperaban anuncios importantes en el discurso del presidente norteamericano pronunciado ayer ante el Congreso de Venezuela, que eran muchos dentro y fuera de este pa¨ªs, han quedado decepcionados. Jimmy Carter no ha hecho m¨¢s que repetir conceptos archisabidos, con respecto a la situaci¨®n mundial y dar paternalistas consejos a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.Se esperaba alg¨²n gesto concreto, real, aunque solamente tuviera car¨¢cter simb¨®lico, de Estados Unidos hacia los pa¨ªses del Tercer Mundo. Incluso altos funcionarios norteamericanos hab¨ªan admitido en Washington, hace dos semanas, que Carter podr¨ªa aprovechar su estancia en Venezuela, pa¨ªs que ha asumido como, suyos los problemas y las aspiraciones de los pa¨ªses en desarrollo, para condonar parte de las deudas que los pa¨ªses pobres ha contra¨ªdo con la poderosa Norteam¨¦rica; no ha sido as¨ª.

El ejemplo de Suecia, Canad¨¢ u Holanda (que puede considerarse demag¨®gico, si se quiere, pero que no deja de ser un paso adelante) no es v¨¢lido para Estados Unidos.

En lo que s¨ª fue sincero el mandatario norteamericano ante los congresistas de Venezuela. fue en el diagn¨®stico de la actual situaci¨®n del mundo: desaparecidos los imperios coloniales, en pocos a?os han surgido m¨¢s de cien nuevas naciones. que han variado la estructura mundial. Los poderosos cada vez lo son menos, y m¨¢s dependientes de los m¨¢s d¨¦biles.

Para Carter, la crisis mundial es de valores ¨¦ticos y est¨¢ presente en las relaciones internacionales. ?Pero -dijo- no podemos pensar que dando la espalda al futuro vamos a detener el cambio.?

En este punto, la insistencia del presidente norteamericano fue notable: todos los pa¨ªses del mundo, sin excepci¨®n, tienen que repartirse las cargas y las responsabilidades en la b¨²squeda del nuevo y m¨¢s justo orden internacional, que debe buscar tres objetivos b¨¢sicos: acelerar el crecimiento mundial de la econom¨ªa dando mayor participaci¨®n a los pa¨ªses en desarrollo; aprovechar al m¨¢ximo el potencial humano de todas las naciones, y asegurar que todas las naciones participen por igual en las decisiones b¨¢sicas sobre econom¨ªa y pol¨ªtica.

La reacci¨®n del Congreso venezolano ante las palabras de Carter fue cort¨¦s, pero fr¨ªa. Mucho m¨¢s, por ejemplo, que cuando habl¨® en la misma tribuna el rey Juan Carlos, el jefe de Estado que ha precedido al norteamericano en dirigirse a los diputados. Los comentarios eran pr¨¢cticamente un¨¢nimes: ?Consejos y limosnas, pero nada m¨¢s.?