Carpentier: "En Cuba no hab¨ªa una tradici¨®n pl¨¢stica importante"
Inauguraci¨®n de una exposici¨®n de pintura cubana en Madrid
Ayer, mi¨¦rcoles, se inaugur¨® en el museo Espa?ol de Arte Contempor¨¢neo una amplia muestra de la pl¨¢stica actual cubana, que comprende pintura y grabado y se acompa?a de una cuantiosa colecci¨®n de carteles cinematogr¨¢ficos. Presidieron el acto inaugural, junto a nuestro secretario de Estado de Cultura y otros miembros del departamento, la directora de la Casa de las Am¨¦ricas, Haydee Santamar¨ªa; la directora del Patrimonio Cubano, Marta Arjona, y los embajadores del citado pa¨ªs en Par¨ªs y Madrid. En calidad de invitado de honor y prologuista de la exposici¨®n estuvo tambi¨¦n presente el escritor Alejo Carpentier, a quien se acaba de entregar el premio Miguel de Cervantes. Con ¨¦l mantuvo una larga conversaci¨®n nuestro cr¨ªtico de arte, Santiago Am¨®n, de la que ofrecemos al lector algunos fragmentos.
?Los pueblos -declar¨® Carpentier a EL PAIS, haciendo un poco de historia- nacen, de acuerdo con su idiosincrasia, con una propensi¨®n a que la sensibilidad se les manifieste en un sentido o en otro. M¨¦xico o Per¨², por ejemplo, ten¨ªan una tradici¨®n pl¨¢stica de primer orden, a la llegada de los conquistadores. De su fusi¨®n con la que les vino de Espa?a surgi¨® un tercer estilo, que es el barroco americano. En Cuba, por el contrario, no hab¨ªa una tradici¨®n semejante, si se except¨²an las rudimentarias manifestaciones de la cultura taina.?Nos hace observar Carpentier c¨®mo lo primero que de Espa?a lleg¨® al Caribe, y all¨ª perdura, fue el romance, hasta el extremo de que muchos de los citados por Pidal se siguen cantando en Cuba. Otro dato peculiar y decisivo, a juicio suyo, en la configuraci¨®n del arte cubano, lo constituye la llegada de los negros, que vienen tempranamente a suplir la mano de obra exterminada por la conquista.
?El negro es profundamente m¨²sico. De la simbiosis del negro y el espa?ol, que tambi¨¦n es muy m¨²sico, result¨® que en Cuba vino a desarrollarse, mucho antes que la pl¨¢stica, la sensibilidad musical, y con ella la po¨¦tica.?
Corrobora Carpentier el retraso de la pl¨¢stica cubana con el hecho de que los espa?oles no aportaran a la isla una arquitectura de alguna relevancia.
?Donde hab¨ªa civilizaciones muy fuertes, caso, por ejemplo, de M¨¦xico, es donde el espa?ol echaba el resto. No deja de ser significativo que en la ciudad de Cholula, centro religioso de los indios mexicanos, se sintieran los espa?oles obligados a levantar nada menos que 365 iglesias. En Cuba no tuvieron que luchar contra nada. Los indios se dejaban adoctrinar en el acto. El resultado fue una arquitectura tard¨ªa, e igualmente tard¨ªa la pintura que naci¨® como decoraci¨®n de las iglesias.?
Habr¨¢ que esperar, en opini¨®n de Carpentier, al siglo XVIII para que arquitectura y pintura se desenvuelvan progresivamente y a la par. A principios del siglo XX surge una pintura de mero asunto cubano, pero realizada con las t¨¦cnicas de los artistas de los salones franceses, m¨¢s alg¨²n que otro influjo de pintores espa?oles, como Sorolla y Zuloaga.
?Seg¨²n avanza el siglo XX, hay una profunda toma de conciencia, que es tambi¨¦n literaria y simult¨¢neamente musical, en torno a la pintura. Surgen entonces los artistas precursores del moderno arte cubano: V¨ªctor Manuel, Marcelo Pogolotti, Carlos Enr¨ªquez, Eduardo Abela..., hasta que aparece la primera generaci¨®n aut¨¦nticamente vanguardista, encabezada por Wifredo Lam, uno de los m¨¢s grandes pintores de Latinoam¨¦rica.?
Se extiende Carpentier en el elogio de Lam, cuyo espa?olismo se le ocurre fuera de toda duda de atenernos a las nuevas y ver¨ªdicas historias que est¨¢n saliendo en torno a la guerra civil espa?ola, en cuyas p¨¢ginas el pintor cubano aparece citado, una y otra vez, como uno de los primeros militantes republicanos en Madrid.
?Junto a Wifredo Lam, los verdaderos promotores de la vanguardia cubana han sido Mariano Rodr¨ªguez, Amella Pel¨¢ez, Ren¨¦ Portocarrero, Luis Mart¨ªnez Pedro... Tras el triunfo de la revoluci¨®n de 1959, el panorama de las artes pl¨¢sticas se ampl¨ªa con la incorporaci¨®n de otras dos generaciones que cuentan ya con el est¨ªmulo de las instituciones oficiales y con el apoyo de un pueblo cada vez m¨¢s concurrente al mundo de las exposiciones y de las experiencias art¨ªsticas. Absolutamente libres a la hora de elegir t¨¦cnicas y estilos, estos j¨®venes artistas se desenvuelven en un medio cultural y social en que todo ha sido dispuesto para el est¨ªmulo de la creaci¨®n. En la exposici¨®n que hoy se presenta en Madrid quedan unas cuantas pruebas.?
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